Técnicas de talla

Resumen de las principales técnicas de talla 




      Hay dos modos fundamentales de tallar la piedra, la presión y la percusión, pero podemos distinguir algunas sutilezas, pudiendo enumerar una corta lista de técnicas de talla. El percutor es la herramienta que se emplea en la talla de industrias líticas, generalmente prehistóricas, para la obtención de lascas en sentido amplio. 



Retoque por percusión directa sobre un yunque de piedra. 

     1. La percusión inversa, es decir, golpeando el trozo de roca contra un percutor pasivo o durmiente, a modo de yunque, que es otra piedra sólidamente anclada en el suelo. Con el percutor durmiente o pasivo se obtienen generalmente grandes lascas, muy apreciadas, pues necesitaban muy poca transformación, con lo que se ahorraba esfuerzo en su manufactura. El problema del percutor durmiente es que se manejan piedras de gran tamaño, lo que implica un escaso control sobre el resultado y numerosos golpes fallidos, al menos hasta adquirir la fuerza y la pericia suficientes. 

      2. La percusión directa con percutor duro -un trozo de roca- se golpea la piedra que se desea tallar extrayendo de ella varias lascas.



Varios tipos de percutor duro.




Talla por percusión directa con percutor duro. 

      3. La percusión directa con percutor blando: con un trozo de madera o, mejor, de cuerna, se golpea la pieza a tallar, obteniendo una serie de lascas. El Percutor blando aparece durante el Paleolítico Inferior, concretamente en el Achelense (es muy ostensible en ciertos bifaces), hace 700 000 años en África y hace medio millón en Eurasia.



Percutores blandos: de madera de boj, de acebo, de encina y cornamenta de cérvido. Suelen tener unos 30 ó 40 cm de largo y el tamaño idóneo para asirlos en la mano.




Talla directa con percutor blando (reconstrucción hipotética). 

      4. La percusión indirecta con pieza intermedia: el percutor es un pesado trozo de cuerna de cérvido que golpea una pieza intermedia o puntero, transmitiendo la fuerza del golpe a la pieza a tallar. Esta técnica sólo se usa para operaciones de extracción o de lascado. La percusión indirecta con puntero aparece en el Paleolítico Superior, teniendo como ejemplos el de la cueva de Fageolet (Dordoña), datado en el Gravetiense, los de Villevallier y Armeau (Yonne), ambos neolíticos, y los de Spiennes (Bélgica), de mismo periodo. 

    5. La talla por presión (es la más compleja y evolucionada), consiste en aplicar una fuerte tensión sobre la pieza a tallar con una pieza llamada compresor (que sustituye al percutor). La compresión llega a ser tan fuerte que acaba troceando la roca a tallar. Los compresores, es decir, las herramientas utilizadas, no golpean, únicamente presionan con tanta fuerza que superan el límite de elasticidad de las rocas, rompiéndolas según el modelo de fractura concoidea.


Hoja de laurel solutrense obtenida con talla por presión 

     6. Básicamente hay un método de retoque por presión, llamado retoque cubriente subparalelo (por su aspecto morfológico) que fue redescubierto por el arqueólogo y experimentador americano Donald E. Crabtree en los años 70, y profundizado por este mismo arqueólogo con la colaboración de Butler, Tixier y otros más. Para efectuar esta técnica hay que sujetar la pieza sobre la palma de la mano izquierda con fuerza (poder sujetar firmemente el artefacto lítico es uno de los problemas más difíciles aprender), el compresor se sostiene con la derecha u se hace palanca sujetando la mano izquierda entre el pulgar y el resto de los dedos, presionando con toda la fuerza posible. El compresor puede ser de cuerna o de marfil (a veces con un sílex incrustado en la punta), pero en el Calcolítico, que debe ser considerada la edad de oro de este tipo de retoque por las piezas magistrales conseguidas, el compresor podía tener una punta de cobre. Si la técnica se hace bien, los retoques suelen ser muy regulares, paralelos y muy planos, cubrientes.


Retoque experimental por presión con un compresor de cuerna de cérvido. 

      La Edad de plata del retoque por presión es el Solutrense, en el Paleolítico Superior (siendo el caso más paradigmático el de las hojas de Laurel). Esta técnica desapareció durante un tiempo y volvió a aparecer en el Neolítico, perdurando durante largo tiempo en piezas foliáceas de diverso tamaño (desde la punta de una flecha de piedra, hasta los puñales ceremoniales aztecas, pasando por las puntas de la Cultura Clovis o los cuchillos predinásticos egipcios). 

     El retoque por presión fue convirtiéndose en un oficio cada vez más especializado, probablemente enfocado al comercio; al menos desde el Calcolítico. Sin duda hubo talleres especializados que abastecían zonas más o menos amplias, a partir de la fuente de origen de la materia prima. Un buen ejemplo de esto último son las larguísimas hojas de sílex de Varna (Bulgaria), que podían alcanzar los 44 centímetros de longitud, estaban hechas de un sílex importado y sólo aparecían en las tumbas más ricas datadas en el Calcolítico (4 000 a. C.-3 500 a. C.). Manolakakis, Laurence (1996). «Production lithique et émergence de la hiérarchie sociale: L'industie lithique de l'Énéolitique en Bulgarie (première moitié du IVe millénaire)». Bulletin de la Société Préhistorique Française Tome 93. Número 1. Páginas 119-123). 

    7. La flexión, consiste en combar un producto de lascado, especialmente una hoja, apoyado contra un saliente (haciendo palanca), hasta fracturarlo por el lugar deseado. 



Imagen de Trabajos de Prehistoria 61, nº 1, 2004, pp. 23 a 45




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