Músicas Nacionales II
Mediterranéo oriental
lannis
Xenakis nació en Bulgaria
y tuvo la nacionalidad griega y luego, francesa. Se trasladó a París en 1947,
donde estudió con Milhaud y Messiaen. Asimismo, obtuvo su formación en
arquitectura con Le Corbusier. Aplicó complejas matemáticas y estadísticas a la
composición musical que denominó estocástica. Sus obras más famosas fueron Metástasis y Analogique A y B. Otro compositor griego es Dimitri Terzakis, alumno de Bernd Alois Zimmermann y autor
de Ikos y de dos Pasiones
según el rito bizantino. En cambio, en Israel se dio un proceso de fusión de la
tradición clásica occidental con los modismos de la música oriental. Entre los
israelíes más destacados están Paul Ben-Haim, Alexander Boscovitch, Oedoen Partos y la generación de Noam
Sherrif y Ben-Zion
Orgad.
Latinoamérica
Argentina
El gran número de compositores
latinoamericanos de variado estilos y géneros es propio del siglo XX.
Únicamente en Argentina encontramos figuras como el internacionalmente conocido
Alberto Ginastera y desde la generación de principios de siglo: Alberto
Williams, Carlos
López Buchardo, Julián
Aguirre, Ernesto
Drangosch, Héctor
Panizza, Floro
Ugarte, Athos
Palma, Juan
José Castro, Luis
Gianneo, Carlos
Guastavino, Roberto
García Morillo, Astor
Piazzolla y Juan
Carlos Paz (introductor
del dodecafonismo en el sur del continente). Y los contemporáneos: Abraham
Jurafsky, Roberto
Caamaño, Valdo
Sciamarella, Mauricio
Kagel (que reside en
Alemania), Rodolfo Arizaga, Alcides Lanza (residente en Canadá), Gerardo
Gandini, Francisco
Kroepfl o Héctor
Viaggone.
En Uruguay se destacan Eduardo
Fabini, Luis
Cluzot Mortet, Carlos
Estrada, Guido
Santórsola y José
Serebrier.
En Chile, Domingo Santa Cruz y Juan Orrego Salas.
En Perú, Andrés
Sas, Pablo
Chávez Aguilar, Federico
Gerdes, Edgar
Valcárcel, y Aurelio
Tello.
En Paraguay, José
Asunción Flores, Remberto
Giménez y Francisco
Alvarenga y en Bolivia, Eduardo Caba, José María Velasco Maidana y Teófilo Vargas. En Ecuador, Segundo Luis Moreno, Luis Salgado y Mesías Maiguashca; en Venezuela a Vicente
Emilio Sojo, Moisés
Moleiro, Juan
Lecuna y Ricardo
Lorenz, mientras que en
Colombia encontramos a Guillermo Uribe Holguín, José María Ponce de León, Emilio Murillo, Antonio Várela y Guillermo Espinosa.
México y Cuba
Durante el siglo XX,
hubo en ambos países una fuerte labor compositiva que aportó las peculiaridades
de sus culturas a la música: la tradición azteca y amerindia en México o la
herencia afroamericana de Cuba. En el primer caso encontramos a Manuel
M. Ponce, Carlos
Chávez (autor del Concierto para Percusión), Silvestre Revueltas, Luis Sandi, Salvador Contreras y Julián Carrillo (que trabajó la microtonalidad), y de la
joven generación se destacan Manuel Enríquez y Manuel de Elias.
Cuba, en cambio, dio
al mundo las obras de Amadeo Roldan, Ernesto Lecuona, Aurelio de la Vega, Julián Orbón, Harold Gramatges, José Ardévol, León Argeliers, Sergio Barroso, o los jóvenes Leo
Brower, Jorge
García Porrúa, Orlando
Jacinto García y Carlos
Fariñas.
Juan Carlos Laguna se ha ganado,
a pulso, un lugar destacado como guitarrista. Incluso, compositores le han
dedicado piezas musicales debido a su virtuosismo y sensibilidad al tocar el
instrumento. En esta ocasión, el sello Urtex editó el disco: Cuatro conciertos mexicanos para guitarra,
con obras de Revueltas, Zyman, Coral y Ritter. Laguna está acompañado por el
Conjunto de Cámara de la Ciudad de México, con el director Benjamín Juárez
Echenique. El disco es muy valioso no sólo por los intérpretes y los autores,
sino porque es un medio de divulgación de la música mexicana de concierto
contemporánea.
Brasil
Heitor
Villa-Lobos propició un
lenguaje musical característico del continente, en el que se mezclaron (como en
la población real) las fuentes más variadas: melodías amerindias, ritmos
afroamericanos, sonidos coloniales y armonías europeas y del jazz. Los
compositores destacados de origen brasileño son Alberto Nepomuceno, Brasilio Itiberé, Ernesto Nazareth, Camargo Guarnieri, Itiberé da Cunha, Ernani Braga y Marios Nobre.
Otros compositores
centroamericanos
Ninguno de los
siguientes países tiene una tradición tan amplia como México, Cuba o los países
del sur del continente pero se ve una creciente producción ligada a la
tradición europea heredada de los españoles e influida por la cercanía de EE
UU. En Panamá se encuentra Ricardo Fábrega, Roque Cordero y Narciso Garay. En Nicaragua, José
de la Cruz Mena y Luis
A. Delgadillo, en
Honduras a Francisco Días Zelaya y Camilo Rivera; en Guatemala a Jesús y Ricardo Castillo; en El Salvador a María
de Baratta; y en Costa
Rica a Julio Fonseca y Alejandro Monestel. En al Caribe, en República Dominicana
citamos a José Jesús Ravelo, Francisco García y Enrique de Marchena; en Haití a Ludovico Lamothe; y en Puerto Rico a Rafael
Aponte Ledée.
Lejano oriente
Desde la Segunda
Guerra Mundial, los compositores de Asia oriental pasaron a ser artistas
internacionales de la música. Uno de los primeros fue Toru
Takemitsu, que supo
acomodar el sonido de instrumentos tradicionales como el koto al estilo de composición occidental. Algunas de las figuras
más importantes de la interpretación contemporánea son de Japón, como el
director Seiji Ozawa o el pianista Mitsuko Uchida.
De Corea son el
violinista Kyung-Wha Chung y el violonchelista Yo-Yo
Ma. La República Popular
de China vivió un período de agitación en los años sesenta: la Revolución
Cultural, que pretendió borrar toda influencia extranjera. Sobrevivieron muy
pocos artistas, pero sus 1.200 millones de habitantes son vistos como una
fuente inagotable de talentos que ya empiezan a hacerse notar en los escenarios
internacionales.
Compositores del Lejano
Oriente
La edición de 1997 del
Festival de la Sociedad Internacional de Música Contemporánea tuvo entre sus 60
representantes a 10 del área del Pacífico, lo que demuestra que la música
contemporánea se extiende cada día más por esta región. De Japón estuvo Ayaka
Murakumo (1949) con Reconciliación; Tomoyuki Hisatomi (1955) con Ensaladas;
y Makoto Shinohara, alumno de Stockhausen y Messiaen, con Yumenji para orquesta mixta de instrumentos
occidentales y tradicionales japoneses.
De Corea del Sur se
oyeron obras como Gon, para conjunto de cámara, de Song-On
Cho (1955); otra de Jae-Wook
Kim (1968); Dudrí, para cinta magnética, de Seaong-Joon Moon; un cuarteto de cuerdas de Myung-Whun
Choi (1973) y una obra
para instrumentos tradicionales coreanos de Tsung Han. Joyce Bee Tuan Koh de Singapur presentó una obra para coro
juvenil y orquesta, a la vez que el chino Yang Yong hizo lo propio con La tumba de Su Xiaoxiao, para conjunto de cámara y soprano.
Australia
Su música
es cada vez más conocida por la popularización de instrumentos aborígenes
maoríes como el didjeridú y una especie de clarinete bajo hecho con un tronco
de árbol perforado por las termitas. Los colonos ingleses llevaron la música
occidental dando compositores como Percy Grainger, Arthur Benjamín y Malcolm
Williamson que residieron en Europa,
mientras que Don Banks volvió del Viejo Continente para asumir como director de los estudios
musicales en la Universidad de Canberra. Actualmente Australia, Nueva Zelanda,
Tasmania y la Polinesia están incorporados culturalmente en los circuitos
internacionales, con artistas tan destacados como las cantantes Nellie Melba, Joan Sutherland o Kiri Te
Kanawa y teatros como la Ópera de
Sidney.
África
Los compositores africanos fueron
obligados por circunstancias políticas y vitales a exiliarse en antiguas
metrópolis coloniales como París o Londres. Su música se caracteriza por su
fuerte contenido rítmico, basado en numerosas y distintas tradiciones
populares, del sinuoso melodismo de la música del Magreb (norte del continente)
a la multiplicidad de ritmos simultáneos de las selvas centrales, sin olvidar
las armonías corales del sur o las influencias hindúes de la costa oriental.
Las músicas tradicionales se han convertido en pop bailable con instrumentos
electrónicos, desde el raí argelino muy valorado en París,
a la calma de las canciones de Madagascar o las epopeyas cantadas de los griots
(bardos) de Malí.
Norteamérica
En el siglo XX, la música
de los EE UU (y la norteamericana en general) se caracterizó por su
originalidad, vigor e independencia de las tradiciones conservadoras. Los
vanguardistas europeos se instalaron en forma definitiva allí, en especial tras
recibir inmigrantes y exiliados de guerra constantemente. Entre ellos se
destacaron: Schoenberg, Stravinski, Bartók, Weill, Krenek, etc. Estos
innovadores del lenguaje musical captaron la atención entre alumnos que luego
desarrollaron estilos y escuelas propias. Por un lado, en EE UU se afinca un
tipo de experimentalismo que combinó con las propuestas libertarias de los
sesenta: happenings, improvisación, arte pop, etc. Por otro, las nuevas
tecnologías de tratamiento y producción del sonido posibilitaron el acceso a
los conservatorios de personajes ajenos a la creación.
Compositores
Aunque sus obras no
visitan los escenarios europeos, existen muchos creadores, autores prolíficos
de obras en todos los géneros y estilos. Aparte de nombres famosos como George
Gershwin o Aaron
Copland, encontramos a Roy
Harris, Ferde
Grofé (autor de la Suite del Gran Cañón y otras suites orquestales), William
Grant Still (influenciado
por sus herencias negras, amerindias y europeas), el suizo nacionalizado Ernest
Bloch (autor de la Rapsodia América), Roger Sessions, Virgil Thompson, William Schumann o Paul Crestón (cuyo nombre verdadero fue Joseph
Guttoveggio). Entre los académicos se encuentran Randall Thompson, Howard Swanson, Ray Green, León Kirchner, Paul Bowles (escritor y viajero, autor de una ópera
con texto de García Lorca: El
viento sigue) o Alan
Hovhaness, de ascendencia
armenia y escocesa, que integró la música oriental y la espiritualidad en sus
obras.
La escuela minimalista
Desde los sesenta, Cage
se consolidó como una
alternativa creativa de la escena norteamericana. Con él hallamos a Morton Feldman, Earle Brown, Christian Wolff y George Brecht. En esa época nació el movimiento de una
nueva generación de creadores entre los que se destaca La
Monte Young (que
irónicamente se contactó con la obra de Cage por un curso en Darmstadt) y que
se caracterizó por concentrarse en eventos extra-musicales, como en la obra Vision, que tiene sólo 11 sonidos
"descritos con precisión e insistencia" durante 13 minutos. Estas
obras dieron origen al minimalismo: un estilo al que pronto se incorporaron Richard
Maxfield, Robert
Watts, Frederic
Rzewski, Gordon
Mumma, Steve
Reich, Alvin
Lucier,Terry
Riley y Philip
Glass.
La escena popular: musical y
cine.
Desde que se inventó
el cine sonoro, esta industria difundió a las bandas sonoras originales
encargadas y a destacados compositores de Hollywood como Erich
Korngold (El halcón del mar), Max Steiner (Lo que el viento se llevó), Miklos Rozsa (Ben-Hur)
y Bernard Herrmann (Psycho). Otro famoso (aunque como director y
divulgador) fue Leonard Bernstein, autor de numerosas obras
"serias", pero reconocido en el marco internacional por el musical
cinematográfico West
Side Story. En los
sesenta también triunfó Johnny Mercer, con bandas sonoras como las de Desayuno con diamantes o Charada.
En el musical escénico se destacaron en especial los hermanos Gershwin, Hammerstein, Rodgers, Colé Porter, Irving Berlin y emigrados europeos como Weill o Stephen Sondheim.
Europa oriental
U.R.S.S.
Uno de los primeros
compositores soviéticos dedicado a la música electrónica fue Edison Denisov.
Cultivó todos los experimentos vanguardistas de postguerra (autor de Peinture y
múltiples conciertos para varios instrumentos). Arvo Párt inició su carrera
copiando el estilo de los compositores "oficiales", pero luego denotó
influencias en las que sincretiza el melodismo de Chaikovski con el canto
gregoriano y algunas técnicas del Barroco que fusionó con la estética
reiterativa del minimalismo. Sofía Gubaidulina es otro nombre reconocido en
Occidente, ganadora de premios internacionales y autora de obras como la
cantata Noche en Memphis, una sinfonía en 12 movimientos y un Aleluya
sinfónico-vocal. Además, la lista de compositores de la ex -URSS cuenta con
Alexandre Knaifel, N. Karetnikov, V. Barkausas, A. Raskatov, Y. Kasparov, V.
Ekimovski.V. Shout, A.Voustine,V. Erofeyev, M. Schuck y en especial, Alfred
Schnittke.
Khachaturian - Stalin Song – Dunayevsky
Países del área soviética
Antes de la caída del
Muro de Berlín (en 1989) varios países del Este de Europa y del Asia Central se
encontraban bajo la influencia soviética, que determinaba su política exterior
y la forma de organizar su economía y cultura. Muchos de los creadores de esos
países, como el húngaro Gyorgy Ligeti, emigraron para independizarse en lo
artístico y hallaron asilo en los Estados Unidos y Europa Occidental. Aún así,
hubo países (como Polonia) que contaban con cierta libertad y aportaron
creadores de talla internacional, desde Penderecki a Lutoslavski, a la vez que
en la Unión Soviética persistía una generación ligada al régimen y
contestatarios en lo social y desde las diversas nacionalidades internas.
Vytautas Landsbergis, primer presidente de la Lituania independiente es un
ejemplo de compositor de obras de vanguardia, o el estonio Arvo Párt,
estrechamente vinculado al minimalismo de origen americano.
Karol Maciej Szymanowski (1882-1937) fue un compositor y pianista
polaco. Estuvo influenciado por la música de Richard Strauss, Max Reger,
Alexander Scriabin y el impresionismo de Claude Debussy y Maurice Ravel.
También tuvo mucha influencia de su paisano Frédéric Chopin y de la música
folclórica polaca, y como Chopin escribió varias mazurkas para piano (la
mazurka es una danza popular polaca). Fue influenciado específicamente por la
música tradicional montañesa polaca, que descubrió en Zakopane en las montañas
meridionales de Tatra, escribiendo incluso en un artículo titulado Sobre la música de Górale.
Polonia
Los polacos fueron el
ejemplo, la referencia para los creadores de otros estados comunistas del Este
de Europa. En Yugoslavia estuvo Milko Kelemen, en Checoslovaquia, Vaclav Kucera
y Leoš Janáček, en
Bulgaria, Stefan Niculescu, Costin Miereanu, Arthur Tho-massin, Costin Cazaban
y Liviu Danceanu.y en Rumania, Ulpiu Vlad. Sin embargo, la figura destacada
entre los compositores de estos países es el húngaro Gyorgy Ligeti. Utilizó grandes conglomerados sonoros (clusters) que
hacían imposible una escucha analítica, su trabajo se centra en la textura
tímbrica. Algunos ejemplos son las obras Atmósferas, Volumina o Luz Aeterna
para coro (famosa a raíz de su inclusión en la banda sonora de 2001: Una odisea
en el espacio de S. Kubrick). A partir de los ochenta, su estilo derivó hacia
el neo-atonalismo.
A partir de 1957, los festivales de otoño en Varsovia convocaron
una original conjunción de obras experimentalistas y otras del "realismo
social". Así surgieron destacados compositores como Wojciech Kilar, que
creció del neoclasicismo a posiciones experimentales; Henryk Gorecki, autor de Cantos
instrumentales y de una Sinfonía que fue mundialmente famosa; Boguslav
Schaeffer, que abunda en glissandos con asaltos de ruido; Zigmunt Mycielski,
autor de una Segunda sinfonía dodecafónica; Grazyna Bacewicz (autora de un
Concierto para orquesta), Kazimierz Serocki (autor de Segmenti) o Tadeusz Baird
(creador de unas Variaciones sin tema); Witold Lutoslavski (que compone Tres
poemas de Henri Michaux en 1963); y Krzystof Penderecki, autor de un Stabat
Mater y una Pasión según San Lucas.
Jeanne Baxtresser, Principal Flute,
New York Philharmonic. Alan Stepansky (Performer), Fikret Amirov,
Claude Debussy, Philippe Gaubert, Walter
Gieseking, Frank Martin, Otar Vasil'yevich Taktakishvili.
Andrzej Panufnik (1914-1991) fue un compositor, pianista,
director y pedagogo polaco. Se convirtió en uno de los principales compositores
polacos y, como director, fue fundamental para el restablecimiento de la
Filarmónica de Varsovia después de la II Guerra Mundial. Tras una creciente
frustración con las exigencias extra-musicales formuladas por el régimen del
país, desertó a Inglaterra en 1954. Fue director titular de la City of
Birmingham Symphony Orchestra, cargo que abandonó después de dos años para
dedicar todo su tiempo a la composición.
Leoš Janáček
Bohuslav Martinú (Polička, Bohemia, 8 de diciembre de 1890
– Liestal, 28 de agosto de 1959) fue un compositor checo. Estudió brevemente en
el Conservatorio de Praga y continuó sus estudios por su cuenta. Se fue de
Checoslovaquia a París en 1923, donde se convirtió en pupilo de Albert Roussel.
Cuando el ejército alemán tomó París en la Segunda Guerra Mundial huyó al sur
de Francia y después, en 1941,
a Estados Unidos, donde se asentó en Nueva York con su
esposa francesa. En los años siguientes vivió en Suiza muriendo en ese país en
la ciudad de Liestal el 28 de agosto de 1959. Fue un compositor prolífico,
escribiendo más de 400 obras. Fue menos conocido que su compatriota, Leoš
Janáček, pero muchos de sus trabajos son habitualmente interpretados, como su
trabajo coral, La
Epopeya de Gilgamesh;
su ciclo de seis sinfonías; sus conciertos, incluyendo uno de violonchelo,
violín, oboe y cinco de piano; y su música de cámara, que incluye siete
cuartetos de cuerda y una sonata para flauta, entre otros muchos trabajos. El
catálogo completo de las obras de Martinů ha sido realizado por el musicólogo
Harry Halbreich que utiliza como sistema de numeración la letra H seguida del
número de obra.
Bedřich Smetana (Litomyšl, actual República Checa, 2 de
marzo de 1824 - Praga, 12 de mayo de 1884) fue un compositor checo. Fue el
primer compositor que utilizó elementos específicamente checos en su música.
Sus óperas se basan en temas checos y utilizó muchos ritmos y melodías del
folklore checo en sus composiciones. Los Brandemburgueses en Bohemia es la primera ópera escrita totalmente en
checo. Influyó notablemente en Antonín Dvořák y Leoš Janáček.
Países Nórdicos
Los compositores de
los países septentrionales de Europa cultivaron una relación sonora especial
con su entorno. Los románticos buscaron describir con sonidos la opulencia de
los paisajes gélidos y sus geografías, mientras que otros encontraron en el
clima la inspiración para obras de gran vida interior. A partir del siglo XIX,
cuando varias de estas naciones se consolidaron como estados, se impuso con
firmeza una tradición propia, basada en investigaciones musicológicas que
descubrieron la variedad de estilos y culturas del norte. Por ejemplo, los
compositores británicos actuales siguen la pauta de originalidad marcada por la
generación de Britten y Tippett, adosando a la vez una fuerte tendencia
dramática. Uno de los reconocidos fue Peter Maxwell Davies, autor de Ocho canciones
para un Rey Loco, retrato tragicómico del rey Jorge III o El Martirio de San
Magnus, inspirado en los paisajes escoceses.
Johan Severin Svendsen (1840-1911), fue un compositor,
violinista y director de orquesta noruego. Svendsen, con sus numerosas
Rapsodias Noruegas para orquesta, fue, junto a Edvard Grieg, el iniciador del
nacionalismo musical noruego. Gran director de orquesta, fue junto a Grieg la
figura más prominente de la vida musical noruega a fines del siglo XIX.
Islas Británicas
Harrison Birtwistle es un destacado compositor inglés, autor
de córales para orquesta como The
World is Discovered, La plage, Medusa, Earth Dances y obras escénicas como la ópera Punch y Judy. A la generación nacida en los años
treinta pertenecieron también Nicholas Maw, autor de la ópera The Rising of the Moon, y Jonathan Harvey, autor de obras como Mortuos Plango, Vivos Voco ( sonido manipulado por ordenador y
sonidos cuadrafónicos pregrabados, para cinta) Bhakti y
la trilogía Inner Light, además de varias obras corales. Un poco
más joven es Brian Ferneyhough, autor de obras como Epicycle, Missa Brevis y Time
and Motion Study III,
ganadora del premio especial de la Sociedad Internacional de Música
Contemporánea de 1974. Entre los benjamines están Martin Butler (con obras como el Concertino para 14
instrumentos o la ópera The
Sirens' Song) y James
Dillon, Caroline
Wilkins o George
Benjamín. En Irlanda se
conservó una tradición nacionalista representada por Kevin
Volans, Bill
Whelan, David
Morris y Philip
Hammond.
Lennox Berkeley, (1903-1989) fue un compositor inglés
autor de obras de todos los géneros, aunque la música de cámara y la música
vocal son sus predilectas
Sir Granville Bantock (1868-1946) fue un compositor británico
de música clásica. Íntimo amigo del joven compositor Havergal Brian, fue
profesor de música en la Universidad de Birmingham desde 1908 hasta 1934,
sucediendo en el cargo a Sir Edward Elgar. Su música estuvo influenciada por
las canciones folclóricas de las Islas Hébridas (como queda patente, por
ejemplo, en la Hebridean
Symphony de 1915) y
por la obra de Richard Wagner. Algunas de sus composiciones poseen un toque
"exótico", por ejemplo el oratorio Omar Khayyám (1906-09). Entre sus trabajos más conocidos se encuentran la
obertura The Pierrot of the Minute (1908) y la Pagan Symphony (1928).
Holanda
En el siglo XX, los
Países Bajos desarrollaron una amplia labor compositiva que marcó un renacer
después de épocas distantes de gloria y siglos de estar apartados del panorama
musical. Los primeros representantes de la nueva música holandesa fueron Willem
Pijper (autor de
sinfonías, música de cámara y la ópera Halewjn) y Matthijs Vermeulen, a los que siguieron Henk Badings, Frid
Géza, Louis Toeboschjan van Dijk (autor de obras como Breeroo o Chorocastra),
Hans Henkemans, Ton de Kruyf, Ton de Leeuw,Will Eisma, Theo Lovendie, Huub
Kerstensjoep Straesser, Tera de Marez Oyens, Peter Schat, Louis Adriessen,
Rokus de Groot,Tom Bruynél, Misha Mengelberg, Tristan Keuris, Leo Samama,
Bernard van den Boogard, Guus Janssen, Peter-Jan Wagemans, Chiel Meijering,
Rene Pieper, sin olvidar al español radicado en Holanda, Enrique Raxach.
Escandinavia
Con la herencia de la tradición sumada a los aportes del noruego
Grieg, el danés Nielsen o el finés Sibelius, en la era post-modernista se
destacaron las figuras del noruego Arne Nordheim, los fineses Aulis Sallinen,
Jukka Ruohomáki y Jukka Tiensuu, los daneses Hans Abrahamsenn (autor del
concierto Noche y trompetas), Per Norgard y Ake Parmerud, y los suecos Sten
Hanson y Lars Gunnar Bodin, pionero de la música electrónica en su país. Entre
los más jóvenes se destacaron los nombres del islandés Thorstein Hauksson
(autor de Bells of Earth), los suecos Tommy Zwedberg, Karin Rehnqvist, Par
Lindgren y Bengt-Emil Johnson, Anders Blomqvist (que mezcla el rock y la música
de concierto), la noruega Ragnhild Berstad, el danés Bent Sorensen (autor del
cuarteto Alman) y los fineses Harri Wessman y Kaija Saariaho.
Johan Julius Christian Sibelius fue un compositor finlandés de música
sinfónica del siglo XX. Nació el 8 de diciembre de 1865 en Hämeenlinna
(Finlandia) y falleció el 20 de septiembre de 1957 en Järvenpää (Finlandia). Considerado
un excepcional artista en Finlandia, desempeñó una función determinante entre
finales del siglo XIX y principios del XX en la creación de un estilo musical
propio dentro del género. Sobre el valor de su obra, hay posiciones muy
encontradas: mientras el crítico y teórico alemán Theodor Adorno le considera
un compositor amateur y anticuado, el compositor húngaro Béla Bartók lo sitúa
entre los grandes autores de su época.
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