La Kakistocracia
Cuando el fiscal Yuri Skuratov (Rusia
"libre") inició las pesquisas sobre los negocios sucios de la
Mafia rusa, en combinación con las autoridades suizas, primero fue chantajeado
(video con prostitutas) y después sustituido. Carla del Ponte se cansó de hacer declaraciones contra el
gobierno ruso y se fue a presidir el Tribunal Penal Internacional de la Haya.
Lo único importante era celebrar la “liberación” de Rusia.
Mientras esto sucedía los ejércitos del
Kremlin masacraban Chechenia. Boris Berezovski fue
acusado por el entonces presidente de Chechenia, Aslam Maskhadov, de estar detrás
de la crisis de Daguestán, y el empresario confesó que había apoyado a Shamil Bazaiev para ‘reconstruir’ a Chechenia. Berezovski era un
magnate de la televisión relacionado con una hija de Yeltsin llamada Tatiana.
Un soldado ruso
observa los cuerpos de civiles chechenos asesinados durante el invierno y
enterrados en una fosa común. Grozni, 1995. Fotografía de Alexander Nemenov.
Rusia, tras ocultar varias décadas de un
totalitarismo estalinista despiadado, ahora tenía que ocultar las
extravagancias de su presidente Yeltsin, que contaba con el apoyo Occidental aunque
su gobierno no cumpliese con las normas mínimas de la democracia. Las
elecciones estaban manipuladas y eran una farsa de la libertad. “Los medios de comunicación masiva derraman
su veneno sobre los candidatos más seriamente opuestos al Kremlin y sólo
difunden sus declaraciones a cuenta gotas. La falsificación del sufragio dista
de ser un hecho excepcional” [Elena Bonner, “Putin
en el poder: el estalinismo moderno”. Proceso 1219. 12-3-00].
La
forma en la que el capital imperialista establece su dominación sobre el mundo,
consiste en interrelacionar holdings transnacionales y Estados-nación. Para
establecer estos reinos del capital monopolista se requiere de poderosos
gobiernos centrales controlados por oligarquías plutócratas que dominan todos
los resortes del Estado y subyugan a la “sociedad”, convertida en una
colectividad dedicada a un consumo absurdo, tanto de mercancía inútiles, como
diversiones necias. Es lo que conocemos como “sociedad de consumo”: la nueva fórmula
de “pan y circo” para entretener al populacho, mientras unos cuantos espabilados
hacen grandes negocios. El Estado capitalista se pone al servicio de los
empresarios. Las elecciones están cooptadas por los grupos con poder
financiero, quienes triunfan en ellas son candidatos previamente elegidos desde
la cúpula y apoyados por toda la maquinaria propagandística mercadotécnica.
Del libro del
diseñador Ludovic
Houplain, Logobook.
Esta forma de gobierno se conoce como Kakistocracia, término utilizado por Michelangelo
Bovero (profesor de la cátedra de
filosofía política de la Universidad de Turín), siendo su significado “el
gobierno de los peores”. El término Kakistocracia aparece en 1944 en la primera edición del “Dictionary
of Sociology” con la definición de Frederick M. Lumley que dice:
“Gobierno de los peores; estado de degeneración de las relaciones humanas en
que la organización gubernativa está controlada y dirigida por gobernantes que
ofrecen toda la gama, desde ignorantes y matones electoreros hasta bandas y
camarillas sagaces, pero sin escrúpulos”.
El
filósofo argentino Jorge L. García Venturini en 1974 definió a la “Kakistocracia” como el
gobierno de los peores. Kakistos
–nos dice- en griego es el superlativo de kakos.
Kakos
significa “malo”, y también, “sórdido”, “sucio”, “vil”, “incapaz”, “innoble”,
“perverso”, “nocivo”, “funesto”, y otras cosas semejantes. Luego, si kakos
es lo malo, kakistos, superlativo, es lo más malo; es decir, lo peor.
Plural de kakistos es kakistoi;
es decir, los peores. De ahí que se le ocurrió que Kakistocracia es el gobierno
de los peores.
“La kakistocracia que corroe al mundo está
compuesta por los capitalistas más ambiciosos, quienes actúan sin escrúpulos
sustentados en su poder monetario, gracias al cual conquistan el político y no
tienen por qué temerle a la ‘justicia’ que está incapacitada para juzgar a los
potentados. Silvio Berlusconi en Italia es el modelo conspicuo de esta
‘democracia’ del poder-dinero, auténtica kakistocracia, pues el peor de los
gobiernos posibles -sin contar al de los militares- es el de los mercaderes
(grandes capitalistas)” (Rusia Libre I de Alejandro Mora Gallardo en Crisol Plural).
En Rusia también han logrado el poder los
mercaderes corruptos y como era de
esperar, la pobreza se incrementa en Rusia; la miseria, el desempleo, la salud,
los servicios urbanos se vienen abajo; las cárceles están repletas, la
población va disminuyendo en un millón de personas al año, la carestía sume en
la miseria a un mayor porcentaje de la población. Esta situación está camuflada
por la farsa política de apertura informativa,
la cual esconde la verdadera naturaleza del régimen ruso actual: reproducción
de las viejas tendencias zaristas, después soviéticas. “La casi totalidad de los
diarios y de las cadenas de televisión están bajo el control de oligarquías
ligadas, de una manera u otra, a la autoridad del Estado. El régimen que
sustituye al soviético no podía ser otro que el oligárquico-capitalista
encabezado por una mafia que se extiende, gracias a la apertura, al resto de
Europa” (Rusia Libre I de Alejandro Mora Gallardo en Crisol Plural).
Detrás de las
decisiones de los mercaderes sólo hay el interés crematístico y su becerro de
oro –o gallina, qué más da- son los recursos petrolíferos y el gas. Chechenia
es una república caucásica independentista rica en gas natural y petróleo. Los nacionalistas
chechenos afirman que quieren independizarse de Moscú, porque Rusia va contra
sus intereses económicos. En realidad, están manipulados por los muyahidines
afganos liderados por Shamil Basaiev y
el comandante Al Khatlab,
inmiscuidos a su vez con la mafia chechena, muy potente y activa en los
negocios ilícitos. Detrás de todos ellos, al menos desde 1991, encontramos la
CIA financiando y proporcionando armamento a los freedoms fighters -combatientes
por la libertad-, cuyo ejemplo vemos actualmente en el caso de Siria, en donde
las milicias contra el gobierno legal de Bashar al-Assad están
armadas y financiadas por Barak Obama, teniendo en su contra a Rusia y
China. En Siria los americanos están regalando al Ejército Libre de Siria misiles Stinger
a través de Turquía para atacar aviones del gobierno sirio.
Breeding
Group de Deepak Tripathi, historiador británico, periodista e
investigador con una referencia especial a la política de Estados Unidos, nos
explica cómo se convirtió Afganistán, y puede seguir siendo, un refugio seguro
para los terroristas islamistas. Para el gobierno de mercaderes de USA lo más
importante era eliminar de la zona a los rusos (soviéticos o capitalistas). USA
no podía soportar un gobierno comunista surgido a raíz de la Revolución Saur
de 1978 en Afganistán. Los
americanos sustituyeron al tolerante comandante de las fuerzas americanas, Stanley
McChrystal, nombrando al duro general
David Petraeus, comenzando uno de los conflictos más feroces librados entre las
dos superpotencias de la Guerra Fría: la guerra de Afganistán (1979-1989).
En todas partes del mundo ocurre lo mismo:
la mano negra de la CIA manipula y crea movimientos independentistas, bien para
quitar gobiernos o ponerlos, según sus intereses petrolíferos. Las innumerables
guerras emprendidas por los EEUU han sido aprobadas por el gobierno de
mercaderes americano. Al frente de ellos un ejército de mercenarios
profesionales encargados de administrar duros castigos a los gobiernos de los países
antiamericanos, es decir, que no acepten las condiciones de los grandes comerciantes
anglosajones.
El freedom fighter Matthew VanDyke en Libia
La forma de
iniciar un ataque USA o de sus aliados los mercaderes europeos es de sobra
conocida. Empieza con la propaganda contra el gobierno del país al que desean
robar sus fuentes de energías o las materias primas. Normalmente suelen
acusarlos de comunistas, cuando no de dictadores o de ambas cosas a la vez;
también suelen tacharlos de fundamentalistas islámicos. Se supone que todos
ellos son unos malvados que tienen aterrorizado a su pueblo, como los talibanes,
los cubanos, el iraquí Sadam Hussein, Hugo Chavez o el sirio Basar Al-Assad.
Estos malvados matan a sus paisanos civiles con “armas de destrucción masiva” o
con “armas químicas”, pretexto que utilizan para invadir el país con sus ejércitos
mercenarios, para acabar con la élite gobernante que se atrevió a desafiar a
los mercaderes americanos. Después de destruirlos y de masacrar el país, todo
el Occidente se alegra porque, al fin, ha triunfado la “democracia”, el imperio
del Bien se ha impuesto otra vez sobre el imperio del Mal. Como en Iraq, donde
cada día hay más miseria y más enfermedades o como en la Rusia actual, liberada
de las garras de los soviéticos.
Según un estudio
de Antiwar, hasta hoy, se estima que la guerra
de Iraq ha costado 2 trillones de dólares, pero cuando se perfeccionen los
cálculos llegará a los 6 trillones (el presupuesto de España para 2013 es de 319.460
mill. €.). El estudio The Lancet encontró en 2006 que alrededor de 650.000 iraquíes,
tanto civiles como combatientes, habían muerto a causa de la guerra hasta ese
momento. Las últimas estimaciones afirman que más de 1 millón de iraquíes
murieron, con 4,5 millones de desplazados. Fuente: Antiwar
La primera guerra chechena se desarrolló
de 1994 a 1996 y fue espantosa, se contabilizaron más de 100 mil muertos entre
chechenos y rusos, en lo que desgraciadamente, como se viene haciendo
costumbre, la mayor parte de las víctimas fueron civiles. Para detonar la II
Guerra Chechena, los americanos armaron a un grupo de rebeldes musulmanes
chechenos y los hicieron penetrar en Daguestán con la pretensión de anexarse esa
república de la Federación Rusa convirtiéndola en una sola Nación islámica. Al
mismo tiempo, para asegurarse, los americanos promovieron una serie de
atentados en Moscú (1999) que se cobraron algo así como 300 víctimas.
Guerra en
Chechenia. Fotografía: Peter Turnley - Grozny, Chechenia, 1995. Fuente: Memoriando
fotografía
Estas provocaciones consiguieron desatar
la ira del Kremlin y la segunda invasión rusa fue tan cruel y despiadada como
la primera, contentándose con desolar y masacrar a Chechenia y a su capital
Grozny. Mientras la mafia chechena y los insurgentes islámicos podían
resguardarse, el común de los chechenos pagó las consecuencias.
Las tropas rusas controlaron por completo
la región e impidieron que la información se difundiera, por lo que las
atrocidades cometidas son muy poco conocidas. Los ataques furiosos de los rusos
pretendían acabar con los combatientes musulmanes, pero sólo consiguieron
masacrar Chechenia, obligando a más de 230.000 personas a refugiarse en la
vecina república de Ingushia (A. M. Mergier, Chechenia:
la guerra ‘particular’ de los rusos. Proceso 1205. 15-12-99:
54-55). Detrás de todo ello se escondía la disputa por los recursos de gas
natural y petróleo.
La triste realidad, un pueblo masacrado entre
dos fuerzas extremas: la fuerza represora del Imperio Ruso, y los grupúsculos
de independentistas islámicos manejados por Estados Unidos. Los rusos, ahora
liberales y capitalistas (supuestos amigos de Occidente) tenían a la población
recluida en campos de concentración donde las fuerzas especiales del Ministerio
de Justicia (eminentemente orwelliano, adjetivo utilizado como sinónimo de las
sociedades u organizaciones que reproducen actitudes totalitarias y represoras)
y la inteligencia militar rusa (o fuerza de élite) llamada Spetsnaz, se
encargan de ajusticiarlos, es decir, de torturarlos, vejarlos o pedir un
rescate por su liberación.
La fuerza de
élite rusa llamada Spetsnaz
Todo
posible acto de terror de Estado fue cometido, sin duda. Y la ONU impotente,
como de costumbre. Las atrocidades se hacen factibles por lo siguiente: Las
tropas rusas lograron cortar la capital Chechena del resto del mundo y allí
hacen lo que quieren [Jean
Paúl Marthoz. Jefe de Prensa de la representación
europea de Human Rights Watch. AMM. “Chechenia: historias de
una guerra escondía. Proceso 1219] “Moraleja: La
Humanidad sigue crucificada entre Imperios y el terror que ellos engendran no
hace sino multiplicarse” (Rusia Libre I de Alejandro Mora Gallardo en Crisol Plural).
Los gobiernos de los mercaderes del mundo
Occidental cuando se disputan los recursos energéticos causan sufrimiento al
pueblo, en general, siendo una prueba de ello el tipo de armamento que
utilizan. En Chechenia se emplearon las bombas conocidas como Fuel Air Explosives, (Bomba termobárica) también
llamadas Vacuum bomb: “son bombas de altísimo poder, compuestas por dos
explosivos, que se lanzan desde aviones o helicópteros. El primero expande una
nube de gasolina alrededor del blanco escogido. El segundo actúa como detonante
y provoca la aparición de una gran bola incendiaria que puede extenderse 100
metros. Al explotar, queman el oxígeno y crean una violenta onda de choque que
derrumba todo en sus alrededores y provoca la muerte por sofocación o colapso
de los pulmones” (Rusia Libre I de Alejandro Mora Gallardo en Crisol Plural).
Bomba
termobárica de 500 libras de combustible y aire atmosférico justo después de la
ignición primaria y momentos antes del impacto de conmoción en una estructura
de la prueba en Nellis AFB. Estas bombas fueron utilizadas en Afganistán en
2001-2002 en las aperturas de las cuevas donde se refugiaba Al-Qaida y causaron columnas de escape en el
otro lado de la montaña, borrando todos los seres vivos del escenario.
No hay estructura, mueble o inmueble,
edificación superficial o subterránea que sea inmune a su capacidad destructiva,
lluvia de fuego que si es arrojada sobre la foresta o campos de cultivo los
hace cenizas, como a la carne misma. El infierno en la tierra se propaga desde
que los asesinos de Estado en el siglo pasado propiciaron la escalada
armamentista como resultado de la competencia internacional que se da por los
recursos y la riqueza, imponiendo una política capitalista de acaparamiento,
justificada fundamentalmente en parámetros ‘económicos’ de escasez de recursos,
penuria producida por la propia tendencia
capitalista que tiende a concentrarlos en la propiedad privada de los
capitostes.
Armas de
destrucción masiva. Azores: el día que Aznar puso a España al frente de la
invasión de Irak por unas armas inexistentes. Fuente: 20minutos
Esta es la guerra del siglo XXI diseñada
por los gobiernos de los mercaderes: empleo de bombas incendiarias
supernapálmicas y las mini bombas nucleares, completado con el dominio de los
mares y del cielo, como estrategia militar de las superpotencias para controlar
los conflictos regionales, llevando la guerra fuera de sus países, convirtiendo
en infernos a los países poseedores de recursos energéticos.
¿Qué le ocurrió a la URSS?
22. La
Kakistocracia
20. Rusia
"libre"
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