Los misterios del sexo
Los elementos que intervienen en la
concepción y el nacimiento son cuatro: el cuerpo, la imaginación, la forma y la
influencia… El hombre surge del cuerpo del hombre; la imaginación es la que dota al niño de razón, moviendo al niño hacia las cosas
superiores o inferiores; la forma es la que fuerza al hijo a
parecerse a sus padres; finalmente, la influencia es la que determina la
salud o la enfermedad del cuerpo.
El hombre sabe que la naturaleza animal
está dividida en dos grandes clases: varón y hembra. ¿Pero cuales son los
principios espirituales que explican esta división? ¿Cuales son los procesos
interiores que producen los gérmenes de la vida?
Adan y Eva, 1538. Lucas Cranach El Viejo
Lucas Cranach, el Viejo, “Adán y Eva”, 1533
El espíritu inmenso contiene en su
seno todo lo que existe o puede existir. Por tanto, contiene los elementos
primordiales del sexo. De la “idea divina” se manifiestan las primeras
pulsaciones del pensamiento mediante el movimiento de la acción y la reacción,
de la inspiración y la expiración. Estos dos modos de movimiento constituyen
los atributos espirituales del sexo. A este espíritu biuno los cabalistas le
llaman Amor y Saber. El Amor, como rayo negativo o femenino, es apacible y
trata siempre de envolver. El Saber es positivo, masculino, en perpetua
solicitud y se mueve en línea recta. De esta acción dual de las potencialidades
espirituales nace la espiral o movimiento de la vida y símbolo de la eterna
progresión.
El átomo espiritual en su condición
primordial (el Yo central) contiene los elementos primarios del sexo, pero en
estado latente. No hay amor, ni saber, no hay felicidad porque desconoce lo
contrario, ni movimiento porque no sabe que es el reposo. La potencialidades
internas del sexo del Yo central se despliegan como consecuencia de su
evolución (o estados por los que pasa). Cuando el sexo transpira en el seno del
Yo divino se queda preñado con la forma dual y nacen las Almas gemelas (los elementos masculino y femenino de su ser), representados en
el Génesis como Adán y Eva, ignorantes del bien y el mal. Estas almas
(masculino y femenino) contienen cada una parte de la otra, y unidas forman el
Yo atómico absoluto. Pero después de diferenciadas son tan eternas e inmortales
como el Yo del que han surgido. Constituyen la idea divina de un padre deífico
(el Creador), idea creada en el seno del Yo divino. Son la expresión del amor y
el saber sobre la tierra.
Almas
gemelas, 2007. Gaspar Cortés Zarrías
Ciertos cabalistas afirman que la unión
entre hombre y mujer en la tierra es obra del Yo, de donde surge su santidad.
Por lo tanto, el hombre o mujer que no produce fruto aquí comete un crimen
irreparable. El hombre y la mujer durante la cópula ascienden del grado físico
al espiritual, la elevación del corazón y la mente del Amante y la Amada al
sacrosanto Shekinah (la gloria visible de Jehová descansando en su trono).
En ese momento, el de la cópula, dos
espíritus se funden e intercambian constantemente de cuerpo y, también se
intercambian los sexos: el varón no se porta con la hembra ni como varón ni
como hembra, sino que ambos son las dos cosas a la vez. Por eso se afirma que
el hombre está compuesto por un mundo superior, que es masculino, y un mundo
inferior que es femenino.
Pinturas
eróticas en un burdel de Pompeya
Naturaleza y
funciones del sexo.
Así pues, hemos visto como la divina
mónada o Yo, en su evolución, se transforma en trinidad (Yo, masculino y
femenino). ¿Cómo arranca el sexo del Yo? Es la manifestación de su espíritu, que es su naturaleza. Sus
funciones son el movimiento espiral de sus fuerzas evolutivas que despierta y
redondea sus posibilidades latentes.
El macho y la hembra existentes en la
naturaleza son las representaciones del amor y del saber. La mujer es el centro
del amor, la mansa, dócil y amable naturaleza que atempera al positivo espíritu
de agresión del hombre. Es la naturaleza de la mujer está el cuidar y el afecto
maternal. Físicamente es la porción más débil del alma dual, pero
espiritualmente es más fuerte que el hombre, el cual se convierte en un dócil
medio en sus manos y es manejado por sus sutiles poderes y recursos. ¿Por qué?
Pues el macho tiene que estar ligado a la hembra para tener el yo perpetuamente
consigo (al parecer la hembra lo tiene). Ya puede ser el macho una lumbrera
intelectual, que si le falta el consejo de la hembra no encuentra el camino de
la vida verdadera. Un hombre sólo está completo cuando se une a una mujer de la
tierra. Es decir, una doctrina machista surgida de la rancia moral judeocristiana.
Isoda Koryusai (1766–1788). Amorous Couple,
entre 1767 y1778. Ilustración par alas series
shunga. Brooklyn Museum
El amor es el espíritu vivificador del
mundo, lo que mantiene unido al universo. La definición del perfecto amor
hombre-mujer es el encuentro del amante y la amada, por el que la amada se
transforma en amante. La conversión de un ser en otro. Por debajo del amor
humano está el de los animales, los elementos, los cuerpos celestes…que se
sienten atraídos unos por los otros (¿El amor es igual a la fuerza de la
gravedad?). La voluntad del hombre es eléctrica, penetrante y destructora; la
de la mujer es magnética, atractiva y formativa. Son los polos opuestos de las
fuerzas creadoras de la naturaleza.
Izumo no chigiri, ilustración del libro Las promesas de Izumo, obra de
Terazaki Kōgyō, 1899.
La relación de un sexo con el otro.
En un principio la clase de parentesco
entre las dos Almas gemelas era de de hermano-hermana, después devino como
hombre-mujer. El amor no es la sensación física producida por la atracción
animal de sus naturalezas divinas, sino de las hondas y mudas emociones del
alma, es lo que llamamos amor espiritual, que no debe ser rechazado ni
reprimido por consideraciones humanas, al contrario. Cuando dos almas gemelas
se encuentran y se reconocen, nada físico del mundo podrá impedir su amor espiritual y su continua presencia
envenenaran y corroerá todo cuanto se refiera al afecto efímero por otro.
Si una mujer se casa en estas
circunstancias, los hijos que tenga recibirán los gérmenes de la vida
espiritual del alma ausente, y su marido externo sólo aporta las condiciones
físicas para traer los hijos al mundo. Perro el padre real será el alma gemela,
el cónyuge espiritual, por lo que el marido será un cornudo espiritual; muy a
menudo los hijos se parecerán al padre anímico.
Ilustraciones encontradas en Kama Sutras indios
El espíritu de una mujer embarazada es
tan fuerte que puede influir y cambiar el fruto de su vientre, como el alfarero
modela su arcilla. Dios dejó al hombre que propagara libremente su especie. El
hombre de acuerdo con su voluntad puede engendrar un hijo, transmitir su
semilla o no. Dios plantó la semilla en la imaginación del hombre. Si es voluntad del hombre, aparece el deseo en su
imaginación, y el deseo produce la semilla (¿Y si la mujer es estéril?). Pero
el hombre por sí sólo no puede inflamar su deseo, debe aparecer una mujer que
lo incendie. A partir de ahí, ya sólo depende del hombre si quiere asirse a esa
mujer o no. Lo mismo ocurre a la mujer. Cuando ve a un hombre, si éste se
convierte en su objeto, la imaginación de la mujer se fija en él, y si es su
deseo, se vuelve pletórica de semillas, de lo contrario, no produce semillas.
Cuando un hombre y una mujer lo desean se produce el fenómeno más importante de
las relaciones de un sexo con el otro: el coito.
Paul Avril, ilustraciones para Les Sonnetts Luxurieux (1892) de Pietro Aretino
La forma externa del hombre y mujer es causa de los secretos
principios del interior, de la fuerza espiritual que han creado su cuerpo. Un
alma macho no puede venir al mundo revestida de una forma femenina y viceversa.
Los seres humanos se reproducen mediante los fluidos seminales, los más etéreos
de las secreciones físicas, donde se encuentra la quintaesencia de la
naturaleza humana. Los órganos sexuales tienen sus funciones y utilidad, de lo
contrario, no estarían. No utilizarlos supone un grave daño físico y
espiritual.
Baco.
Diamantino Jesus y José Diogo (Ilha da
Madeira).
© DDiarte, "Baco",
Coleção Berardo (Medalha de Ouro Gaudi no Prémio Cidade de Réus de Fotografia
na VI Bienal Internacional de Fotografia XLV Medalla Gaudi, para a obra,
Espanha, 2007).
Depravación
sexual
Según la Cabala, la depravación sexual es
la causa de los sufrimientos y de los crímenes del mundo. Esta se produce
cuando se juntan hombres y mujeres que no son almas gemelas, por intereses
económicos. La unión entre dos almas contrapuestas engendra la semilla de toda
clase de perversidades y desórdenes sexuales, que acarrean la desgracia, el
crimen y la enfermedad. La aversión entre un hombre y una mujer se produce por
la discordancia de polaridad de sus
constituciones astrales (el influjo del planeta cuando nacieron). Un hombre
corteja a muchas mujeres, una mujer corre aventuras amorosas con otros hombres,
porque no han encontrado al ser apropiado.
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