La diosa de la muerte y de la vida
Diosa en el Paleolítico
La Diosa
Madre era la madrina de los nacimientos y de la fecundidad. Pero también lo era
de la muerte, una diosa vegetal, húmeda, que recibe a los muertos en su seno y
libera sus almas a un nuevo “nacimiento”.
En el periodo interglaciar Riss-Würm
(186.000-75.000 a.C.) hubo otra especie humana diferente a la nuestra, los
neandertales, cuyas sepulturas sugieren que esas personas concebían la muerte
como un misterio cuyo tratamiento requería rituales en su honor. Hace 60.000
años aparecieron los primeros cuerpos enterrados en posición fetal, algunos
mirando al este, lugar por donde sale la última luna creciente y el sol; otros
cuerpos aparecieron cubiertos de flores y salpicados de ocre rojo, símbolo de
la sangre y de la vida. Si quieres más información sobre los enterramientos
neandertales visita Comportamiento
social de los neandertales.
Un enterramiento neandertal en el Parque Arqueológico de Atapuerca
(Burgos).
El modelo lunar sugiere que los seres
humanos, cuando morían, se desvanecían como la luna, del mundo de los
vivientes, quizás para renacer en otro mundo, a lo mejor para regresar a éste.
La fase en la que se producía el renacimiento era la cuarta, los tres días de
oscuridad de la luna. En un disco lunar confeccionado en diente de mamut,
hallado en Brno (República Checa) con una antigüedad de 20.000 años se puede ver una incisión que, o bien representa
una vulva, o simboliza los tres días de oscuridad, o ambas cosas a la vez.
Disco lunar
confeccionado en diente de mamut, hallado en Brno (República Checa) con una
antigüedad de 20.000 años, en el que se
puede ver una incisión que, o bien representa una vulva, o simboliza los
tres días de oscuridad, o ambas cosas a la vez.
Simbólicamente el pasaje laberíntico a
través de la cueva, la espiral y el meandro simbolizan la manera sagrada de
acercarse a una dimensión invisible para los sentidos humanos, porque durante
los viajes extáticos de los chamanes se experimentaban alucinaciones en las que
tenían la sensación de viajar a través de un túnel oscuro, al final del cual
había una luz blanca y resplandeciente, donde reinaba la paz, lugar al que
solían llamar paraíso. En la primera fase del viaje extático se ven formas
geométricas (puntos, zigzags, meandros, espirales, conjuntos de líneas y curvas
paralelos entre sí…) de colores centelleantes (fosfenos), lo que dio pie a la
creación de laberintos para los humanos.
Mosaico
romano que representa a Teseo luchando contra el Minotauro
Encontramos muchas espirales grabadas en
las estatuillas de las diosas, también sobre o alrededor de las imágenes
talladas en cuerno, piedra o hueso y en las paredes de las cuevas, pues durante
la segunda fase del viaje extático los fosfenos suelen proyectarse sobre las
paredes de las cuevas y su presencia se detecta como algo real, que puede
convertirse en una serpiente o en cualquier monstruo fantástico surgido de la
nada para impedir el avance del chamán hacia el final del túnel. La espiral más
antigua que se conoce es la que representa la figura de abajo, grabada sobre
una hebilla encontrada en Mal’ta (lago Baikal) con una antigüedad de 16-13.000
años.
Espiral
Mal’ta (lago Baikal) con una antigüedad de 16-13.000 años
Una
espiral de 7 vueltas nos recuerda las 7 capas de muescas grabadas alrededor de
la cabeza de la diosa Willendorf, al enroscamiento de las serpientes, a los
siete planetas, a los 7 días que dura un cuarto del ciclo lunar y al número Fi o “proporción áurea”.
Diosa de Willendorf
La
proporción aurea
Este
número áureo está representado por la letra
griega Φ (fi) (en
honor al escultor griego Fidias), es el número irracional:
y se visualiza de la siguiente manera:
Origen
de la espiral
División de un segmento en media y
extrema.- Sea AB un segmento. Trazamos por B una
recta perpendicular y medimos el segmento BD=AB/2. Unimos D con A.
Con centro D y radio DB dibujamos una circunferencia que corta AD
en E, y con centro A y radio AE dibujamos otra que
corta AB en C. El punto C divide el segmento AB en
media y extrema razón: AB/AC=AC/CB.
Supongamos
que CB=1 y AC=x. Entonces AB=x+1, y se verifica que (x+1).1=x2.
El valor x positivo que verifica esta igualdad es (1+√5)/2=1,6180339…,
que se llama número áureo y se representa por la letra griega Φ, en
honor del arquitecto griego Fidias. Por la construcción, el número Φ es el
valor de la sección aurea.
* * * * * *
La
espiral se encuentra en los remolinos de agua, en las conchas marinas, en los
intestinos, en la tela de las arañas y en las galaxias que giran en el espacio.
El agua y la serpiente están asociadas íntimamente a la espiral, como lo están
el meandro y el laberinto. El meandro más antiguo tiene una antigüedad de
135.000 años y se encuentra grabado en un hueso de Pech de l’Azé (Dordoña).
Meandro
del hueso de Pech de l’Azé (200.000 a 135.000 a.C.), el grabado más antiguo que
se conserva, según Alexander Marshack, Roots of Civilization,
McGraw-Hill Book Company, New York, 1972
El hueso más famoso y antiguo con
decoraciones que fluyen es este fragmento de costilla descubierto por F. Bordes
en Pech de l'Azé II, en un nivel Achelense (Fig. 1, arriba). Las líneas serpentinas
o meandros fueron interpretados por el descubridor y otros autores (Donald,
1991) como grabados deliberados. Esta interpretación fue confirmada por el
análisis microscópico realizado por Marshack, que veía en este grabado el
precursor de los "meandros " visibles en las paredes de muchas cuevas
decoradas del Paleolítico Superior.
Sin embargo, el análisis microscópico de
este tema con microscopía electrónica de barrido y su comparación con los
huesos existentes ha demostrado que los grabados eran sólo la huella de surcos
vasculares o “caminos” hechos por las arterias o venas en la superficie del
hueso, es decir, fenómenos naturales, según D'Errico y Villa, (1997 y 1998). En este
estudio se han puesto en duda varios otros objetos similares que presentan
decoraciones de forma libre, como los de Cueva Morín (González Echegaray y
Freeman, 1971) y Stranska Skala (Valoch, 1987), por ejemplo.
Marshack creyó que esto era una imagen de una diosa con una
pequeña cabeza, hombros dobles angulares, los senos, las dos manos de tres
dedos, una decoración serpentina en ambos lados a lo largo de la longitud de la
imagen, y en la parte inferior una vulva ampliada. La imagen de circular por
encima de la vulva puede representar un himen o un ombligo. En el centro se
encuentran dos imágenes rectangulares con una línea por la mitad de lo que
podría ser una representación simbólica de una letra o sonido. En realidad, no
sabemos lo que podría significar.
La línea de meandro o en zigzag es
probablemente el símbolo más antiguo. Este diseño simple se ha establecido en
muchos sistemas de escritura, a menudo con significados similares.
Este signo abunda en los antiguos
jeroglíficos egipcios, con el significado de agua. (Véase Gramática egipcia, página
490, Alan
Gardiner, Instituto Griffith, Ashmolean Museum,
Oxford, tercera edición, 1994).
Vimos como la notación lunar (hecha en
forma serpentiforme) proporcionó al hombre una conexión analógica entre la luna
y la serpiente. El agua ondulada también se simboliza por la serpiente, y a su
vez por la espiral y el meandro que retrataba el agua que serpentea por el
interior de las cuevas, es decir, que
emana del útero de la Diosa.
El meandro, la espiral, son símbolos del
intrincado sendero que conecta el mundo visible y el invisible, el que han
recorrido las almas de los muertos con el fin de volver a entrar en el útero de
la madre para liberar sus almas a un nuevo “nacimiento”. Figuras de las diosas,
imágenes de la luna, los cuernos en forma de luna, los cuernos en forma de luna
creciente del bisonte y del toro, el pájaro, el meandro, laberintos y
espirales… todos reaparecen una vez y otra en los mitos de los hombres. Un excelente estudio de la espiral se
puede ver en Gertrude Levy “The Gate of Horn: A Study of the religions
conceptions of the Stone Age, and their influence upon Euroepean thought”.
Diosa
de la muerte y de la regeneración en el Neolítico.
Las primeras diosas de la “Vieja Europa”
datan del 6000 a.C. Habitualmente tienen cabeza y cuello en forma de pilar y
están sus brazos cruzados sobre el pecho. Llevan un triangulo genital inciso de
forma marcada, antecedentes de los que se perfilarán más adelante en las islas
del Egeo. Permanecen estables durante 4000 años hasta que evolucionan en las
figuras cicládicas del III milenio a.C.
1.
Diosa encinta (c. 5000 a.C.) del cementerio de Cernavoda (Rumania), 2 y 3
diosas halladas en Atenas, 4 diosa Berlín.
1.
Diosa cultura Hamangia, Cernavoda. 2 y 3. Diosas cicládicas. 4. Diosa museo del
Louvre.
Diosa
de Veroia, diosa Ashmolean, diosa cíclada de Keros-siros, diosa de Gilan
(noroeste de Irán) c. 1000 a.C.
Figuras
cicládicas
Los muertos se enterraban con los brazos
cruzados sobre el pecho, los niños en urnas de forma de huevo, en posición
fetal, como si estuviesen colocados de nuevo en la matriz de la madre,
colocando a su lado pequeños recipientes que llenaban de ocre rojo,
representando la sangre que tenía que devolverlos a la vida.
Enterramiento
en pithoi típico del Bronce.
Ajuares
funerarios de unos miembros de la élite en la necrópolis de Varna 4500 - 4000
aC (Varna, Bulgaria)
Al igual que durante el Paleolítico y el
Neolítico, todavía no existe distinción alguna entre Diosa de la vida y Diosa
de la muerte, cosa que no sucederá hasta la Edad del Bronce. Se hallaron discos
que sirven de ejes de husos junto a las estatuas de las diosas, lo que indica
una mitología de la Diosa como hilandera de la trama de la vida, posteriormente
hilada en Grecia por las tres Parcas lunares, o diosas del destino.
Las
parcas de Goya, pinturas negras, museo del Prado
John Melhuish Strudwick, “A Golden Thread,” 1885
A
menudo se presenta a la diosa con dos cabezas (diosa dual) que simbolizan el
principio de la Unidad más allá de la dualidad. Este símbolo también se
representa con la imagen de la madre y
la hija, la que dio la vida y la que lleva en su interior la vida que está por
venir. El mismo sentido tienen la luna llena y la creciente, historia que se
relata en el mito griego de Deméter y Perséfone.
Diosa
bicéfala (cultura de Vinca c 5000-4800 a.C) de Rumanía. Figura en mármaol
blanco de la diosa dual (santuario VI A. 10, Çatal Hüyük). Amantes de
Gumelnitsa c. 4500 a.C., Casciorele, Rumanía.
La imagen de la Diosa de la vida y la
muerte, como totalidad, se representa a menudo con la imagen de dos hermanas:
las mesopotámicas Inanna y Ereskigal, o las egipcias Isis y Neftis, diosas de
la luz y de la oscuridad que juntas componen la totalidad. Como Diosa de la muerte y regeneración, la
diosa sumerio-babilónica Inanna-Istar aparece flanqueada por lechuzas, montada
sobre un par de leones, y como la esfinge egipcia que custodia la tumba de los
faraones.
La diosa Inanna-Istar
aparece flanqueada por lechuzas, montada sobre un par de leones.
Isis, Neftis y Knoum, XIX dinastia
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