Holodomor: canibalismo
Según repiten los manipuladores, sin comprobar los hechos, la hambruna generalizada llevó a algunas
personas a practicar el canibalismo, información que deriva –por
desconocimiento o malicia manifiesta- de la hambruna ocurrida en la región del
Volga el año 1922. La falsa información
la difundió, según los diplomáticos franceses, los Consulados rusos de Alemania
e Italia. (En la Carta 75 de Dejean a Paul-Boncour, Moscú, 15 de marzo de 1933,
46, p 2, se puede leer: “Pero la situación es mucho peor en Ucrania donde reina
actualmente la más espantosa escasez. Puede hablarse de auténtica hambruna en
los distritos rurales... Incluso han sido señalados casos de canibalismo por
los Consulados de Alemania e Italia». Documentación del Quai d’Orsay).
Por otra parte, también existen
documentados casos de canibalismo durante el largo asedio de Leningrado (1’5
millones de muertos) durante la II Guerra Mundial y en el campo nazi Stalag 360,
situado en Rovno, Ucrania.
Durante
la Segunda Guerra Mundial se registraron también otros casos: en el campo nazi
Stalag 360, situado en Rovno, Ucrania, los alemanes documentaron prácticas
caníbales entre los prisioneros de guerra soviéticos.
Fotos tomadas en la región del Volga alrededor del año 1922. Según el texto de las anotaciones en ruso y chino, se trata de campesinos hambrientos que se alimentaban de carne humana
Niños
muertos de inanición a causa de la Hambruna del Volga, 1921. Fuente: Eurasia1945
Según afirma Inner el Pendejo, todavía
sin corfirmar, las imágenes proceden de una exhibición pública y oficial sobre
el hambre en la región del Volga que se realizó en el Kremlin en 1922.
Dicha exhibición incluía fotografías de campesinos practicantes del canibalismo que habían sido capturados por la Checa (policía secreta soviética). Aquí la nota del New York Times (29 de mayo de 1922). Fuente: Inner el Pendejo
También incide en el tema los artículos
del arzobispo nazi de Viena, Innitzer, publicado en el Osservatore
Romano el 23 y 24 de agosto
de 1932, dando noticias alarmantes sobre la hambruna en Rusia con detalles
sobre el canibalismo, etc. Esas
informaciones habrían sido publicadas primero en el Écho de la
Bourse de Bruselas,
siendo consideradas una exageración en Bélgica, a tenor de los informes
de su embajador en Moscú.
En 1932 se produjo un problema de
abastecimientos en la URSS, y no sólo en Ucrania, Norte del Cáucaso y
Kazajstán, lo que obligó a instaurar las cartillas de racionamiento. La causa
fundamental de esa escasez fue la resistencia de los campesinos kulaks
o campesinos ricos, a la colectivización del campo, que en algunas regiones se
levantaron en armas contra el gobierno ruso.
Este período de escasez no llegó a durar
un año, pues la cosecha de 1933 fue excepcional, como la reconoce la
documentación diplomática francesa. No hubo “hambruna de proporciones
dantescas”, ni “represiones masivas de campesinos”,
más que en la cabeza de los propagandistas nazis. Ellos se inventaron estas
mentiras para denigrar los éxitos de la colectivización del campo en la URSS
que propició la industrialización pesada. Con el excedente demográfico agrícola
se pudo cubrir la demanda de mano de obra de las fábricas recién creadas.
Fotografía
tomada en una villa de la región del Volga en 1921. Muestra a una pareja de
campesinos que raptaba niños para alimentarse.
Esta escasez de alimentos en el campo se
agravó en las ciudades, como Moscú y Leningrado (San Petersburgo), donde el
gobierno soviético había trasladado
miles de campesinos para trabajar en los grandes complejos industriales.
Para alimentar a los obreros de los
grandes centros industriales, que vivían en ciudades, se debía engendrar una
producción agrícola enorme con escasa mano de obra, y eso sólo era posible
mecanizando el campo, es decir, racionalizando los recursos productivos y
humanos rurales. La URRS en pocos años dejó de ser un país mayoritariamente
agrícola y se convirtió en urbano, con más del 60% de la población viviendo en
ciudades hacia 1960, mientras que en 1930 el 75% vivía en el campo.
La colectivización, con el trauma de vidas y producción que supuso,
consolidó el control del PCUS en las áreas rurales, y aseguró la utilización de
los precios agrícolas (bajos para los agricultores y altos para el consumo)
como base para la acumulación de capitales y del crecimiento de la
industrialización, toda ella realizada por el Estado, con grandes complejos
industriales y de electrificación.
Caricatura
contra los Kulaks y los Sacerdotes: "Las tierras y las fábricas a los
terratenientes y los capitalistas". Fuente: Taringa
El recuento
de víctimas de la hambruna sigue brincando según la procedencia de las cifras:
por un lado, políticos y lacayos de los capitalistas, por el otro, los
historiadores. El número oscila entre 1’5 millones y los 10 millones. Los culpables son -según los
propietarios y los empresarios (capitalistas) y sus asalariados mediáticos y
políticos-, los bolcheviques y Stalin.
Cada vez más, los historiadores opinan
que se debe estudiar el asunto seriamente para poder averiguar lo que pasó. No
obstante, la sublevación de los kulaks,
manipulados por las potencias capitalistas, tuvo mucho que ver con esta
hambruna, que no fue exclusiva de Ucrania, pues la sequía afectó a otros
lugares, incluidas las llanuras centrales de los Estados Unidos
Los Kulaks (lo que la derecha llama campesinos libres), antes de dejar paso
a la colectivización prefirieron matar sus animales, destruir sus granjas y
quemar sus cosechas, lo que produjo que se expandieran las enfermedades y el
hambre.
Los campesinos ricos (kulaks) no cultivaban por sí mismos sus tierras sino que utilizaban
asalariados a los que explotaban. Alemania y el Vaticano, más o menos
abiertamente, alimentaban el nacionalismo y la campaña separatista de Ucrania.
La finalidad de los religiosos era terminar con el comunismo y la de los
alemanes la de apoderarse del granero ucraniano.
El
motivo de la intervención americana y sus aliados europeos no fue acabar con el
nazismo –en realidad, temían muchos más al comunismo-, sino impedir que
Alemania y Japón les quitaran sus “colonias”: los mercados y la fuente de
aprovisionamiento de sus materias primas.
Todos estos elementos
contrarrevolucionarios de la derecha capitalista estuvieron intrigando y
maquinando para provocar las huelgas de brazos caídos con la esperanza de crear
graves desórdenes y revueltas en la URSS.
Sus complots consiguieron una disminución
de la producción de cereales que en un momento dado amenazó seriamente a Moscú,
causando graves dificultades en las regiones donde se organizó el sabotaje de
la cosecha y el resto de la nación.
Stalin comenzó con los Planes Quinquenales (1928-1936) liquidando las estructuras capitalistas que se habían
reestablecido en el período anterior y, eliminando, al mismo tiempo, la doble
oposición a su política desde sectores de la derecha y de la izquierda del
partido, personificada en Trotsky y Bujarin, respectivamente. La
colectivización fue impuesta al rico campesinado por la fuerza, con la
eliminación física de gran parte de los kulaks.
La nacionalización del comercio y de la
industria resultó mucho menos problemática por el número de personas afectadas
y por la mayor eficacia directa de las medidas burocráticas en estos
sectores. Entre 1.926 y 1.940 la producción industrial se multiplica por
8,5. El fenómeno que más sorprende al mundo capitalista es la inmunidad del
nuevo sistema a las crisis económicas.
Holodomor:
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