Los Illuminati
Algunas sectas actuales –dirigidas por teóricos
de la conspiración- pretenden ser descendientes de los Iluminados, una agrupación secreta que tuvo
su origen en los cultos precristianos y en las masonerías del mundo antiguo y
medieval, según pretenden sus nuevos creadores.
Para comprender esta pretensión de antiguedad teneis que leer la entrada de mi blog (en catalán) titulada el Nou Orde Mundial. En realidad, los Iluminados fueron fundados por el catedrático alemán Adam Weishaupt el 1 de mayo de 1776 en Baviera, desapareciendo después de su prohibición entre 1784 y 1785.
Para comprender esta pretensión de antiguedad teneis que leer la entrada de mi blog (en catalán) titulada el Nou Orde Mundial. En realidad, los Iluminados fueron fundados por el catedrático alemán Adam Weishaupt el 1 de mayo de 1776 en Baviera, desapareciendo después de su prohibición entre 1784 y 1785.
Adam Weishaupt, el fundador.
Tras la fundación Adam Weishaupt atrajo a jóvenes estudiantes y
a Adolf von
Knigge, quién escribió el Rito de Los
Iluminados de Baviera, junto a él. Los Iluminados bávaros
rápidamente se extendieron por Austria y otros puntos de Europa, afiliando a
personalidades de la talla de Herder, Goethe, Cagliostro, el Conde de
Saint-Germain... Animado por su éxito, Adam Weishaupt tomó la determinación de
afiliarse a la masonería alemana y ordenó el control de la misma. Se unió a los masones en 1777. En 1780 se unió el
barón Adolf von
Knigge, un masón respetado de alta categoría, lo que permitió
incorporar elementos masónicos a la estructura de la organización y a sus
ritos. Sin embargo, la Orden no pudo obtener reconocimiento oficial de los
masones en la conferencia masónica (Convento Masónico de Wilhelmsbad) en 1782.
Adolph Freiherr Knigge, su patrocinador más influyente.
La
oposición más fuerte vino de la Gran Logia de Inglaterra y los recelos de Los Iluminados
Teósofos del místico sueco Swedenborg y del Gran Oriente de Francia, que
desconfiaban de su carácter igualitario y revolucionario, pues ellos eran
cristianos conservadores que luchaban por conservar sus privilegios de clase.
El historiador Max
Nettlau considera a los iluminados y a su
creador Weishaupt como los primeros socialistas revolucionarios y el
precursor del socialismo revolucionario de la Conspiración de los Iguales de François Noël Babeuf; del socialismo científico o comunismo de Marx y Engels; y del socialismo
libertario o anarquismo de Bakunin
o Kropotkin.
Esta opinión no se sostiene en la realidad, pues la historia demuestra
que Inglaterra fue la cuna del socialismo "utópico", una respuesta intelectual al
cortejo de miserias del naciente proletariado, consecuencia de la Revolución
Industrial. En Francia tuvo un carácter más filosófico que en Inglaterra. Su
primer representante fue el conde Henri de Saint-Simon. Propuso la Federación de
Estados Europeos, como instrumento político para controlar el comienzo y
desarrollo de guerras. Al mismo tiempo Charles Fourier, concibió los falansterios
(comunidades humanas regidas por normas de libre albedrío e ideologías
económicas socializadas).
Dice Carlos Endara en Los
artículos de Kaos Quántico que el motivo de fondo de las disputas entre
illuminati, martinistas de Willermoz y masones ingleses fue que, en aquellas
fechas, los Illuminati de Baviera ya defendían una iniciación muy alejada de la
tradición judeocristiana, es decir, una iniciación luciferiana; una filosofía
fundamentada en el materialismo, el ateismo, la razón atea...; y unos
planteamientos cercanos al comunismo y al anarquismo, realidad que las
Obediencias idealistas y sectarias como la Gran Logia inglesa o los martinistas
no podían admitir.
Lenin
en ¿Qué hacer? (1902) Dijo: “La historia de
todos los países testimonia que la clase obrera, solo por sus propias fuerzas
no puede alcanzar más que la conciencia trade-unionista, es decir, la
convicción de la necesidad de unirse en el sindicato, de conducir la lucha
contra los patronos, de reclamar al gobierno tal o cual ley necesaria (...) En
cuanto a la doctrina del socialismo, esta ha surgido de las teorías
filosóficas, históricas, económicas, elaboradas por representantes instruidos
de las clases poseedoras, los intelectuales. Por su situación social, los
fundadores del socialismo científico contemporáneo, Marx y Engels, eran
intelectuales burgueses. Igualmente en Rusia, la doctrina teórica de la
socialdemocracia surgió independientemente del crecimiento espontáneo del
movimiento obrero. Ella fue el resultado natural y fatal del desarrollo del pensamiento
de los intelectuales revolucionarios socialistas”.
Lenin y
Kropotkin
En
cambio, Pedro
Kropotkin en Tiempos
Nuevos (1894) frente a esta creencia del marxismo en la
superioridad de unos intelectuales providenciales y sapientes –nacidos de la
burguesía- afirma que el socialismo surgió, hace mucho tiempo, del valor humano
que han ido forjando los trabajadores por el estímulo de su vivir azaroso y
difícil. El socialismo ha surgido de las profundidades del pueblo mismo, lo
único que han hecho los pensadores burgueses ha sido elaborar intelectualmente
el fondo de las ideas surgidas del espíritu colectivo del pueblo trabajador.
Lo ocurrido en el Convento provocó la dimisión
y la traición de Knigge, de manera que Weishaupt y los Illuminati quedaron
enfrentados definitivamente a los masones de la Gran Logia de Inglaterra. Adolf
von Knigge, masón católico, martinista de Willermoz, terminó traicionando a los
Illuminati bávaros en 1782 y abrazando con pasión el cristianismo. En el fondo –afirma
Carlos Endara- muchos Illuminati eran
cristianos disfrazados que superaban los diferentes grados de iniciación, “pero a la hora de superar el idealismo y
abrazar el materialismo, el ateísmo…, se vienen abajo… retoman la sumisión a la deidad de turno
que aprendieron de niños o suplen el veneno religioso de la infancia con
idealismos de lo más variopinto: el nacionalismo, el culto a ídolos de la
música o el deporte, etc.” (Los
artículos de Kaos Quántico).
Símbolo de los Iluminados de Baviera: el
Mochuelo de Minerva
La
masonería moderna o especulativa tomó forma en Londres en 1717, cuando las cuatro
logias londinenses que llevaban el nombre de las tabernas en que realizaban sus
encuentros (La
Corona, El Ganso y la Parrilla, El Manzano y El Racimo y la Jarra), se reunieron para
formar una agrupación común a la que Gran Logia de Londres y de Westminster, y
su primer Gran Maestro fue Anthony Sayer. Los Illuminati acusaron a la nueva masonería escocesa rectificada o
Rito Escocés Rectificado nacido en el Convento Masónico de Wilhelmsbad de ser
una creación de los jesuitas, y a los masones de la Gran Logia inglesa de no
ser masonería en el sentido estricto de la palabra, ya que fue fundada por
pastores protestantes, es decir por clérigos cristianos, jamás iniciados en una
logia, o mejor dicho, por profanos. Weishaupt conocía esos datos referentes a
los masones de la Gran Logia de Inglaterra y los denunció en sus escritos, tras
lo ocurrido en el Convenio Masónico de 1782, diciendo que sus ínfulas de una
pretendida antigüedad, así como su origen en una antigua Logia de York que
tenía por rey a Boudin, o sus referencias al viejo Aberdeen y su clerecía
sagrada eran todo cosas falsas.
Francmasón inglés del siglo XIX. Fuente Wikipedia
La supuesta antigüedad de los
Illuminati
En Conspiración
contra Dios y el hombre, Clarence Kelly afirma que la doctrina de Weishaupt
se remonta al año 872 de la era cristiana, a una secta llamada los Ismaelitas.
El origen del ismailismo se remonta a la muerte, en 765, del sexto imán chiita
y las discusiones a propósito de su sucesión. Dicho imán, Ya`far as-Sadiq, había nombrado sucesor a su primogénito Ismael
pero este murió unos años antes que su padre. La parte de la comunidad chií que
más adelante formará la rama de los Imaníes decidió que le sucediera su otro hijo,
Musa al-Kazim, como séptimo imán. El
grupo llamado después ismailí, sin embargo, no admitió la muerte de Ismail y
extendieron la creencia de que se había ocultado y que volvería al final de los
tiempos como mahdi (el Prometido, el Guiado).
Los ismailíes profesan doctrinas
fuertemente influidas por el neoplatonismo, el gnosticismo y creencias tomadas de otras religiones como el maniqueísmo. Para ellos el islam tiene dos
principios complementarios: el exotérico o zahirí representado por el
profeta, el Corán en su sentido literal y la Sharia; y el esotérico o batiní (invisible) personificado
por el imam y la interpretación mística del Corán. Los ismailíes piensan que el
Corán es una alegoría de un mensaje oculto que, a su vez, es alegoría de otro
más oculto aún y así sucesivamente hasta siete niveles de esoterismo, el último
de los cuales contiene la verdad suprema. En su fortaleza de Alamut, en Irán,
los nizaríes
reformaron el ismailismo abandonando definitivamente todas las
prescripciones rituales islámicas para centrarse únicamente en el aspecto
esotérico de su fe.
Los nizaríes fueron denominados por
sus detractores como Hashshashin
(deriv. del árabe "حشيش", tr. "ḥašīš" [haʃí:ʃ], consumidores
de hachís), fueron una rama de la secta religiosa chiíta-ismaelita de los
musulmanes en Oriente Medio, activa entre los siglos X y XIII. Se hizo famosa a
partir del siglo XI cuando tuvo su máximo poder en la dinastía Fatimí, por su
actividad estratégica de asesinatos selectivos contra dirigentes políticos,
militares y Reyes.
La fortaleza hashshashiín de Alamut y su líder El Viejo de la
Montaña en una representación cristiana medieval.
El escritor fundamentalista Clarence Kelly
afirma que todas estas doctrinas influyeron en los Iluminados, los cuales abogaban
por el derrocamiento del orden social actual y todas las formas de religión,
para remplazarlas con un dictador universal, según los tradicionalistas, el
mismo Satanás. La realidad no es ésta, aunque nosotros la hayamos citado aquí. Las
sectas místicas y los ismaelitas que esperan a su salvador no son precedentes
de los Iluminados; más bien, son movimientos religiosos que beben en la
religión gnóstica, la más grande y antigua formulación del dualismo, origen del
resto de las religiones actuales. Los gnósticos, los platónicos, los esenios…
todos los que defienden creencias metafísicas en un mundo ideal perfecto, cuya
réplica es el mundo real imperfecto están unidos por la misma equivocación
mental: toman la idea, producto del cerebro humano, como lo verdadero.
Pretenden que el dios creado por el hombre, inventado a semejanza de él –pero con
cualidades de superhombre- para aliviar sus sufrimientos, sea, en realidad
quien haya creado al hombre, lo cual contradice todo lo que la ciencia ha
averiguado hasta el momento. Y aquí no vale acudir con la réplica de que muchos
científicos creen en Dios, porque una cosa es el método científico y otra el estado mental del científico en cuestión.
A mí no me interesa la opinión de
aquel que ha sido calificado como “científico”, adjetivo que aplicamos
demasiadas veces para conceptuar al mero técnico especializado en una materia,
ensalzándolo y subiéndole a un pedestal al que nunca ha llegado -por su vacía
inteligencia- y al que nunca llegará hundido en el caos de su vanagloria y henchido
por sus ínsulas. Que no es lo mismo ser alabado por los aduladores que ser
inteligente. También cree en Dios el Demonio y viceversa.
Adam Weishaupt
(1748-1830)
Nació
en Ingolstad (Baviera) en el seno de una familia judía, cuyo padre era rabino. Quedó
huérfano a los cinco años, siendo educado por su abuelo el jesuita Johann Adam Ickstatt, en la biblioteca del cual
adquirió conocimientos sobre filosofía francesa. El fundador de los Iluminados adquirió conocimientos
sobre filosofía en la biblioteca del barón de Ickstatt, siendo educado por los
jesuitas, aunque siempre les repudió.
Algunos escritores argumentan
que en el año de 1771 conoció a un mercader danés llamado Franz Kolmer, quien lo introdujo
en las prácticas mágicas de Egipto y lo inició en los Misterios de los Sabios de Memphis (que no sé quiénes eran, excepto que Gabriel García Marques, los sitúa en Macondo
en Cien Años de Soledad) y las doctrinas
antirreligiosas de los maniqueos, provocando en la mente del joven Weishaupt un
espíritu anarquista y poco tolerante para con la religión.
En la Wikipedia se afirma que
probablemente la figura de Adam Weishaupt sea junto con las de Hiram Abif (es
una figura alegórica del ritual masónico que refigura al maestro constructor
del Templo de Salomón) y Jacques de Molay (Templarios), una de las tres más
representativas en la historia de las sociedades secretas.
Pero regresemos a Adam Weishaupt, quien con 27 años, alcanzó el cargo de
catedrático de la facultad de derecho canónico de Ingolstadt y se inclinó
definitivamente por los Misterios y la iniciación, fundando el 1 de mayo de
1776, en Ingolstadt, la Orden de los Perfectibilistas, más tarde
denominada los Illuminati de Baviera.
Weishaupt,
confinado en la pequeña ciudad de Ingolstadt, se vio obligado a dirigirlo todo
por vía epistolar, no impidiendo esto que rápidamente los Iluminados abrieron
logias en Alemania, Austria, Italia, Hungría, Francia y Suiza. Gracias al
dinamismo del barón Adolf von Knigge, Weishaupt pudo elaborar
relativamente pronto el Rito de los Iluminados de Baviera de trece grados de
iniciación. Los tres grados iniciales fueron "Novicial",
"Minerval" e "Iluminado".
Familia de los conspiradores: BEAST,
Bilderberg, Club Bohemio, CFR, CIA, Club de Roma, Sociedad Fabiana, el Consejo
del Gran Druida, los Illuminati, el FMI, la Mafia, Oxford, Pilgrim Society,
Rand Corp, Rockefeller, Rosthschild, Royal institute of Affairs, Skull and
Bones, Tavistock Instituto, Comisión Trialateral, Unicef, Naciones Unidas,
Consejo Mundial de la Paz, los sionistas
El ingreso se preparaba con un
ayuno prolongado; durante la noche se presentaba al iniciado desnudo y con los
genitales atados ante los iniciadores enmascarados. Tras el juramento de lealtad
a la orden, el afiliado debía redactar un "pensum", en el que
describía su vida anterior, explicaba los motivos que le impulsaban a ingresar
y su grado de compromiso. La fase de "noviciado" solía durar un par
de años.
El grado siguiente,
"Minerval", comenzaba con la iniciación propiamente dicha. Debía
estudiar ciencias físicas, matemáticas y morales. El rito consistía en un
diálogo entre iniciado e iniciador seguido de nuevo juramento de lealtad. A
partir de entonces, el afiliado podía introducir a nuevos miembros en la orden.
El acceso al grado siguiente se realizaba sin pompa ni boato. Simplemente, se
alcanzaba el grado de "Iluminado" mediante una ceremonia a la que
solo asistían el aspirante y los miembros del mismo grado de la localidad donde
tenía lugar la ceremonia. El grado de Iluminado marcaba la separación clásica
entre "Pequeños", dominio sobre las capacidades humanas, y
"Grandes Misterios", dominio y poder sobre el mundo, es decir, se
referían efectivamente a poder político, entendido, no como un fin en sí mismo,
sino como un medio para alcanzar un fin, la transformación de la sociedad.
La supuesta conspiración de los Illuminati también ha sido tratada en el cine
Tras la fundación, Adam Weishaupt (frater Espartacus)
atrajo a jóvenes estudiantes, pero a partir de 1778, entre los miembros apenas había una veintena de
estudiantes. El resto se componía de representantes de profesiones liberales:
médicos, abogados, jueces, profesores de liceo (gymnasium) y de universidad,
rectores de escuelas públicas, gobernadores de provincias, miembros de la
Cámara Imperial de Wetzlar, altos funcionarios de todas las clases, y una larga
lista de barones y condes.
El 22 de junio de 1784, el Elector de Baviera
intuyó el peligro que suponían Los Iluminados para la Iglesia católica y las
monarquías, debido a su ideología igualitaria, libertaria y revolucionaria, y
aprobó un edicto contra éstos y la masonería. En 1785, el edicto inquisitorial
se confirmó y Weishaupt marchó al exilio de Ratisbona, para dirigir la Orden
desde el extranjero y fallecer el 18 de noviembre de 1830.
Príncipe elector de Baviera y Renano palatinado
Carlos Teodoro (aquí en un retrato de 1763) prohibió la orden mediante varios
edictos entre 1784 y 1785
Se
desató entonces una gran persecución de los Iluminados que fueron detenidos y
torturados, todo bajo el patrocino inquisitorial de los masones de la Gran
Logia de Inglaterra y otros masones al servicio del poder conservador de la
época.
En
la noche del 10 de julio de 1785, el abad Lanz -el correo de Weishaupt-, cayó
fulminado por un rayo. Su cuerpo fue trasladado a la capilla de San Emmeran y
aparecieron en su ropa algunos papeles relacionados con las aspiraciones de los
Iluminados defensores de la libertad y de la justicia social. Entonces se hizo
pública la existencia de la sociedad secreta.
Weishaupt,
que acabó por refugiarse en Gotha, sobrevivió cuarenta y cuatro años a las
persecuciones inquisitoriales ocurridas en Baviera, falleciendo un 18 de
noviembre de 1830. En esos años, escribió tratados de filosofía y, al final, al
igual que Adolf von Knigge, traicionó su propia obra. Parece ser que, siendo
entonces cabeza de una numerosa familia, Weishaupt varió sus puntos de vista en
materia religiosa y política, volviéndose más sobrio y conservador. Después de
1787, de hecho, renunció a toda conexión activa con órdenes iniciáticas y se
acercó a la Iglesia, convirtiéndose en una especie de integrista cristiano y
hasta desplegando un celo destacable en la construcción de la Iglesia católica
de Gotha. Así se recuerda en documentos de la propia Iglesia católica. Adam
Weishaupt murió el 18 de Noviembre de 1830, “reconciliado con la Iglesia
católica, a la cual, como joven profesor, había condenado a la muerte y
destrucción”, relata la crónica de la parroquia de Gotha.
Luego,
los fundamentalistas pretendieron usurpar el nombre de ‘Iluminados’, y se lo aplicaron a
sí mismos los seguidores de Louis Claude de San Martín, quien vivió entre
1743 y 1803. San Martín era un místico francés, autor y fundador de la secta
martinista en 1754.
Esquema
general de filiación de la Orden Martinista
Algunos martinistas, discípulos de Martínez de
Pasqually (1727-1779), de Louis Claude de Saint-Martin (1743-1803) y de Jean-Baptiste
Willermoz (1730-1824), se añadieron a los ataques contra los Iluminados
desde 1783, enviando panfletos injuriosos sobre los Iluminados por las cortes
europeas. En la IX Reunión de las Veladas de San Petersburgo, el martinista Joseph de
Maistre, miembro destacado de la Orden de los Caballeros Benefactores de la
Ciudad Santa de Jean-Baptiste Willermoz, remató los ataques al
afirmar: “Se da el nombre de Iluminados a esos hombres culpables que, en
nuestros días, osaron concebir e incluso organizar en Alemania, mediante la más
criminal asociación, el horroroso proyecto de extinguir de Europa el
cristianismo y la soberanía. Se da ese mismo nombre al discípulo virtuoso
Claude de Saint-Martin que no profesa simplemente el cristianismo, pero que no
trabaja más que para elevarse a las sublimes alturas de esa ley divina”.
Orden de los
Caballeros Benefactores de la Ciudad Santa de Jean-Baptiste
Willermoz
Los Iluminados denunciaron los
ataques de estos integristas cristianos, pero nada mejor para conocer la
catadura del martinismo de la mano de un ilustre masón y martinista como Robert Ambelain,
ex Gran Maestre Mundial del Rito de Memphis-Misraïm. En su libro El Secreto Masónico (Martínez Roca, 1986),
Ambelain
demostró con pruebas que el fundador del martinismo, Martínez de Pasqually, fue un embaucador y que sus discípulos
difícilmente alcanzaron las “sublimes alturas” citadas por Joseph de Maistre,
estando sometidos a una farsa. Ambelain escribió:
“…La patente masónica de Martínez de Pasqually, de la que nunca presentó
más que una traducción de su puño y letra (nadie vio jamás el original), era
una burda falsificación, con diversos errores en materia cronológica y
nominativa. Contrariamente a sus palabras, no poseía archivos familiares, y
componía sus rituales operativos a medida de las necesidades y de las
reclamaciones de sus discípulos. En fin, sus conocimientos masónicos se
limitaban a indiscreciones recogidas aquí y allá, ya que no perteneció jamás a
la Gran Logia estuardista ni a la Gran Logia orangista. Por tanto, tras
efectuar una indagación, la Gran Logia de Francia, que había reconocido al
principio las logias fundadas por él, decidió ponerlas en el índice con todos
sus miembros”.
Patente
masónica de Le Grand Orient de France
Los
Iluminados
de Baviera tuvieron su importancia histórica, aunque su gran
aportación estuvo en la influencia que ejercieron sobre el socialismo, el
comunismo y el anarquismo posteriores. Los Iluminados bávaros han sido
considerados los precursores del anarquismo, por historiadores de la talla de Max Nettlau,
aunque esto no fuese cierto.
Los
restos de Los
Iluminados bávaros tuvieron dos destinos: Europa y Estados Unidos. Los
partidarios de la conspiración –siguiendo lo dicho por Agustin Barruel- afirman, sin ninguna prueba histórica, que los Iluminados
estuvieron implicados en la Revolución francesa. Dicen que el conde de
Mirabeau introdujo la Orden en Francia y los revolucionarios
Saint-Just, Camile Desmoulins, Danton, Herbert y Marat fueron miembros de los Iluminados.
El famoso Conde de Cagliostro, que participó en las tramas del proceso
revolucionario francés, creó la Masonería egipcia y fue asesinado en los
calabozos de la Inquisición, también recibió la iniciación en las logias de
Weishaupt.
En
realidad, todo esto cae dentro del campo de la mitología de la teoría de la
conspiración. Pero lo que verdaderamente sucedió fue que los Iluminados desaparecieron cuando el príncipe
elector de Baviera y Renano palatinado Carlos Teodoro prohibió la orden
mediante varios edictos entre 1784 y 1785.
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