Los animales expulsados del paraíso
En la entrada anterior estudiamos unas premisas
sobre la resurrección que también podrían aplicarse a la resurrección de los
seres vivos no humanos, sin embargo, históricamente parece que no sucedió así.
Veamos las causas, pero antes, hemos de tener en cuenta que el dogma de la resurrección nos resultaría más comprensible a todos si se hiciera extensiva a toda la Creación y no tan solo al alma consciente individual de los humanos.
Veamos las causas, pero antes, hemos de tener en cuenta que el dogma de la resurrección nos resultaría más comprensible a todos si se hiciera extensiva a toda la Creación y no tan solo al alma consciente individual de los humanos.
En el paraíso de los
Testigos de Jehová los humanos viven con los animales
Alrededor del año 200, Ireneo de Lyon
sostenía que los animales resucitarán junto a los justos y vivirán en paz sin
devorarse unos a los otros. En esa misma época, Tertuliano no admitía la
resurrección de los animales, salvo la de los que deban presentarse para
regurgitar los miembros humanos que han devorado. Con el tiempo, Orígenes
y Ambrosio
sostenían la resurrección de los animales, pero en el siglo XIII, San Agustín
impuso su autoridad negando la inmortalidad del alma a los animales. El
agustinismo sostuvo que la única alma inmortal era el “alma pensante”.
El cine actual
ha representado el regreso de los muertos de manera extremadamente macabra
Fue Tomás de Aquino quien fijó la
posición “oficial” de la Iglesia hasta nuestros días. Consideraba que los
animales no son inmortales como individuos, sino tan sólo como especie; magna
equivocación, si juzgamos por el número de las especies que ha conseguido
extinguir el ser humano.
Tilacino o tigre de
Tasmania. Tenía su hábitat en Australia y Nueva Guinea y finalmente terminó por
extinguirse en 1936
Rinoceronte Negro de
África Occidental, extinguido den 2011
Expulsados del Paraíso, los animales se
convirtieron pues en servidores de los poderes infernales (Laura Bossi, op.
Cit. p. 83). Los demonios antiguos (con los que luchaban los chamanes y los
héroes), durante la Edad Media, se convirtieron en servidores de Satanás. Fueron
adornados con atributos bestiales, como pelos, cuernos, garras, picos, colas y
pezuñas (Ver mi entrada Dictionnaire
Infernal o La
creencia en el diablo). El diablo era representado en la
Biblia como una serpiente o un dragón, a
partir de los siglos XI y XII adopta la forma de diferentes bestias, como los
chivos, sapos, gatos, perros, gallinas osos, murciélagos…, cuyo inventario
podemos observar en el libro de Ambroise Paré, titulado Monstruos
y prodigios (1585).
Asmodeo. Un
demonio destructivo.... que, según algunos, es la antigua serpiente que sedujo
a Eva. J.A.S. Collin de Plancy. Dictionnaire Infernal. Paris: E. Plon, 1863.
Page 55. Fuente: La
Velleta Verda
Andras, el Gran
Marqués del Infierno: el que siembra discordias y peleas. J.A.S.
Collin de Plancy. Dictionnaire Infernal. Paris : E. Plon, 1863. Page
32. Fuente: La
Velleta Verda
Bajo el árbol
del mundo. La puerta del Infierno (1992), de la artista canaria Amelia Pisaca.
Más información aquí.
Durante las navidades de Salzburgo aparecen
los terroríficos "Krampus",
los compañeros salvajes y lanudos de San Nicolás, y los "Perchten", seres terroríficos que son comunes en las regiones alpinas de
Austria y Baviera. Los Perchten
aparecen por separado y en diferentes grupos de tamaño, especialmente al
anochecer la “mala noche” (día anterior a San Nicolás, 6 de diciembre), el solsticio de invierno (21 de diciembre) y
antes de la Epifanía (6 de enero). Estos seres van tocando cencerros y
campanas, produciendo mucho ruido, porque es creencia que así será expulsado el
crudo invierno y llegará de nuevo la cálida primavera.
Máscaras-Diablo del Krampusläufe und Perchtenläufe,
Salzburgo
Con
ello nos volvemos a hacer eco de la pervivencia de un antiguo culto al que Carlo Ginzburg,
en su Historia Nocturna, llamó la Oscura Religión. Y de los que te he puesto
un resumen en el siguiente enlace: Una religión
prehistórica. Los ritos prehistóricos, conservados a través de los
chamanes euroasiáticos, tolerados por el naciente cristianismo, fueron
perseguidos por la Iglesia cristiana cuando ya se sintió fuerte y soberana en la
Europa occidental. Las antiguas participantes en los desfiles por la
fertilidad, las mujeres que conocían el secreto de los partos de los animales y
humanos, las que conocían las propiedades medicinales de las plantas… fueron
perseguidas como brujas servidoras de Satán. Lo mismo les ocurrió a los hombres
que se asociaban en sociedades secretas para realizar titos de transición,
mantener batallas por la fertilidad contra monstruos que les impedían ir al Más
Allá… Hombres lobo, guerreros berserkers
escandinavos, benandanti del Friul, videntes
abjasios y osetas… todos fueron declarados brujos al servicio del Diablo. La
Iglesia demonizó los restos de la antigua religión, permitiendo únicamente su
supervivencia en las manifestaciones folclóricas y los carnavales.
Máscaras-Diablo del Krampusläufe und Perchtenläufe,
Salzburgo
Aquelarre, ilustración de Borja
Pindado
Los brujos que realizaban viajes extáticos
son calificados de posesos y se les ridiculiza representándolos rodeados de
moscas, ratas o babosas (animales elegidos para los experimentos científicos
por los investigadores actuales). Las mujeres conocedoras de las plantas y de
los misterios del parto son acusadas de brujas y se las representa cabalgando
sobre chivos para asistir a los supuestos aquelarres (que por cierto, si fueron
tan abundantes como decían los inquisidores, resulta extraño que no tengamos
testimonio visual de ninguno, excepto los obtenidos mediante tortura).
Häxan, la
brujería a través de los tiempos (1922) de Benjamin Christensen. Fuente: La Velleta
Verda
Anónimo, The Famous History of the Lancashire Witches,
c. 1780 (British Library)
Los herejes son
representados en forma de rana; los pecados capitales en forma de animales como
el perro o el murciélago (Envidia), el zorro con una oca en las fauces (Gula),
el tejon, topo… (Avaricia), el asno, el mono (Pereza), el cerdo, el chivo y la
sirena (Lujuria) y la Ira mediante el perro con rabia, el camello…
Una ilustración
inglesa de finales del siglo XVI que representa a una bruja con sus
“familiares” (espíritus familiares o entidades sobrenaturales que se cree ayudaban
a las brujas y gente astuta en su práctica de la magia).
También la puerta del Infierno se
representaba a menudo en forma de unas inmensas fauces animales (alusión al
Leviatán) que devoran las almas de los condenados (Libro
de Horas de Catherine de Clèves, 1440 aprox. The Pierpont
Morgan Library, Nueva York (MS m945). El mismo Infierno estaría poblado de
serpientes y perros ejerciendo las funciones de servidores del Diablo y
administrando las penas a los condenados.
Imagen: Cesar Ojeda. The Hours of Catherine of Cleves- Alrededor de 1440- MSS M.945 f. 97r- detalle
del purgatorio-© The Morgan Library & Museum www.odisea2008.com
La entrada al
infierno. La
Missa de Sant Gregori de Benirrama. Retaule de La Missa de Sant Gregori i Judici Final.
Fot: Gonçal Vicens
Frescos de la iglesia
de San Eusebio y Víctor en Peglio, cerca de Gravedona, Como. Fotos. Renzo Dionigi, en Flickr
Frescos de la iglesia
de San Eusebio y Víctor en Peglio, cerca de Gravedona, Como. Fotos. Renzo Dionigi, en Flickr
Frescos de la iglesia
de San Eusebio y Víctor en Peglio, cerca de Gravedona, Como. Fotos. Renzo Dionigi, en Flickr
Frescos de la iglesia
de San Eusebio y Víctor en Peglio, cerca de Gravedona, Como. Fotos. Renzo Dionigi, en Flickr
Infierno del Domo de
la catedral de Santa María del Fiore de Florencia. Siglo XVI por Giorgio Vasari
y Federico Zuccari
El Mal, así como la existencia de seres
inferiores, son justificados como algo necesario para que exista la armonía del
mundo.
Martín Lutero en Charlas
de sobremesa contesta a la pregunta que se le plantea sobre si
habrá animales en el Cielo:
“No
hay que pensar que los cielos tan sólo serán aire y la tierra tan sólo arena.
Han de contener todo lo que les pertenece, pues sin ello la tierra, los cielos
y el aire no serían lo que son: las ovejas, los bueyes, los demás animales, los
peces y el resto (…). Dios creará una nueva tierra y nuevos cielos, y creará
también nuevos perrillos, cuya piel será de oro y cuyo pelo y rizos serán
piedras preciosas. Ningún animal comerá a otro, no habrá ninguna de esas
bestias ponzoñosas, sapos y serpientes, que aquí abajo son venenosas y
perjudícales debido a nuestro pecado original”.
El mismo Goethe en su poema “Animales privilegiados” de Le Divan, dice que entrarán en el Paraíso el
asno de Jesucristo, el lobo de Mahoma, el perro de los cuatro durmientes y el
gato acariciado por el Profeta.
Entrada
triunfal de Jesucristo en Jerusalén, pintada por Giotto.
“Los siete durmientes de Éfeso
descubiertos por Alejandro Magno”, Folio de una Falnama (Libro del Augurio)
Fondo Rogers, 1935. ( Wikipedia )
En un reciente panfleto del teólogo y
psicoterapeuta alemán Eugen Drewermann,
se ataca ferozmente al antropocentrismo cristiano y su contribución al
tratamiento miserable que se ha dado a los animales. Es necesario reivindicar
el valor de los animales, pues el ser humano ha de tomar conciencia de nuestra
emergencia gradual de nuestros antepasados simiescos. Más o menos, viene a
decir que si Dios fuese indiferente hacia los seres animales, también sería
indiferente hacia nosotros que pensamos y sentimos a pesar de nuestra pequeñez.
“O todo vuelve: medusas y gaviotas, nubes
y archipiélagos, o todo es nada.”
La elegía Sur le
mort d’un chien de Jean Granier:
“En
las estelas antiguas hay perros representados elevando la mirada hacia sus
amos. En las losas funerarias de la Edad Media podemos ver galgos echados a los
pies de los yacientes. Pero en nuestros cementerios los animales más cercanos y
los más fieles están proscritos, incluso en efigie. El hombre se queda solo
consigo mismo; sólo tiene lo que merece”.
Catedral de Pamplona. Sepulcros de Carlos el Noble y su
esposa Leonor de Castilla, en el centro del crucero. Detalle de los perros al
pie de la reina (Autor: Joaquín Guijarro)
Historia
natural del alma
(Basada
en la obra de L. Bossi y la historia del pensamiento de Arthur O. Lovejoy)
1. ¿Que es el alma?
2. El alma en la Antigüedad
3. El alma de los animales
4. El racionalismo y el hombre máquina
5. El Idealismo
6. Transformismo: la escala en
movimiento
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