Las exploraciones de Herkhuf
Se
conocen los nombres de grandes exploradores egipcios y, en algún caso,
numerosos detalles de sus respectivas expediciones. Uno de los exploradores más
antiguos y famosos es Herkhuf, que
durante el reinado de Pepi II,
faraón de la VI dinastía menfita, a mediados del III milenio antes de nuestra
era, realizó cuatro expediciones al Sudán y al Alto Nilo y alcanzó gran
renombre por haber regresado a Egipto con un pigmeo para el faraón en el mismo
reinado, otro explorador del Sudán, Pepinekht, pago
su audacia con la vida, pues murió durante la expedición. Su hijo Sabni pudo recobrar el cuerpo y
conducirlo a tierra egipcia para que recibiera sepultura según el rito
tradicional.
Herkhuf fue un
conocido jefe de caravanas que realizó grandes viajes para todos los monarcas
de la dinastía VI (2494-2345 a.C.) y los mandó grabar en su tumba de Asuán, en Qubbet el Hawa en la orilla oeste del
Nilo cerca de la primera catarata del Nilo.
En rojo, el nombre de
las demarcaciones de los territorios nubios durante la VI dinastía.
Herkhuf era de
Elefantina una isla en medio del Nilo. Fue nombrado nomarca o
gobernador de la parte sur del Alto Egipto y era responsable de las caravanas
del faraón Merenra, tercer rey de la
VI dinastía.
De estos viajes obtuvo productos preciosos como marfil, pieles de
leopardo, plumas y huevos de avestruz, ébano…, pero su negocio principal fue el
comercio con Nubia, lo que preparó el terreno para una expansión egipcia en
Nubia.
Maqueta de un barco
egipcio. Museo del Louvre. Foto: Gonçal Vicens
Durante el primer viaje (2287-2278 a. C.) recorrió la tierra de Yam, en
una exploración que duró siete meses. En el segundo viaje a Yam partió por la ruta de Elefantina y remontó el
Nilo por Irtjet, Makher, Terers e
Irtjetj, (repiten las webs, por ejemplo: Latidos.
Imágenes y palabra, de Antiqva, sin
precisar los lugares geográficos, aunque yo entiendo que se trata de reinos de
Nubia) en
el espacio de ocho meses, trayendo productos de este país en gran cantidad. Exploró
estos países y Uauat (territorio nubio, más allá de la primera catarata, del
país de Uauat, en Etiopía) con burros cargados de incienso, ébano, aceites… y
con barcos cargados de vino de palma, pasteles, pan y cerveza.
Maqueta de un barco
egipcio. Museo del Louvre. Foto: Gonçal Vicens
En su tercer
viaje a Yam partió del nomo de Tinis por la ruta de los Oasis y fue a
hablar con el príncipe nubio, pero se encontró que había ido hacia el norte, es
decir, bajó por el Nilo hacia Egipto para destruir una tribu libia. El viajero consiguió calmar su belicoso impulso y lo
persuadió de que abandonara sus ambiciones. A Egipto no le interesaba que Nubia
fuese conquistada por nadie. El rey nubio acompañó al egipcio hacia el sur,
donde reunió valiosas mercancías y productos exóticos.
Primer
grabado del libro de Athanasius Kircher, Sphinx Mystagoga
(Amstelodami: Ex officina Janssonio-Waerbergiana, MDCLXXVI). Recreación
bastante fantástica de Gizeh, pero con elementos reales: visitantes curiosos
capaces de encaramarse hasta lo más alto de las pirámides y abigarramiento de
caballos, camellos, arqueólogos, saqueadores y gente diversa alrededor.
Pirámides nubias de
Meroe. Más imágenes en: Poemas
del río Wang
Las pirámides
que imaginó Athanasius Kircher, improbables cucuruchos de helado plantados al
revés, en realidad existen, aunque no son estas, ni se encuentran donde Kircher
las ubicó. Están en la antigua Nubia, lugar de origen del reino de Napata que
en el siglo VIII a.C. ocupó todo Egipto
y lo gobernó como 25ª dinastía hasta la invasión asiria. Estas empinadas
pirámides de la región de Napata y Meroe son las tumbas de los faraones nubios.
Su
rica caravana, de regreso al sur, despertó la codicia de otro de los reyes
nubios, como el de Irhat, “cuyos
impulsos criminales quedaron apaciguados repentinamente al ver el tamaño de la
fuerza defensiva egipcia. Rápido de reflejos, el rey nubio ofreció sus soldados
como escolta de la expedición egipcia durante su peligroso retorno por el
desierto”, leemos en Oasis de Egipto del National
Geographic.
Figuras en madera que
representan soldados nubios. Museo egipcio de El Cairo. Fuente: Imágenes de Egipto
Ante semejante ejército, el nubio ofreció
sus soldados como escolta de la expedición egipcia durante su peligroso retorno
por el desierto. Cuando alcanzó de nuevo el Nilo a la altura de Abydos, Herkhuf se halló con la agradable sorpresa
de una flota de bienvenida enviada por el rey Pepi II –que entonces era un
niño–, encantado con el regreso de la expedición y extasiado ante la idea de
ver al pigmeo danzarín que los acompañaba (Oasis de Egipto del National
Geographic). Dicen que los pigmeos se parecían
al dios Bes y por
eso eran muy apreciados, además de por su forma de bailar.
Los viajes de suponen para Egipto la culminación
del impulso colonizador promovido por Pepi
I hacia tierra de Nubia, colonización que completaría su nieto Pepi II. El objetivo de Pepi I era
preparar la expansión de Egipto hacia el Sudán.
Pepi II le encargó a Herkhuf que tomara las rutas del desierto y
se encaminara hacia Nubia. Se envió a Iri y a su
hijo Herkhuf (su primer viaje) a
establecer la ruta comercial y colonizar lugares para que Egipto consolidara
sus posiciones y pudiera completar ese deseo de expansión. Las exploraciones de
Herkhuf sirvieron para controlar las rutas comerciales hacia el sur, pero
también tuvieron el sabor de la aventura y la audacia de los más grandes
exploradores de todos los tiempos.
Estas pinturas,
creadas por un artista egipcio, provienen de la tumba de Huy (Heje), un
funcionario egipcio que vivió durante el reinado de Tutankamón (1336-1327 aC).
Tebas, Qurnet Murai. Fuente: wysinger.homestead
Nubios antiguos.
Delante (1) los Príncipes de la Baja
UaUat, ( 2 ) y ( 3 ) los “Hijos de los príncipes de todos los países
extranjeros". La etiqueta discretamente colocado en frente del pecho (1)
informa que es el Príncipe de Miam , Hekanefer. Fuente: Barry
J. Kemp. Ancient Egypt: Anatomy Of A Civilization (2005), p. 35.
Sobre
el espíritu aventurero de Herkhuf –o de
cualquier otro explorador- tengo mis dudas, como ya he dicho, aunque tengo que
reconocer que me desorienta un poco el hecho de que se hiciera grabar en su
tumba la narración de sus viajes, hecho que puede denotar que el viajero se
sentía orgulloso de sus exploraciones.
Hacia el final del largo reinado de Pepi II, Egipto había consolidado su
posición en Nubia y los viajes de Biblos al país de Punt (se
sitúa en la región del Cabo Guardafui al Nord-este de Somalia) se habían
convertido en una ruta regular para el intercambio comercial de maderas,
incienso, piedras semipreciosas y productos de lujo, un comercio que alcanzó un
extraordinario desarrollo, y puso en contacto a Oriente y Europa con África.
Hekanefer (hehk -an- ehf- ur ) es el nombre egipcio
que significa "el buen príncipe".
En el antiguo Egipto se dio este nombre a un jefe nubio que fue el
Príncipe de Miam, una avanzadilla colonial egipcia en el norte de Nubia (actual
norte de Sudán). Fuente: Julia Stewart. African
Names (1993), p. 51
Exploradores
La Exploración de
Siberia
19. Los rusos
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