La sociedad de la época de las exploraciones
1. La imprenta
A comienzos de la era de las
exploraciones, en el siglo XV, Johannes
Gutenberg inventó uno de los objetos que más ha cambiado el curso de
la historia: la imprenta de caracteres móviles (1450).
Imprenta del siglo XVI y Grabado de Gutenberg en la imprenta, 1447.
Fuente: Historiadores
histéricos
De esta manera simplista redactan la
mayoría de cronistas anglosajones sus “historias”, de manera que, sin engañar a
la gente, faltan a la verdad. En realidad, el primer sistema de caracteres
móviles fue ideado entre 1041-1048 por el chino Bi Sheng, que utilizó piezas de
porcelana. Los caracteres móviles de metal aparecieron en Corea alrededor del
año 1230. El sistema no cuajó en Asia porque imprimir en una lengua con miles
de caracteres diferentes resultaba muy difícil. En cambio, cuando se utilizó el
sistema alfabético con sólo veintiséis símbolos, resulto sencillo montar las
páginas de los libros a imprimir.
Corea
innovó en los tipos móviles y los hizo en cobre en el s.XV. A la derecha, tipos
modernos. Fuente: Historiadores
histéricos
La
relevancia del invento es de capital importancia para la Era de los
descubrimientos porque, por primera vez, en distintas regiones del mundo se
podía tener el mismo conocimiento global del planeta y reunir las aportaciones
de portugueses y españoles principalmente.
2. Las Guerras italianas
Desde finales del siglo XV hasta la
segunda mitad del siglo XVI tuvieron lugar las llamadas Guerras Italianas (1494-1559), que
son un conjunto de conflictos europeos que tuvieron lugar entre Francia, España, Sacro
Imperio Romano Germánico, Inglaterra, Escocia, la República de
Venecia, los Estados Pontificios y otras ciudades estado italianas.
Inicialmente se trató de una disputa dinástica acerca de los derechos
hereditarios de Francia sobre el Ducado de Milán y el Reino de Nápoles. Tras la
primera guerra el rey español Fernando el Católico salió victorioso tras la
firma con Luis
XII, el sucesor de Carlos VIII, el Tratado de Marcoussis (1498). Sin embargo, el rey francés inició de
nuevo las hostilidades (1499-1501) invadiendo el Milanesado y expulsando a Ludovico Sforza.
A continuación, Luis XII, comenzó el ataque sobre Nápoles, aunque tuvo que
repartirse el reino con Fernando II de Aragón (Tratado de Granada, 1500).
Los franceses no respetaron el tratado y
no tardó en surgir la guerra por Nápoles por divergencias en el reparto. En los
enfrentamientos armados que se siguieron, las tropas del Gran Capitán derrotaron contundentemente a las francesas a lo
largo de 1503 en las batallas de Ruvo, Seminara, Ceriñola y Garellano (1503), En 1504 Luis XII cedió la
totalidad de Nápoles a Fernando de Aragón mediante el tratado de Lyon. Nápoles
permanecería bajo soberanía española hasta 1707.
Federico
de Madrazo y Küntz. El Gran Capitán recorriendo el campo de la Batalla de Ceriñola
o El Gran Capitan tras la batalla de Ceriñola encuentra el cadáver de Luis de
Armagnac (1835). El lienzo muestra a Gonzalo Fernández de Córdoba, conocido
como "el Gran Capitán", contemplando el cadáver del duque de Nemours,
comandante del ejército francés en la batalla de Ceriñola, en la que el
ejército francés resultó derrotado y el duque de Nemours perdió la vida.
3. Las Guerras de
Religión
A lo largo del siglo XVI un grupo de
religiosos, filósofos y políticos intentaron provocar un cambio profundo y
generalizado en los usos y costumbres de la Iglesia Católica en
la Europa Occidental, reaccionándolo que provocó una reacción en
contra del papado y los reyes católicos.
Representación de la Matanza de San
Bartolomé de François Dubois
La Reforma
Protestante empezó mediante
la predicación del sacerdote católico agustino Martín Lutero. Como respuesta a
la misma surgió la Contrarreforma cuyos objetivos fueron renovar
la Iglesia y evitar el avance de las doctrinas protestantes. Como consecuencia de estas acciones, durante
la segunda mitad del siglo XVI se desencadenaron una serie de ocho conflictos
que fueron bautizados bajo el nombre de Guerras
de religión de Francia.
En estos sucesos se enfrentaron los hugonotes (protestantes franceses de
doctrina calvinista) y los católicos, con grandes matanzas y
barbaridades cometidas por ambos bandos.
Luis XIV de Francia, el Rey Sol, decide revocar el Edicto de Nantes (autorizaba la
libertad de cultos) y reiniciar el exterminio sistemático de los franceses
protestantes, utilizando, entre otras iniciativas, el Batallón especial, un
grupo de soldados dedicados exclusivamente a la tarea de reprimir a los protestantes.
Numerosos hugonotes huyeron a los Países Bajos, Suiza, Inglaterra y a diversas
ciudades evangélicas alemanas, como Kassel, Erlangen y Berlín, así como a
Prusia. Otros muchos se instalarían en las colonias británicas del Cabo y la
América británica y comenzarían sus propias iniciativas colonizadoras, cuyos
descendientes contribuirían a la fundación de naciones modernas como Sudáfrica
y los Estados Unidos de América.
Una mañana a las puertas del Louvre, pintura de Edouard Debat-Ponsan, del siglo
XIX. Catalina de Médicis aparece vestida de negro. Ante el poder creciente de
los hugonotes, encabezados por el almirante Gaspar de Coligny, la reina
madre Catalina
de Médicis concertó el matrimonio
de su hija Margarita con el príncipe protestante Enrique de Navarra, futuro rey
Enrique IV de Francia, La boda disgustó al papado y a Felipe II de España.
Temiendo cada vez más a los hugonotes, el rey Carlos IX de Francia y su madre, Catalina de Medici, ordenaron el
asesinato de miles de ellos. La matanza se conoce como la Noche de San Bartolomé (1572)
Sucesos semejantes ocurrieron en las islas
Británica o los Países Bajos, lo que provocó en muchos protestantes el deseo de
crear una nueva sociedad en las nuevas tierras descubiertas, lo que podría
sumar otro factor más para explicar el arrojo de los europeos por todo el
mundo, tanto descubriendo como colonizando nuevos territorios en América y
África (Arnold,
2002).
Richard Rowlands (1550-1640),
anglo-holandés anticuario, cuyo verdadero nombre era Verstegen, grabó un libro
titulado Theatrum Crudelitatum haereticorum nostri
temporis (Teatro
de las crueldades de los herejes de nuestro tiempo,1587), en los
que mostraba las crueldades cometidas por los protestantes -sobre todo
ingleses- y los hugonotes contra los católicos.
Richard
Verstegen
(1550-1640 y su Theatrum Crudelitatum haereticorum nostri temporis
(Teatro de las crueldades de los herejes de nuestro
tiempo,1587) denunciando las crueldades cometidas por los protestantes
contra los católicos. Martirio de Sta Margaret de York.
Protestantes, calvinistas y hugonotes
martirizando católicos. Richard Verstegen en
Theatrum Crudelitatum haereticorum nostri temporis (1587)
Richard Verstegen, Theatrum
Crudelitatum haereticorum nostri temporis, 1587. Hugonotes arrojando católicos al mar y
matándolos a cañonazos
Escena de tortura y mutilaciones provocadas
por los protestantes contra los católicos en el 'Teatro de la Crueldad' |
Crédito: Flickr - Peacay (Licencia CC).
La obra de Verstegan se convirtió en un auténtico martirologio
para los católicos de toda Europa | Crédito: Flickr - Peacay (Licencia CC).
El embajador inglés en Francia declaró que
estas imágenes eran libelos. Richard Verstegen en
Theatrum Crudelitatum haereticorum nostri temporis (1587)
trató de registrar en detalle las horripilantes torturas, crueldades y
asesinatos de los mártires católicos en Europa, a manos de los herejes
protestantes. Tras su publicación en Inglaterra, el autor fue detenido y
encarcelado por difamación en contra de la Corona y los libros fueron
confiscados y destruidos. Verstegen fue capaz de lograr su liberación y huyó
del país, en última instancia, instalándose en Amberes.
Leonardo Da Vinci
En esa época dominaba de forma hegemónica
en Europa una corriente filosófica, filológica, intelectual,
artística y educativa denominada Humanismo, el cual estaba estrechamente ligado
al Renacimiento. Este hecho marcaría el comienzo de la expansión mundial
de la cultura europea, lo cual rompe la concepción medieval del mundo,
fundamentalmente geocéntrica. Este movimiento cultural tuvo representantes
geniales como Leonardo Da Vinci, Miguel Ángel, Miguel de Cervantes, el ya
nombrado Martín Lutero, Alberto Durero, Johannes Kepler, Tycho Brahe, Joachim
Patinir, Quintín Metsys, Antonio Moro, el Bosco, Erasmo de Rotterdam y Bruegel
el viejo.
Fuente: Historia
Universal. La Enciclopedia del Estudiante.
El País. Santillana. Madrid, 2005
En 1453 los turcos otomanos toman Constantinopla y cierran el estrecho del Bósforo a la navegación por medio de una cadena. Esto
dificultó el comercio con Europa y encareció todos los productos venidos de
Asia e incluso haciéndolos inaccesibles.
Durante el siglo XVII tuvieron
lugar la expulsión de los moriscos de España y la Guerra
de los Treinta Años.
Como consecuencia de la reforma luterana se instauró un odio irreconciliable
entre católicos y luteranos, llegado a firmar una frágil Paz de Augsburgo (1555) entre el emperador Carlos V de Alemania
(Carlos I de España) y los príncipes luteranos.
Se acordó que los príncipes alemanes pudiesen
elegir la religión de sus súbditos en sus señoríos de acuerdo con su
conciencia. Era el principio de “cuius
regio eius religió”. También se acordó que los luteranos podrían practicar
su religión en un estado católico, o que los obispos de la Iglesia Católica que
se convirtiesen al luteranismo tenían que entregar su diócesis.
Batalla de Rocroi (1643) por Augusto
Ferrer-Dalmau (2013). En 1643 las tropas españolas de Felipe IV -que se
enfrentaba en la península a la Sublevación de Cataluña- eran derrotadas en la
fortaleza de Rocroi
En los inicios del siglo XVI se
incrementaron las tensiones entre las naciones de Europa. España estaba
interesada en los principados alemanes, debido a que Felipe II (hijo de Carlos
V) era un Habsburgo y tenía territorios alrededor de la frontera oeste de los
estados alemanes (Flandes, el Franco Condado). Francia también estaba
interesada en los estados alemanes porque deseaba recuperar la hegemonía a
costa del poder de los Habsburgo, como había tenido durante la Edad Media.
Suecia y Dinamarca estaban interesadas por razones económicas en los estados
germánicos del norte que rodeaban al Mar Báltico.
El
Renacimiento del siglo XVI es la puerta de entrada para zafarse del viejo molde
de la Iglesia que implantaba métodos rígidos de comportamiento y actuación.
Para los religiosos el hombre común era una especie de enano que avanzaba
gracias a los esfuerzos de hombres gigantes. Sin embargo, el humanista
valenciano Juan
Luis Vives escribió "ni
nosotros somos enanos ni aquellos hombres gigantes, sino todos de la misma
estatura". Así el autor español rebatía una postura que
inicialmente fue de humildad, pero terminaría siendo utilizada por los
escolásticos más conservadores para sojuzgar la libertad del hombre.
Juan Luis
Vives (1492-1540), nació en Valencia en
1492, el mismo año en que los Reyes Católicos conquistaron el último reino
musulmán de la península, el reino nazarí de Granada.
En España y Portugal se habían puesto en
duda conceptos como la forma plana de la Tierra o la no circulación de la
sangre (Miguel
Servet) mucho antes que en otros reinos. De la misma manera en estas
naciones la investigación y las demostraciones empíricas eran más aceptadas que
las disertaciones escolásticas, mientras que sucedía lo contrario en las
universidades centroeuropeas, donde una de las polémicas más urgentes desde que
la plantease Santo Tomás de Aquino era
"¿cuantos ángeles entran en la cabeza de una alfiler?" (Osho Osho (2011). El peligro de la
verdad. Traducción de Esperanza Moriones Alonso. Barcelona:
Randon House Mandadori, S.A.)
Miguel
Servet (1509 o 1512–1553). Parte de su fama
posterior se debe a su trabajo sobre la circulación pulmonar descrita en su
obra Christianismi Restitutio.
4. Exploradores en los
reinos ibéricos
Es posible que la superior tecnología y
afán investigador de portugueses y españoles fuera una de las causas que los
colocase delante de sus futuros competidores europeos. También es posible que
la ubicación geográfica de las dos naciones, orientadas al océano Atlántico,
supusiera el desencadenante auténtico para empujarlos tras nuevas rutas y
lograr reanudar el comercio con Asia. Otra explicación estriba en que las demás
naciones europeas parecían más preocupadas de sus problemas territoriales, caso
de Inglaterra conquistando Irlanda, que en la exploración geográfica, por tanto
no se ocuparon de desarrollar flotas nacionales o escuelas de cartografía como
hizo Portugal.
Todos
estos puntos de vista muestran la diversidad de teorías
sin negar la postura unánimemente asumida de que la Era de los descubrimientos se desató
por razones
comerciales, especialmente alimenticias. Dejémoslo en que los
comerciantes vieron posibilidad de enriquecerse comerciando con especias.
Las especias habían cobrado especial
importancia durante el Renacimiento ya que los métodos tradicionales de
conservación, caso del salado o el ahumado, eran muy
deficientes, retrasando poco los procesos de putrefacción de los alimentos, sin
poder casi enmascarar su sabor repugnante.
Rojo sostiene que la colonización de
África tuvo su primer objetivo en conseguir un suministro permanente
de pimienta para evitar el tener que consumir carne casi podrida (Rojo, Alfonso (1993). La odisea de la
tribu blanca. Barcelona: Planeta, p. 21), pero esta
necesidad de pimienta y canela es muy antigua ¿por qué en ese momento?
El bazar más buscado en Estambul, el
Misir Çarsısı, también llamado bazar egipcio. Fuente: mansionvitraux
La historiografía actual no ha cerrado la
polémica de por qué razón o razones los europeos se hicieron a la mar y en
menos de dos siglos habían explorado casi todo el Planeta, como tampoco existe
consenso en porqué unas naciones lo hicieron mucho antes que otras. Consultando
distintos autores se obtienen distintas respuestas, si bien es cierto que todos
están de acuerdo en la gran demanda de productos asiáticos, pero sin haber
unanimidad en porqué los portugueses y españoles fueron casi dos siglos por
delante de franceses, daneses, ingleses u holandeses.
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