¿Es posible clonar un neandertal?
La
revista Science
publicó un estudio dirigido por Peter Parham,
de la Universidad de Stanford, donde se afirma que el cruce entre neandertales
y sapiens mejoraron la genética de los Homo sapiens.
Proporción en % de genes de neandertal en los
hombres modernos
Abi-Rached Laurent, Paul Norman Guethlein y Libby
son co-autores de la investigación (Crédito: Norbert von der Groeben, Science
Daily)
El estudio ha sido posible una vez que se
conocen los genomas tanto de los neandertales (homínidos que evolucionaron en
Eurasia hace medio millón de años) como los denisovanos, una especie humana
recién descubierta en Siberia, que habría poblado Asia y procedería de la misma
rama evolutiva que los neandertales, según afirma Svante Pääbo, rama que evolucionó
hace unos 650.00 años. Los humanos modernos nos separamos de esta rama
(neandertales y denisovanos) hace entre 1 millón y 800.000 años.
Investigaciones previas ya habían señalado que el cruce entre las tres especies humanas que compartían el planeta hace más de 60.000 años, se produjo en Eurasia, razón por la cual se identificó un 2,5% de ADN neandertal (de media) en todos los no africanos. También se detectó parte de ADN denisovano en poblaciones asiáticas, sobre todo de Melanesia, donde el porcentaje de ADN ancestral asciende a casi el 6%.
Aspecto del Homo denisova (también llamado mujer X) encontrado en Siberia en 2010. Fotografía de Tendencias Científicas
Los investigadores se centraron en el sistema inmune (conocido como HLA), porque está sometido a la presión de las enfermedades y muta con facilidad. Sospechaban que una parte podía venir de homínidos primitivos, dado que no eran habituales en la población general. La comparación de secuencias genómicas les dio la razón: había varios genes en el HLA (como el B*51 o el C*07) que eran propios de la evolución de los neandertales y habían pasado a las poblaciones de humanos modernos, y lo mismo pasaba con una región llamada ‘HLA class I’. Los porcentajes de presencia entre los europeos son de un 50%, los asiáticos un 80%, los de Papúa Nueva Guinea hasta un 95%, pero no estaban en los africanos.
También encontraron dos genes que son propios del genoma de los denisovanos (la única especie descrita con un trozo de dedo y un diente) que están presentes en los asiáticos, sobre todo del oeste, pero que no aparecen en el genoma de los nacidos en África.
Con este trozo de dedo y un diente se ha
reconstruido el Homo denisova.
Fuente Max Planck
La conclusión es que el mestizaje con
otras especies mejoró a los humanos modernos. Así lo cree también Carles Lalueza-Fox, del CSIC, que ha
secuenciado ya varios genes de neandertal: “Estos humanos se adaptaron durante
cientos de miles de años a un entorno, en Eurasia, y crearon defensas
inmunológicas frente a patógenos locales que luego se extendieron entre los
humanos modernos”. Aquellos que portaban los genes protectores, es decir,
procedían de la hibridación con los neandertales, sobrevivieron en mayor medida
que quienes no los tenían.
Carles
Lalueza-Fox
El
clon
George M.
Church, uno de los
más importantes genetistas, habló sobre la posibilidad de clonar un
grupo de neandertales, sin embargo, Carles Lalueza-Fox
piensa que todavía existen muchos
fallos en la secuencia del ADN neandertal y que hay miles de diferencias entre
el genoma del Neandertal y el nuestro. Genomas iguales, o muy parecidos, pueden
acabar produciendo organismos distintos. Y esta información es más complicada
de descubrir, aunque no imposible. Para ello se necesita un genoma de más
calidad.
Afirma que no está seguro de si se puede o
no clonar un neandertal. Pero asegura que un neandertal nacido en un entorno
moderno, terminaría siendo como nosotros. Recibiría los mismos estímulos que
nosotros, la misma cultura, la misma escuela, la misma TV… y creo que el
cerebro de ellos debía de ser muy parecido al nuestro. Declaraciones en ABC.es.
En mayo de 2010, la revista Science publicó
el borrador del genoma del Neandertal (Instituto Max Planck de Alemania),
basado en los análisis de fragmentos de ADN recuperados gracias al hallazgo de
huesos de 38.000 años de antigüedad, encontrados en Croacia. El 2011 la
secuencia cubre solo el 60% de todo el genoma. Pero una vez que se complete,
podría usarse para crear un genoma artificial, un ADN que se añadiría a los
cromosomas de una célula viva, para hacer crecer células madre de neandertal
que luego se podrían implantar en un embrión humano durante sus primeras
etapas. Después, habría que quitar todas las células que no sean de neandertal
para que creciera un feto neandertal.
El resultado sería la clonación de un
neandertal, pero esta criatura nacería en un entorno tan diferente al propio
que no podría adaptarse a las enfermedades de hoy día, y menos aún a la vida
contemporánea, opinan muchos investigadores.
El
vientre de alquiler
Todo el embrollo se formó por unas
declaraciones del genetista George M. Church
al diario alemán Der Spiegel (SDP
Noticias) asegurando que estaba a punto de clonar un Neandertal,
para lo cual necesitará una madre sustituta que dé a luz al precursor de los
seres humanos modernos. Sin embargo, Church rechazó esta afirmación, diciendo que sus
declaraciones fueron mal traducidas por la revista alemana, y él no estaba
trabajando en ningún proyecto de ese tipo.
George
Church
Las mujeres neandertal eran de mayor
tamaño y su configuración permetía parir criaturas grandes, por lo cual se
considera que la mujer humana que se “atreviera” a gestar a un neandertal
optaría por una cesárea.
Sin embargo, a pesar de su tamaño, las
hembras neandertales tampoco tuvieron los partos fáciles. Basándose en los
restos fósiles encontrados en la Cueva de Mezmaiskaya (Rusia), Marcia Ponce de León y Christoph
Zollikofer, de la Universidad de Zurich, han reconstruido por
ordenador el esqueleto de un neonato neandertal y de una hembra adulta,
comprobando que sus bebés eran un poco
“cabezones” en el momento de abandonar el útero materno. Teniendo en cuenta que
las hembras neandertal eran más grandes que las sapiens, es evidente que éstas
tendrían dificultades en parir un niño de mayor tamaño. Los detalles se han
publicado en la revista PNAS
(2008).
Reconstrucción
virtual de esqueletos neandertales: niño (izquierda) de Mezmaiskaya recién
nacido (edad: 1 semana); derecha: niño de Dederiyeh (edad: 19 meses). Foto: Ch.
Zollikofer
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