Los viajes de Henu
Durante el reinado de Mentuhotep IV se
realizaron numerosas expediciones por el mar Rojo hacia el país del Punt (probablemente la
costa africana de la actual Somalia). Pero de estas expediciones, la más
interesante, fue de la Henu (circa 1970 a.C.), de la
cual quedó un minucioso registro escrito en el Valle de Uadi Hammamat cerca de
la ciudad de Copto, a 420 millas al sur de El Cairo.
Allí
se encuentra una inscripción en las rocas describiendo la expedición de Henu al
legendario País de Punt,
siendo esta la primera expedición marítima de ultra mar, en la historia mundial,
narrada y escrita por sus propios realizadores. La expedición se remonta al
2500 a.C.; fue enviada por el faraón Sahura, de la
dinastía V de Egipto, para traer maderas preciosas, mirra, electrum (una
aleación de oro y plata), monos y enanos.
Relieve
que describe la llegada de la expedición egipcia al país de Punt en la época de
Hatshepsut. Templo de Deir el-Bahari, Egipto. Fuente: Wikipedia
Henu o Hannu volvió a abrir las rutas
comerciales a Punt y Libia, para el Imperio Medio de Egipto. Su viaje tenía doble finalidad,
política y comercial, ya que debía comprar incienso y propagar el gran poder del
faraón. Tomó un camino poco habitual: en lugar de viajar al este hasta llegar
al mar Rojo, partió en dirección sureste, guiado por habitantes del desierto.
Expediciones egipcias al País del Punt. Murales de
Deir el-Bahari, Egipto. Fuente: Flickr
En el octavo año del reinado de Mentuhotep IV, Henu partió de
Copto al frente de un poderoso ejército de tres mil hombres, cruzó el desierto
oriental a través de Wadi Hammamat y llegó a la costa del Mar Rojo,
probablemente al Uadi Gawassis (Gasús), puerto de partida de las navegaciones a
Punt o Saba en la XII dinastía, cerca de la actual ciudad de Safaga. La
expedición estaba destinada a buscar las especias aromáticas para el faraón,
que los príncipes de la tierra roja recogían para él por miedo y temor.
Atravesó el Wadi
Hammamat y salió del Wadi Gawassis, punto de partida habitual de las naves
egipcias que navegan por el Mar Rojo.
Una aldea del País
del Punt, en muro de Deir el-Bahari. Fuente: Mis sitios
tan bonitos como Cádiz
Bajorrelieve mostrando un poblado del país de Punt. Expedición egipcia de
la época de Hatshepsut. Templo de Deir el-Bahari, Egipto. Fuente: Wikipedia
Henu dice
que navegó por el Mar Rojo y exploró el sudeste de la península Arábiga,
enviando una nave a la Tierra
de Punt, la cual regresó trayendo mirra, metales preciosos y maderas para el
rey.
Desde la ciudad de Coptos en el Río Nilo,
partía la ruta que atravesando el gran desierto conducía al puerto de El Quseir
en el Mar Rojo. Henu
escribió:
“Fui
enviado a conducir barcos al País de Punt para traer para el Faraón especias
fragantes que los Príncipes del País Rojo recolectan abundantemente puesto que
entusiasman a todas las naciones. Y Yo partí de la Ciudad de Coptos y Su
Santidad ordenó que los hombres armados que debían acompañarme debían ser del
sureño País de los Tebanos” (se refiere a gente
de Nubia y Sudan).
Coptos fue la capital
del V nomo del Alto Egipto. La ciudad ya existía en el año 4000 a. C., y
adquirió desde la antigüedad gran importancia por ser un enclave estratégico en
las rutas de caravanas que comunicaban el valle del Nilo con el mar Rojo. Fuente:
Wikipedia
Algunas hipótesis dicen que los egipcios
llamaban Príncipes Rojos a los
Cananeos que habían conquistado las tierras de Punt y Saba, llamados igualmente
rojos por los Griegos que utilizando el término Phoenix del cual deriva “Fenicios”.
Por lo tanto, Punt se
referiría al país de los Fenicios.
Ati, la reina del país de Punt
mostraba el aspecto que se recoge en el relieve inferior. Algunos piensan que
pudiera ester afectada por acondroplasia dada su llamativa hiperlordosis lumbar
y el acortamiento de las extremidades inferiores, pero la normalidad de las
manos y de la estatura (ver dibujo superior), excluyen este diagnóstico.
Actualmente
se han abandonado las diversas hipótesis sobre su posible ubicación (algunos la
situaban en América) y la emplazan en la región de Eritrea, coincidiendo con
otras hipótesis sobre el Reino de Saba
que señalan que se encontraba en el sur de la península arábiga (actual Yemen),
otros creen que estaba en el Cuerno de África (actual Somalia) e incluso
también se considera que el reino abarcaba ambas zonas (Cuerno de África y
parte de la península arábiga). Por lo tanto, Saba y Punt podrían ser el mismo
país.
El resto de los
viajes
Estos viajes continuaron
ininterrumpidamente –excepto en los etapa de los hicsos- apareciendo relatos durante la XII Dinastía
con los Reyes Amenemhat I, II,
III y Sesostris I, II,
III y otros hasta Cleopatra.
Una
criada ofrece perfumes a las invitadas en un banquete. Pintura mural de la
tumba de Najt (Tebas). Los viajes comerciales también buscaban valiosos
perfumes apreciados por la clase dominante.
Toda
esa actividad exploradora alcanza un gran auge durante la dinastía XI y
comienzos de la XII hasta que las sublevaciones generales de las tribus negras
sudanesas, en época de Senusert III (also, Sesostris
III) impidieron durante cierto tiempo aventurarse por esas tierras meridionales.
Egipto es de origen negro-africano
Los orígenes de esta civilización no hay
que buscarlos en civilizadores foráneos, venidos desde el norte o desde
Mesopotamia. El pionero del origen egipcio en los pueblos del África negra fue Cheikh Anta Diop.
Cuando el Sahara se desertizó, su población
negra de agricultores abandonaron la
zona en busca de tierras más húmedas, las cuales encontraron en los alrededores
de las grandes charcas y de los cursos de agua del sur, así como en el valle
del Nilo. Lo mismo hicieron los pobladores del antiguo territorio de Khartum,
como lo demuestran una serie de indicadores culturales comunes: los megalitos,
la circuncisión, los tatuajes, las tierras asociadas a la serpiente, el
carnero, el disco solar, los cráneos deformados por vendas y la momificación
mediante inhumación temporal en arena caliente, la divinización del buey y la
vaca como divinidades celestes. Si te interesa el tema puedes consultar Tras
las huellas de Kuma.
Las
razas humanas en la tumba de Ramsés III, hacia el 1.160 a.C. Esta pintura mural
los egipcios y sus vecinos del sur son representados con exactamente el mismo
aspecto negro-africano.
Los exploradores
egipcios visitan los territorios negros
Entre los grandes exploradores de esa
época destaca Hapdjefai,
inquieto aventurero que desde Siut dirigió numerosas
expediciones en Nubia, así como Pepinekht, Si-Hathor y Amori. Una importante expedición al Punt,
dirigida por Khentekthai, fue
muy celebrada porque logró regresar a Egipto sin haber sufrido una sola baja,
lo cual indirectamente nos indica que, en general, todas esas expediciones
ocasionaban gran número de víctimas.
Además de realizar las exploraciones de
Nubia, Sudán y del mar Rojo, los egipcios convirtieron muy pronto el
Mediterráneo oriental en un mar egipcio, explorando las costas de Siria,
Chipre, Asia Menor y Creta. A partir de la dinastía XVIII, los cretenses adquirirán poco a
poco el monopolio de las navegaciones mediterráneas, sustituyendo a los
egipcios y ampliando el área de las exploraciones a las Cícladas, la Grecia
continental y el Mediterráneo central, donde pronto les sucederán los aqueos y los primitivos griegos, entre los que destacan Hannon, Himlicon, Kolaikos (620 a.C), Escylax de Caryanda (510 a.C)
Piteas de Marsella y Nearcho (320 a.C).
Burro
en una pintura egipcia datada entre 1298-1235 a. C. Fuente: Wikipedia
Las expediciones egipcias al Sudán se
realizaban mediante grandes caravanas de asnos porteadores y se organizaban en
la propia frontera meridional. Funcionarios reales se hallaban encargados de
equipararlas y aprovisionarlas a lo largo del territorio egipcio, y ya más allá
de la frontera eran las tribus ribereñas del Nilo las que, con sus tributos,
contribuían a la financiación de las expediciones, cuya finalidad era la
obtención de oro, marfil, ébano y otras materias desconocidas en el propio
Egipto. En muchos casos, el espíritu de aventura o la enemistad de jefes
indígenas obligaban a efectuar arriesgadas penetraciones, no previstas, hacia
las selvas tropicales. De la información conservada no puede deducirse con
exactitud el límite alcanzado por los exploradores egipcios en la frontera
meridional, pero indirectamente, gracias a las consecuencias de un intento de
entablar comercio, sabemos que la influencia egipcia penetró profundamente en
las propias áreas ecuatoriales.
Barcos
mercantes del Nilo en el Antiguo Egipto. Acuarelas del pintor valenciano Rafael
Monleón en Historia de la navegación. Fuente: Museo Naval de Madrid
La multiplicación
de estos viajes, las grandes riquezas y los productos exóticos aportados por
esforzados navegantes y exploradores, llenaron la fértil imaginación egipcia y
crearon un clima de aventura y ensueño que se manifiesta en la nutrida
literatura novelada de viajes legendarios desde tiempos del Imperio Medio. Tal
es el viaje conservado en un papiro famoso de San Petersburgo, titulado La Historia del marinero náufrago,
relato de un viaje al Punt escrito alrededor del 2200 a. C., aunque algunos
eruditos lo retrasan hasta la época de la dinastía XII (siglo XX a. C.). La
historia incluye referencias a las ofrendas a los dioses así como a todo tipo
de mercancías: incienso, madera fragante, marfil, grano, fruta, pescado, aves,
e incluso a una serpiente gigante. El relato puede ser obra del “escriba de
hábiles dedos”, Ameny hijo
de Amenaa. Es el primer relato de naufragios, de los que son muy conocidos los
de Simbad y Robinson Crusoe. Cuenta la experiencia del náufrago, sus temores,
la soledad y el miedo a morir en un país extranjero, un tema recurrente en la
historia de la literatura antigua egipcia.
-Viaje de Hatshepsut
Hatshepsut volvió a recuperar el
comercio del Punt, dejándonos escrita su expedición, tal
vez la más conocida, que dejó grabada en el Templo de Dei al-Bahari. La reina era
hija de Tutmosis I, la única mujer proclamada faraón. El viaje se realizó el año
1464 a. C., bajo el mando de Nehesi, portador del sello real. La
expedición tenía una doble misión: el tradicional comercio de maderas
preciosas, oro e incienso y la realización de un estudio sobre el país, tanto
sobre las condiciones geográficas como políticas y sociales.
Escultura
en caliza de Hatshepsut, datada sobre 1520-1484 a.C. Museo Egipcio de El Cairo. Fuente: Artehistoria
Templo de Dei el Bahari, tumba de Hatshepsut.
Fuente: Wikipedia
En estos grabados se describe la llegada a
una montaña que tenía terrazas con incienso (gomorresina que se obtiene
haciendo una incisión en los troncos de los árboles de la Boswellia).
-Viaje de Unamón
Relatado en un fragmento que se conserva
en la colección del Museo Pushkin de Moscú, titulado oficialmente Papiro
Pushkin 120, el
viaje demuestra la pérdida de poder e influencia de Egipto a través de los
desprecios infringidos a Unamón, sacerdote de Amón, que viajó a Biblos circa
1050 a. C. para comprar madera (probablemente de cedro) para un nuevo barco sagrado.
Fragmento del Papiro Pushkin 120, con la historia de Unamón.
Unamón
contó que al llegar al puerto de
Dor, gobernado por el príncipe Tyeker Beder, fue desvalijado. Cuando llegó
a Biblos, el rey Zakar-Baal se negó a que le entregasen la madera pedida y,
además, le exigió a Unamón que pagase para obtener noticias, una práctica
contraria a la tradición. Unamón entonces tuvo que pedir a Esmendes más oro, un
gesto humillante. Después de un año de espera en Biblos, Unamón se dirigió a
Alashiya (Chipre), dónde quisieron matarlo, antes
de recibir la protección de la reina Hatbi. La historia se detiene aquí
porque falta el resto del papiro.
Los problemas de Unamón en su viaje se han explicado como emanados de
esa situación internacional. En el estudio de Goedicke (1975) aporta lo que habrá de ser una
de las interpretaciones más sugerentes sobre el personaje. Goedicke demuestra
que la actitud de Unamón no se corresponde con las esperables de un enviado que
intenta realizar una transacción comercial. Los problemas de Unamón proceden,
en su visión, no sólo de la pérdida del prestigio de Egipto en el concierto internacional,
sino de la falta de adecuación a los usos y costumbres vigentes en el mundo comercial
del Mediterráneo de su tiempo. Unamón actúa fuera de las normas de conducta apropiadas
(y de cortesía). Vale la pena recordar cuál es la situación de Unamón a su
llegada a Biblos con la intención de comerciar y obtener madera de cedro para
la barca de Amón. Cuando Unamón se presenta ante el gobernante de Biblos acaba
de robar un barco (es un pirata), no tiene credenciales que establezcan su
identidad ni su misión, no lleva capital para intercambiar por los bienes
deseados, su actitud es profundamente descortés y llega perseguido por su
delito. Esto escribe José
Ramón Pérez-Accino en Unamón revisado, publicado en Intercambio y comercio preclásico en el
Mediterráneo (I Coloquio del Cefyp, descargar aquí).
Descargar aquí
-Viaje a Bactria
Ramsés
II
ordenó un viaje con un destino
más lejano que Punt: Bactria, de donde procedía el lapislázuli, inexistente en África. En general, los egipcios lo adquirían en
Tefrer, una ciudad situada en el canal que unía el Tigris con el Éufrates. En Tefrer,
posiblemente Sippar, compraban también otra piedra a la que daban el
nombre de la ciudad (tefrer) y que no ha sido identificada.
Una de las esposas de Ramsés II
era hija del rey de Bactria, y recibió aviso de que su hermana estaba muy
enferma. El faraón envió a uno de sus mejores médicos, pero la princesa no
sanaba: tras el inútil viaje de otro médico, se decidió enviar al dios Jonsu, protector de
los enfermos, el que ahuyentaba a los malos espíritus y regulador de los
destinos. Una flota compuesta por un gran barco y otros cinco pequeños como
escolta tardó un año y cinco meses en llegar a su destino tras bordear Arabia y remontar el Indo. Jonsu permaneció en el palacio
real casi cuatro años, hasta que el rey lo devolvió junto con grandes regalos.
Los egipcios habían realizado en ese tiempo cinco viajes entre Tebas y Bactria.
Bibliografía
El
Egipto faraónico. Sociedad, economía y política. J. M. Parra (coord.). Marcial
Pons, 2009.
Mitos y
cuentos egicios de la época faraónica. Gustave Lefebvre. Madrid, Akal, 2003.
Holmes, George C.V. (2006). Ancient and Modern Ships V1:
Wooden Sailing Ships. Kessinger Publishing, LLC.
Montet, Pierre (1993). La vida cotidiana en Egipto en tiempos de los Ramsés.
Temas de hoy.
Galán, José Manuel. «Expedición a Punt (transcripción)».
López, Francisco (2006). «Papiro de Moscú 120». La Tierra de los Faraones.
Torre Suárez, Juan de la. «Las aventuras de Unamón».
Exploradores
La Exploración de
Siberia
19. Los rusos
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