Palestina durante el mandato británico
Poco a poco hemos ido desenmascarando las patrañas sionistas. No es verdad que los judíos sean pueblo alguno, sino un conglomerado de razas europeas y africanas unidos por una religión. Sólo existen sionistas unidos por el fanatismo. Es mentira que sean el pueblo “elegido” de Dios y que tengan derecho a una “tierra prometida”. Son ficciones e inventos intencionados para llevar a cabo el traslado de miles de judíos a la tierra de Palestina. También es mentira que ninguna organización mundial, ni tampoco ley alguna, haya reconocido su derecho a establecerse en el Próximo Oriente.
Sin embargo, hay al menos dos escritores, Leo Pinsker en "La Autoemancipación, llamada de un judío a sus hermanos" (1882) y Theodor Herzl en El estado judío (1896) que reclamaron la creación de un Estado propio para los judíos. Y actualmente ha aparecido un documento en Internet (19), redactado hace más de 100 años, contando el proyecto pergeñado por historiadores europeos convocados por el primer ministro británico Henry Campbell-Bannerman, del que reproducimos el resumen de Saad Chedid (20):
Henry Campbell-Bannerman. Foto: George Charles Beresford
“En 1907 el primer ministro Henry Campbell-Bannerman formó un comité con algunos profesores famosos de Gran Bretaña, Francia, Bélgica, Holanda, Portugal, España e Italia -especializados en historia, geografía, economía, petróleo, agricultura y colonialismo- para estudiar maneras posibles de asegurar la continuidad de los intereses colonialistas europeos. Con estas directivas hechas a los miembros del comité dijo: ‘Los imperios crecen en su poder hasta cierto punto, se expanden, luego gradualmente se desintegran y colapsan.’ Les pidió que buscaran una manera de retrasar el destino del colonialismo europeo, que había llegado a su pico; en ese momento en el que el sol nunca se había puesto en el imperio británico…”
…“Hay pueblos (los árabes, nota del editor) que controlan grandes extensiones de territorios contando con evidentes recursos ocultos. Dominan las intersecciones de rutas del mundo. Sus tierras fueron la cuna de civilizaciones y religiones humanas. Esta gente tiene una sola fe, un lenguaje, una historia y las mismas aspiraciones. Ninguna barrera natural puede aislar a esta gente la una de la otra… si por casualidad, esta nación se unificara en un Estado, tomaría los destinos del mundo en sus manos y separaría a Europa del resto del mundo. Tomando estas consideraciones seriamente, un cuerpo extranjero debe ser plantado en el corazón de esta nación para prevenir la integración de sus alas de tal manera que desgaste sus poderes en guerras sin fin. También podría servir al Occidente como trampolín para obtener sus objetivos encubiertos…”
Un especialista en el Ministerio británico de las Colonias, Side Potam, decidió que no había mejor elección que los judíos para llevar a cabo la tarea colonialista, porque los británicos no estaban preparados para llevar adelante la tarea como lo habían hecho antes en Canadá y Australia.
Imagen de Los derechos nacionales del pueblo palestino, de Saad Chedid. Fuente: Issuu.com
El reconocimiento de este Informe, y el hecho de que Ben Gurion se instaló en Palestina desde 1906, nos lleva a tener que revisar la historia del Estado de Israel con una mirada totalmente distinta, si queremos comprender el por qué se implantó ese Estado terrorista, y por qué hoy sigue recibiendo el apoyo incondicional de las potencias europeas y, en especial del gobierno de EE. UU. de América, continuador del imperio británico (21).
Las verdaderas causas de la implantación del Estado de Israel debemos encontrarlas en ese proyecto imperial de Gran Bretaña, y no en las elucubraciones fantasiosas de Teodoro Herzl, que describiera en su libelo El Estado de los judíos, y tampoco en las que rabinos paranoicos pretenden encontrar en los textos ficcionales de la Torá y/o del Tanaj (24 libros de la Biblia hebrea), travestidos como ‘la Biblia’, argumentaciones que fueron agregándose con el correr de los tiempos, para hacer de los miembros de la Organización Sionista Mundial, los supuestamente verdaderos artífices de esa implantación espuria en el corazón del Mundo árabe (22).
La inmigración judía
En 1925 Vladimir Jabotinsky crea el Sionismo Revisionista y funda la Unión Mundial de los revisionistas judíos, con objetivos como la creación del Estado sionista en ambos márgenes del Jordán, restauración de la Ley Judía, educación religiosa y militar de la juventud y actividad política.
Zeev Jabotinsky, primer comandante del Irgún (1925). Fuente: Wikipedia
El terrorismo judío, protagonizado sobre todo por el Irgun Zvai Leumi (Organización Militar Nacional, fundada por Zeev Jabotinsky) y por Lehi, conocido también como Stern Gang, preparaba la limpieza étnica de la tierra que los judíos aspiraban a controlar.
Cuando comienza el terrorismo judío, se produce la Cuarta Aliyah o Aliyá (1924-1928) o cuarta ola de inmigración judía a Israel, proveniente de Europa y Asia.
Miembros de la Haganá, terroristas judíos. Fuente: Arqueohistoria crítica
Los sionistas afirman que el Irgún, formado en 1931 tras una escisión en la Haganá o Hagnah, es un grupo de represalia contra las actividades armadas árabes, nacido como respuesta a la Matanza de Hebrón de 1929, un pogromo perpetrado por una masa de árabes armados de bastones y cuchillos que se agruparon para asesinar a los judíos de Jerusalén y sus alrededores, desde donde se extendió al resto del territorio. Los supervivientes se vieron obligados a huir de Hebrón, y sus bienes fueron confiscados y ocupados por los residentes árabes.
La matanza se produjo por la exasperación de los árabes y después de un incidente en el Muro de las Lamentaciones (23), lo que obligó a Londres a publicar un Libro Blanco (1930) intentando limitar la llegada de judíos. Pero los sionistas presionaron al primer ministro británico Weizman para que suavizara esta pretensiones. Al final, esta "Carta Negra", como la llamaron los árabes, envenenó la situación.
En la Matanza de Hebrón (1929) 67 judíos fueron asesinados, y como acto de venganza, un médico fanático estadounidense, Baruch Goldstein, asesinó a sangre fría a 29 orantes musulmanes e hirió a decenas más, antes de morir a manos de los sobrevivientes en una mezquita de la ciudad de Hebrón en 1994.
Los sucesos de 1929 arrojaron un saldo en todo el territorio de 116 árabes palestinos y 133 judíos asesinados. La cadena de asesinatos se establecía: árabes matan judíos; británicos y judíos matan árabes.
Los sionistas acusaron a los caciques árabes de instigar los disturbios, pero una investigación británica concluyó que la hostilidad hacia los judíos era tan real, tan extendida y tan violenta que no se debe considerar de una manera tan superficial
La matanza vino seguida de la venganza de los grupos terroristas judíos que también actuaron contra intereses británicos. Tenían el proyecto de asesinar al ministro Bevin. Poco antes de la destrucción deJenin, dos bombas judías explotaron en un mercado árabe en el centro de Haifa y mataron a 74 árabes en 1938. Ese año murieron en aquel territorio 77 británicos, 233 judíos y 503 civiles árabes.
Durante los disturbios de Palestina 1929, las familias judías huyen de la Ciudad vieja de Jerusalén por la Puerta de Jaffa. Fuente: Wikipedia
Tras la subida de Hitler al poder y a pesar de las promesas a los árabes, Gran Bretaña abrió las puertas de Palestina a los que huían del infierno nazi, por lo que unos 150.000 judíos llegaron a Palestina en cuatro años (1932 a 1935 ).
Las atrocidades nazis reforzaron la convicción sionista de que sólo un Estado propio podría asegurar la supervivencia del pueblo judío. Un congreso sionista reunido en Nueva York (1942) aceptó la propuesta de Ben Gurión, rechazó el Libro Blanco de 1939 y aprobó el programa Biltmore (24), cuya cláusula esencial era la creación en Palestina de un Estado Judío, con el consiguiente abandono del entendimiento con los árabes.
David Ben-Gurión (1886-1973). Fuente: Las listas de Ferretti
Con la llegada de Hitler al poder comienza la Quinta Aliyah (1933-1935) principalmente por el terror nazi que, aunque clandestino , cometía sus atentados impunemente. Con la promulgación de las Leyes raciales de Núremberg (1935) (antisemitas) los judíos alemanes se quedan sin derechos civiles y políticos. Como consecuencia de estas leyes llegan a Palestina miles de judíos alemanes.
Este desplazamiento masivo de judíos fue organizado por el Hagnah («La Defensa») –una organización militar que se convertiría más adelante en el ejército o Fuerza de Defensa de Israel- en colaboración con Eichmann que sacaron muchos judíos de Austria y Alemania.
Los británicos impusieron la ley marcial y utilizaron a voluntarios judíos en la represión, lo que sólo sirvió para envenenar los ánimos. Cuando la insurrección terminó en octubre más de mil árabes habían muerto a manos de las tropas británicas. La política británica pro-sionista lanzaba un balance sangriento y había abonado el abismo que separaba las dos comunidades.
La persecución nazi estuvo en la base de esta gran inmigración, puesto que ninguna potencia aliada quería acoger en su seno a los judíos. Las negociaciones con los nazis permitieron sacar a los judíos, pero al final se acumularon por cientos de miles en Polonia y hubo de idear alguna forma efectiva de deshacerse de ellos.
El memorándum palestino que se presenta al alto comisionado británico Arthur Grendell Wauchope (1935) pide el cese de la inmigración masiva, así como también un freno a la venta de tierras a extranjeros. Los sionistas la rechazan.
Ante esta riada inmigratoria los palestinos llaman a una huelga general en protesta por la masiva inmigración judía (1936) y estalla la insurrección árabe de 1936. Por primera vez los árabes se agruparon en un Alto Comité presidido por el gran Mufti de Jerusalén Amin al-Husayni, que decretó una huelga general indefinida hasta que Londres atendiera sus peticiones: gobierno nacional palestino, suspensión de la inmigración y prohibición de vender tierras de los árabes a los judíos.
La protesta palestina por la inmigración ilegal de miles de judíos, que ellos veían como un acto de usurpación de su patria, terminó con la demolición de Jenin o Yenín (1938), tras un enfrentamiento en el que resultaron varios soldados y policías británicos muertos.
Abdelkader al-Husayni
Un sector de la población palestina concibe la insurrección armada como única vía para proteger su propia supervivencia, tras el fracaso de la diplomacia. Entonces aparece uno de los personajes más influyentes, Abdelkader al-Husayni, que toma el estandarte del Nacionalismo que considera que Palestina debía ser sólo de los árabes y llama a expulsar a los judíos.
Notas:
20. Saad Chedid. Palestina o Israel. Editorial Canaán, Buenos Aires, 2004. El Estado de Israel es un Estado terrorista. Saad Chedid. Rebelion
21. Jay Gonen. Psychohistory of Zionism. New York, 1975.
22. El Estado de Israel es un Estado terrorista. Saad Chedid. Rebelion.
23. En agosto de 1929 se produjo una manifestación política sin precedentes ante el Muro de las Lamentaciones, organizada por militantes sionistas de derechas. Al clima de tensión que entonces reinaba entre judíos y palestinos, el incidente siguieron enfrentamientos en todo el país. Hubo muertos en uno y otro bando, los palestinos fueron reprimidos con especial dureza por el ejército británico.) En agosto de 1929 se produjo una manifestación política sin precedentes ante el Muro de las Lamentaciones, organizada por militantes sionistas de derechas. Al clima de tensión que entonces reinaba entre judíos y palestinos, el incidente siguieron enfrentamientos en todo el país. Hubo muertos en uno y otro bando, los palestinos fueron reprimidos con especial dureza por el ejército británico.
24. La reunión se celebró en la ciudad de Nueva York en el prestigioso Hotel Biltmore del 6 al 11 de mayo de 1942, con 600 delegados y dirigentes sionistas procedentes de 18 países
El conflicto judeo-palestino
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