El terrorismo judío
Para frenar el creciente nacionalismo palestino se crea el Irgún, un movimiento terrorista fundado por Jabotinsky para eliminar a los palestinos. Durante los tres años de enfrentamiento –hasta el exilio de Abdelkader al-Husayni (1939)- murieron 5000 personas.
A pesar de su declarado pro-sionismo, los laboristas británicos mantuvieron las restricciones para la inmigración, a fin de contrarrestar la influencia soviética entre los árabes y, cuando la Agencia Judía solicitó 100.000 permisos para entregar a los judíos que estaban en campos de refugiados, Londres mostró una actitud inflexible: admitir en Palestina a los judíos desplazados significaría encender una mecha en Próximo Oriente.
Primeras migraciones judías
El "asunto de los cien mil" sensibilizó a la opinión pública en Estados Unidos, hasta el punto de que el presidente Truman censuró agriamente a los británicos. El descubrimiento de los campos de concentración y las cámaras de gas generó una corriente universal de simpatía hacia los supervivientes sin reparar en que los árabes palestinos nada tenían que ver con la política criminal de los nazis ni debían ser sacrificados a la buena conciencia de los europeos.
En 1937 la Comisión Peel recomienda la partición del territorio en dos: uno árabe, que poseería un 75% del territorio, y uno judío, que poseería el restante 25%. Ambas partes lo rechazan. El Reino Unido decide dar marcha atrás en la creación de un estado israelí y un Estado Palestino, y propone la creación de un Estado Bilateral para todo el territorio Palestino. Esto también es rechazado por ambas partes.
El Irgún en 1938 emprende nuevos y más violentos atentados contra palestinos cobrando 120 vidas. En Alemania, la política antisemita llega a su punto más álgido: registro de todos los judíos, sus riquezas, marcación de los judíos. Noche los cristales rotos en Alemania: 91 judíos asesinados, y 27.000 detenidos. Comienza la persecución en toda regla con asesinatos, detenciones, quema de sinagogas.
En el Libro Blanco de 1939, los británicos propugnaron la creación de un estado palestino en un plazo de diez años, limitando la inmigración a 75.000 judíos (en cinco años) y dejando en manos del Alto Comisario la reglamentación de la venta de tierras con el objeto de que no apareciera una población considerable de árabes sin tierras. Esta decisión era puramente estratégica para evitar el apoyo árabe a Alemania.
Los judíos consideran esto como una provocación, lo que radicaliza todavía más el movimiento sionista y aparecen nuevos grupos terroristas como el Lehi (conocido también como la "Banda de Stern"), que se dedica a atacar no sólo Palestinos, sino también a británicos.
Miembros de la Banda Stern buscados por la policía británica
La nueva política británica suscitó vehementes protestas sionistas y la denuncia del Libro Blanco. De hecho, la inmigración quedó estrangulada a partir de marzo de 1940, después de que un barco cargado de inmigrantes, el Atruma, fuera rechazado por los británicos y se hundiera en el Mar Negro, pereciendo 768 personas. Este acontecimiento abonó el terreno para la lucha armada de los sionistas contra los británicos. Ante la persecución de que eran víctimas, los judíos derrocharon tenacidad e imaginación para inmigrar clandestinamente a Palestina, aunque el gobierno británico luchó para detener la masiva riada de refugiados que aumentaba incesantemente.
Persuadidos de la justicia de su causa, los palestinos se encerraron en una indiferencia suicida sin organizarse política ni militarmente, y actuaron siempre a remolque de los acontecimientos. Para algunos estudiosos la causa principal de la guerra es la renuencia árabe a aceptar el Estado del pueblo judío (Voz judía también hay, de Gustavo D. Perednik. Catoblendas).
Los palestinos, al rechazar las últimas propuestas británicas, cometieron un error de cálculo que confirma tanto su desconocimiento de la realidad internacional, cuanto su equivocada valoración de las fuerzas del Yishuv y de la influencia de los judíos en todo el mundo. Ante el inmovilismo tradicional y las estructuras semifeudales de la comunidad árabe, el Yishuv (25) con medio millón de miembros en 1937, era una sociedad moderna, técnicamente avanzada, que recibía importantes subsidios financieros de los judíos de la diáspora.
En 1942 se exilian de Europa miles de judíos. Se celebra la Conferencia sionista de Biltmore, en el que los sionistas más extremos defienden un Estado Judío en todo el mandato británico de Palestina, y comienzan a atacar el "ocupante inglés".
Se producen una gran cantidad de atentados terroristas judíos, entre ellos, el asesinato en 1944 de Lord Moyne (responsable de la ley de inmigración para judíos), ministro de Estado Británico a manos del Lehi.
Finaliza la II Guerra Mundial, en 1945 se lleva a cabo la Conferencia de Yalta entre Stalin, Churchill y Roosevelt, considerada como el comienzo de la Guerra Fría. Se descubre el genocidio nazi en toda su extensión: más de 5 millones de judíos aniquilados en los campos de exterminio.
Las dificultades británicas por mantener el control de la zona precipitó la entrada en escena de los norteamericanos. De la entrevista en 1945 entre Roosvelt y el rey Ibn Saud de Arabia, surgió el compromiso del americano de no actuar en Palestina sin consultar tanto a los judíos como a los árabes, un compromiso que Truman no respetaría porque codiciaba los votos de los judíos norteamericanos, ya que en USA no tenia votantes árabes.
La lucha armada de los judíos contra los británicos se recrudeció en el verano de 1945. El Haganah (ejército clandestino judío), que disponía de 60.000 hombres, colaboró con los grupos terroristas Irgúny Lihu. Además de diversos atentados contra las vías férreas y las carreteras, atacaron directamente las instalaciones militares británicas y llegaron a secuestrar a seis oficiales. Los británicos replicaron con la detención de varios dirigentes sionistas y con una orden de detención contra Ben Gurión.
Haifa (Mandato británico de Palestina. La policía británica captura el barco Northland jcomprado por la Haganah. fuente: Yad Vashem Photo Archive
Se crea la Liga de Estados Árabes y la ONU, sucesora de la Sociedad de Naciones. En 1946 se inicia una ola de atentados en Palestina.
El 22 de julio de 1946, un comando del grupo Irgún, dirigido por Ménahem Begin, voló con dinamita parte del hotel Rey David en Jerusalén, sede del Estado Mayor británico. En este atentado, que conmocionó a la opinión británica, se registraron 91 muertos (británicos, árabes y judíos) y 110 heridos.
Este crimen convirtió al jefe del Irgun, Ménahem Begin (nacido Zeev Dov) en un héroe de la resistencia judía. Los británicos, al contrario que hicieron con los terroristas palestinos, replicaran moderadamente a los judíos. En 1947 estuvieron a punto de hacer lo mismo con el Colonial Office de Londres, pero falló el detonador de la bomba que habían colocado. Además, enviaron “cartas-bomba” a diversos políticos.
Hotel Rey David después del atentado. El muro de la prisión de Acre después del ataque. Fuente: Wikipedia
Fotografía del arresto de Menáhem Begin por la NKVD (El Comisariado del Pueblo para Asuntos Internos, 1940). Foto de los archivos de la KGB. Fuente: Wikipedia
Ante el vertiginoso aumento de los atentados, los británicos recurrieron a la ley marcial y colgaron a varios terroristas a los que el Irgún consideraba como héroes. El 4 de mayo de 1947 los terroristas asaltaron la fortaleza de San Juan de Acre liberando a 200 prisioneros. Tres miembros del comando asaltante apresados por los británicos fueron ahorcados inmediatamente. El Irgún, por su parte, se apoderó de dos policías británicos y los ahorcó después de un simulacro de juicio.
En 1948 los hombres de Amin al-Husayni organizaron con la ayuda de desertores británicos un triple atentado con coches bomba dirigidos a las oficinas del periódico The Palestine Post, el mercado de la calle Ben Yehuda y el patio trasero de las oficinas de la Agencia judía. En represalia, Lehi dinamitó la vía ferroviaria que conectaba El Cairo con Haifa, al norte de Rejovot, provocando la muerte de 28 soldados británicos e hiriendo a 35.
La Calle Ben Yehuda después del atentado del 22 de febrero de 1948. Fuente: Wikipedia
La violenta atmósfera que existía en Palestina propiciada la evacuación del personal británico no militar. Londres anuncia por medio de su Mtro. de exteriores, Ernest Bevin, su próximo abandono del mandato sobre Palestina.
La ONU intentó resolver la disputa entre los árabes palestinos y los judíos creando el UNSCOP (Comité especial de las Naciones Unidas para Palestina), compuesto por representantes de varios Estados. Ninguna de las grandes potencias estaba representada, para conseguir que el comité fuera más neutral. El UNSCOP mezcló dos propuestas. La primera sugería la creación de dos Estados independientes en Palestina, uno árabe y otro judío, dejando a Jerusalén bajo administración internacional. La segunda abogaba por la creación de un solo Estado federal en el que convivieran ambos pueblos. La mayoría del UNSCOP se decantó por la primera propuesta. La ONU aprobó por amplia mayoría las conclusiones de la UNSCOP, si bien se hicieron algunos ajustes en las fronteras entre los dos Estados propuestos. La división se haría efectiva el día que los británicos consumaran su retirada. Por primera vez, después de miles de años, la zona dejaría de ser un territorio perteneciente a algún imperio, y podría tener una autonomía propia.
Ménahem Begin, líder del Irgún, anunció: La partición del hogar judío es ilegal. Nunca será reconocida. La firma de las instituciones y los diplomáticos del plan de partición es inválida. No cegará a los judíos. Jerusalén fue y será nuestra capital. La Tierra de Israel será restaurada para la gente de Israel. Para todos. Y para siempre. Sus palabras fueron rechazadas por la mayor parte del naciente Estado de Israel. Por supuesto, los árabes Palestinos se pronunciaron en total oposición a estas palabras. El día de la retirada británica, el gobierno provisional judío declaro la formación del Estado de Israel.
Recapitulemos: al finalizar la II Guerra Mundial, el gobierno británico decide frenar el ingreso de judíos a Palestina para evitar el agravamiento de los disturbios entre los nativos. Las fuerzas sionistas a su vez, ya muy seguras de sí mismas, rompen hostilidades contra “el opresor colonial” británico, mediante una serie de atentados terroristas.
Ante la extensión de los disturbios, los británicos impusieron la ley marcial y utilizaron a voluntarios judíos en la represión, lo que sólo sirvió para enconar los ánimos.
Con el fin de la guerra salieron a la luz los horrores nazis contra los judíos. La comunidad judía utilizó "ventajosamente" el terrible holocausto que había sufrido para profundizar la colonización de Palestina (26).
El autor sostiene que el Holocausto que sufrieron los judíos se utiliza por los sionistas para justificar el genocidio al que es sometido el pueblo palestino desde hace décadas. El Holocausto se esgrime como justificación de la pretendida necesidad de Israel de defenderse de todos los “antisemitas” que quieren destruirlo y para evitar que se vuelva a repetir el exterminio de los judíos.
Sin embargo, nada indica que se esté exterminando al pueblo judío, pero en cambio, se observa como los judíos utilizan procedimientos similares a los del nazismo para masacrar a los palestinos: construcción de guetos, limpieza étnica, la “solución final”, la tortura y asesinato a mansalva de niños, mujeres y jóvenes con todo el poder de fuego con el que cuenta Israel.
También se observa la existencia de grupos mediáticos y académicos, con sus poderosos lobbies, que recurren al Holocausto para justificar los crímenes del Estado de Israel y para dotarlo de una “licencia” para matar a los palestinos y autoproclamarse dueños “naturales” del territorio, siempre –por supuesto- contando con el dictamen religioso que les otorga un derecho divino.
Con su anhelo de crear una "patria", el movimiento sionista había fundado centenares de kibutz, escuelas, hospitales, caminos, granjas..., con el trabajo y con la usurpación de la tierra y las casas de los palestinos. Los sionistas fundaron su primera universidad, la primera orquesta sinfónica y el primer instituto científico de Oriente Medio, según palabras halagadoras escritas en El Alzheimer del pueblo palestino de Marcos Aguinis, autor pro-sionista, quien afirma que los judíos tenían aparato administrativo y "Fuerzas de Defensa", en realidad, constituidas por grupos terroristas.
Mientras tanto, una comisión especial de las Naciones Unidas sobre Palestina hizo la partición en dos estados (1948) y asignó el 54% de la Palestina del mandato británico a la comunidad judía y el resto, a los palestinos. Jerusalén quedaba como enclave internacional. Muchos afirman que la ONU estuvo motivada por la responsabilidad y culpa europea del horror contra los judíos
Los judíos aceptaron este segundo veredicto (con la ventajosa anexión de Galilea y el Negev) que legitimaba lo que habían hecho en Palestina, así como sus anhelos soberanistas. Al no ser tan favorable para ellos, los árabes rechazaron la oferta y proclamaron su intención de lanzar a todos los judíos al mar. Según Marcos Aguinis, esta falta de visión de futuro de los árabes retrasó su independencia (27).
Proclamación de la independencia de Israel
Voluntarios árabes acuden en ayuda de los palestinos
En 1948 David Ben-Gurion proclama la independencia de "Israel". Para erradicar a los judíos y el estado judío, los estados árabes forman una coalición integrada por Líbano, Siria, Jordania, Irak y Egipto y declaran la guerra al Estado de Israel. Israel acaba ganando el enfrentamiento. Pero comete uno de los primeros errores diplomáticos, extiende su territorio en represalia.
Notas:
25. Comunidad judía.
26. El holocausto como industria y justificación de la masacre de los palestinos, de Renán Vega Cantor. Pdf Rebelión
27. El Alzheimer del pueblo palestino por Marcos Aguinis.
El conflicto judeo-palestino
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