La Puerta del Infierno
Recientemente en algunos
medios de comunicación (lainformación.com) se publicaron artículos en los que
se afirmaba que se había descubierto la mítica “Puerta del Infierno”, aquella
que el geógrafo griego Estrabón decía de ella que era una grieta de la que emanaban
gases letales y cualquier criatura que visitara ese lugar encontraba una muerte
instantánea.
Un
fresco que representa las puertas del infierno en la iglesia medieval de San
Nicolás del pueblo Raduil, Bulgaria
Las puertas del infierno son, de acuerdo
con la mitología clásica y algunas de las actuales religiones, una supuesta
puerta de entrada al inframundo por la que se accede desde este mundo. Jamás se
ha encontrado semejante cosa ni se ha demostrado su existencia en absoluto, sin
embargo, existen multitud de creencias religiosas y leyendas al respecto.
Unos arqueólogos italianos afirman que el
lugar citado por Estrabón hacía referencia a un manantial subterráneo oculto
bajo las ruinas de una ciudad griega en Turquía.
Reconstrucción
de la Puerta del Infierno
La Puerta
del Infierno
La
entrada al inframundo, descubierta por el arqueólogo italiano Francesco D’Andria,
estaba situada en la antigua ciudad griega de Hierápolis, hoy en Turquía. Foto:
Discovery Channel / Francesco D’Andria
Francesco
D’Andria
Las historias de los chamanes narran el
viaje que emprende el brujo hacia el más allá, en busca de los dones que pueden
regalarnos nuestros antepasados fallecidos. Los griegos eran un pueblo
procedente de las estepas centroeuropeas que había retenido en su cultura la
mitología chamánica.
Creían que cuando una persona fallecía, su
alma era conducida al más allá por un dios psicopompo, en este caso, el dios
Hermes, encargado de llevar el espíritu del difunto hasta el rio Estigia. Allí,
el barquero Caronte lo recogía en su barca y lo llevaba al otro lado, donde se
encontraba Cerbero, el perro de tres cabezas del mismísimo Hades, dios del
inframundo, que le daba acceso al reino de los muertos, y se aseguraba de que
las almas allí atrapadas no salieran y de que los vivos no pudieran entrar.
Aquel lugar se llamó la ‘Puerta
del Infierno’.
El infierno ha sido denominado de maneras
diferentes según la cultura: Helheim para
los nórdicos, Gehena como purgatorio
judío, infierno por los cristianos, Averno
por los griegos, Xibalbá para los
mayas, etcétera, sin embargo en cada cultura existían matizaciones sobre lo que
significaba el infierno o en qué condiciones entraban las almas.
Uno de los mitos más antiguos que narran el
universal viaje al más allá es el mito sumerio de Inanna y Ereshkigal, hijas del Cielo y la Tierra. Inanna,
también conocida como Ishtar,
era la diosa del cielo y el amor, mientras
que Ershkigal representaba todo lo contrario: la oscuridad, la muerte y
el lado más perverso del alma. Los griegos tienen la leyenda de Orfeo que fue
al inframundo para buscar a su esposa Eurídice. Ver Inanna:
avatar de la Diosa e Inanna-Ishtar:
la Diosa mesopotámica.
La Puertas del Infierno, según la cultura
hebrea, se encontraban en la entrada al valle de Ben Hinnom, al sudeste de
Jerusalén.
Griegos y romanos daban el nombre de
Averno también a un cráter cerca de Cumas, en Campania, al Sur de Italia, en
los Campos Flégreos (erupción que pudo tener algo que ver con la extinción de
los neandertales),
como posible puerta al inframundo.
Campos
Flegreos, marcado con círculo naranja. Fuente: NTD
televisión
Aunque no tenga mucho que ver con lo que
estamos hablando, existe un proyecto de perforar el área de Bagno Futura, al
noroeste de la ciudad costera de Nápoles, en Italia – ciudad que tiene como
importantes vecinos al volcán Vesubio y a Pompeya - un ambicioso proyecto que está atemorizando a la población, y que
consiste en agujerear al gran volcán Campi
Flegrei para obtener energía subterránea. Por su forma de caldera, que lo
hace inadvertido, Campi Flegrei se encuentra semi cubierto por edificios
urbanos que hospedan a unas 500 mil personas y la Bahía de Nápoles. A su
alrededor viven más de 3 millones de italianos. El proyecto cuenta con muchos
detractores que temen que la perforación despierte el volcán y se desate un
infierno.
En la cultura griega y romana también se
apuntaba a que la puerta del infierno se encontraba cerca de la ciudad de
Hierápolis, actual Pamukkale, en la actual Turquía. Estrabón escribió que la
puerta estaba rodeada de vapores malignos, lo cual encaja con una gruta con
aparentes construcciones rituales encontrada en 2013 en Pamukkale por
arqueólogos italianos.
Ruinas
de Hierápolis en Pamukkale (Turquía)
Según una leyenda urbana, las puertas del
infierno se encuentran en el Monasterio del Escorial, a las
afueras de Madrid. Según los ocultistas, el rey Felipe II sostuvo creencias en
la magia y los espíritus, como lo demuestra su gusto por las pinturas de El
Bosco. Esta leyenda dice que se eligió el emplazamiento del monasterio del
Escorial para cerrar una puerta al infierno. El Monasterio del Escorial es una
zona mística y cuando se construyó, había un perro negro que martirizaba a los
constructores. Al parecer, el Escorial es una de las puertas del infierno y el
perro su guardián. Uno de los episodios más enigmáticos que tuvieron lugar
mientras se construía El Escorial ocurrió en el año 1577. Los monjes
franciscanos aseguraban ver a un perro negro que daba portentosos saltos a la
luz de la luna. Y sus aullidos de ultratumba eran claramente audibles. Se
rumoreó que el perro era Can Cerbero, el mitológico monstruo que protegía el
acceso al Averno.
Visita
al Escorial, hace unos cuantos años, con mi familia
Según la Wikipedia, en
Nicaragua, a 20 kilómetros de Managua, está el volcán en activo de Masaya, que los
nativos consideraban una entrada al infierno. En el siglo XVI, los frailes
españoles llegaron al lugar y bajaron hasta la propia fosa del volcán para ver
la lava, y dado lo espectacular de ver un volcán activo, confirmaron las
creencias nativas de que aquel lugar podría ser una entrada física hacia el
infierno. Los frailes colocaron una enorme cruz al borde del cráter.8 500 años
después, sigue ahí una cruz, conocida como Cruz de Bobadilla.9 No es el único
volcán que se ha identificado con el acceso al inframundo.
Volcán
Masaya o Popogatepe (Nicaragua)
En la selva de Belice existe una gruta
que se identifica en la cultura maya con la entrada a Xibalbá.
El
descubrimiento de los arqueólogos italianos también se refleja en «Terra Antiqvae», con un reportaje
sobre la cueva turca que podría corresponderse con la Puerta de Plutón,
considerada como el portal al inframundo en las mitologías griega y romana.
Hierápolis alcanzó su máximo esplendor
bajo el dominio romano, donde fue famosa por sus aguas termales a las que se
atribuían propiedades curativas. D’Andría y su equipo localizaron la Puerta de
Plutón mientras reconstruían la ruta de un manantial termal. De hecho, los
manantiales que producen las famosas terrazas blancas de travertino de
Pammukkale se originan en la cueva descubierta por los arqueólogos.
Terrazas
blancas de travertino de Pamukkale
En sus alrededores se encontraron
numerosas ruinas que formaban un gran complejo ceremonial. Entre ellas,
localizaron un templo, una piscina y una serie de escalones que concuerdan con
las descripciones que las fuentes antiguas hacen del lugar. Además, encima de
unas columnas situadas en la entrada de la cueva podía leerse una inscripción
dedicada a los dioses del inframundo.
Estrabón situó la entrada al inframundo en
la antigua ciudad de Hierápolis, fundada por el rey Eumenes II alrededor del
año 180 antes de Cristo, y destruida por un terremoto en el año 17, en
tiempo del emperador romano Tiberio. El geógrafo griego en el año 24 antes de
Cristo lo describió como “un lugar lleno de un vapor tan denso que apenas
permitía ver el suelo” y en el que cualquier criatura que entraba “encontraba
una muerte instantánea”.
Durante las excavaciones, los arqueólogos
pudieron comprobar las propiedades letales de las emanaciones de la cueva, al
observar que varias aves que intentaron refugiarse en busca de calor, murieron
instantáneamente. El gas que surge del subsuelo se trata de dióxido de carbono
Un
lugar de peregrinación
Aunque el equipo de arqueólogos dirigidos
por D’Andria aún no ha podido explicar este fenómeno letal desde un punto de
vista científico, asegura que esta circunstancia convirtió ‘Puerta del
Infierno’ en un lugar de culto religioso y peregrinación en la Antigüedad. Se
supone que los antiguos sacerdotes se quedaban deliberadamente a una distancia
razonable de la cueva e inhalaban esos gases con el fin de tener
visiones.
Otra
puerta del infierno podría ser el cráter de gas Darvasa en Derweze,
Turkmenistán
Los peregrinos que visitaban el lugar
dormían al lado de una piscina cercana, y cuyos restos también han sido
desenterrados, junto a las ruinas de un templo. Al parecer, los fieles se
bañaban en la piscina y dormía cerca de la grieta de la que emanaban los gases,
ya que se creía que de esta manera podían ver el futuro en sus sueños.
Ver Estados
Alterados de la Consciencia.
Otra de las evidencias que apoyan la
hipótesis de que esta apertura solía es la ‘Puerta del Infierno’ en la antigua
mitología grecorromana es el descubrimiento de varias columnas con dedicatorias
a los antiguos dioses del submundo, Hades para los Griegos y Plutón para los
romanos.
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