La aparición del hombre en Europa
Ornella Semino y Peter
Underhill afirman que los europeos llegaron en tres oleadas
diferentes, basando sus afirmaciones en un estudio del cromosoma “Y”
realizado en individuos de 25 nacionalidades diferentes. El cromosoma Y está presente sólo en los
individuos masculinos y se transmite de padre a hijos sin sufrir otras
modificaciones mas que raras mutaciones. Los genetistas han identificado
algunas de esas mutaciones y han establecido diez haplotipos diferentes presentes en el 98% de los europeos. La
distribución geográfica de esos marcadores permite saber cuales han sido las
vías antiguas de migración. En efecto, una mutación es más frecuente en la zona
geográfica donde ha aparecido, haciéndose más rara a medida que nos alejamos.
Por otro lado, sabemos que cuantas más mutaciones hay en un sitio eso significa
que el ADN de sus habitantes es más antiguo.
1. La primera migración, proveniente
del Asia Central se produjo hace 40.000 años y esos hombres colonizaron
la Europa del Este. El yacimiento más antiguo con restos humanos de
cromañones es Mladeč
(Moravia, República Checa, 1881) datado en unos 32.000 años; la mayoría de los
restos fueron destruidos al término de la IIª Guerra Mundial. Gran
variabilidad, sobre todo en la robustez. Moño occipital en algunos individuos,
probablemente masculinos. Relieve supraorbital formado por una parte lateral y
una medial separadas por un canal, típico de la morfología moderna.
Reconstrucción de una tumba auriñaciense
en Mladeč, Moravia
Acabamos de ver como los restos de Homo sapiens más antiguos en el
continente se fecharon en unos 35.000 o 40.000 años. Sin embargo, la revista Nature
ha publicado un trabajo en el que está el investigador del CSIC Michael Coquerelle, que han fechado de nuevo
los dientes hallados en 1964 (Alessandro Palma di Cesnola) en la cueva italiana
La Grotta
del Cavallo, ubicada en Apulia, otorgándoles una antigüedad de
45.000 años. Estos restos pertenencen a la llamada cultura Uluciense.
La Grotta del Cavallo, ubicada en Apulia
2. Una
segunda oleada se produjo hace 22.000 años, proveniente del
Oriente Medio, y sus integrantes se instalaron en la Europa del sur y del oeste.
El 80% de los europeos actuales son descendientes de estas dos migraciones.
Durante el transcurso del máximo glaciar de hace 20.000 años, esas
poblaciones se refugiaron en España y en los Balcanes, para volver a
expandirse por el resto de Europa cuando llegó el clima favorable.
3. La tercera migración se produjo hace 9000 años, proveniente del
Oriente Medio, durante el transcurso del Neolítico. Sólo el 20% de los europeos
actuales llevan marcadores genéticos correspondientes a esos emigrantes, lo que
significa que las sustituciones no fueron masivas sino parciales dentro de las
diferentes oleadas migratorias del Homo
sapiens. Se trató más bien de una oleada cultural. Esta última oleada, la del neolítico, parece
ligada al desarrollo de la agricultura y la domesticación de animales (1).
Campamento de Lepenski
Vir (Serbia) cerca del desfiladero de las Puertas de Hierro del
Danubio. Poblado mesolítico de 8000 años de antigüedad, excavado por el
profesor Dragoslav Srejović (Dib: Giovanni Caselli)
La primera y la segunda oleada de emigrantes se corresponden con la cultura Auriñaciense (35.000
años), mientras que la tercera está asociada con el Gravetiense, después
de la retirada de los hielos de la última glaciación (16.000 años). La colonización de Europa es más moderna que
la asiática y se realiza entre 45.000 y 30.000 años en que alcanza la península
ibérica. Los árboles genéticos europeos muestran que los grupos más antiguos
son los lapones y los sardos. A continuación, griegos y yugoslavos. Pero el grupo que antes se separa del resto
de las poblaciones europeas es el vasco que puede considerarse como un pueblo
proto-europeo.
El vasco no está relacionado con ninguna
familia de los idiomas existentes en el mundo. Puede que haya sido el lenguaje
hablado en Europa hasta la llegada, hace 10.000 años, de los inmigrantes
neolíticos, que importaron la primera lengua indoeuropea al mismo tiempo que la
agricultura y otros avances culturales. El área hoy ocupada por los vascos es,
además, el centro geográfico del arte Paleolítico de las cuevas. Figuritas de
hueso, marfil, o piedra representando mujeres, animales y ciertas criaturas
enigmáticas aparecen en distintos lugares de Europa (y, curiosamente, en
ninguna otra parte del mundo) hace alrededor de 30.000 años, durante el
Paleolítico Superior. Pero los magníficos ejemplares de expresión artística que
son las pinturas del interior de cuevas como las de Altamira en España y, en
Francia, Lascaux y Vallo-Pont-d’Arc en el Ardeche, descubierta en 1995, sólo
existen en una región centrada alrededor del territorio ocupado hoy por los
vascos.
Los estudiosos de las mutaciones observadas
en el ADN mitocondrial de los europeos llegaron el años 2001 a la conclusión que el 75% de los europeos actuales descienden de la
población que se refugió en España, en el País Vasco, durante el último máximo
glaciar hace 20.000 años. (Explicación
de Maria Fernanda Sánchez Goñi
porqué no se refugiaron en el mediterráneo español). Ver el tema en la
siguiente web: http://ma.prehistoire.free.fr
El estudio fue realizado por Antonio Torroni,
Bryan Sykes y Ornella Semino, tomando muestras del ADN
mitocondrial a 10.365 europeos (97 vascos) provenientes de 56 zonas de Europa,
Medio Oriente y norte de África.
La primera mutación en la que se fijaron es la llamada pré-V,
actualmente muy rara, pues sólo se encontró en 73 personas del estudio, aunque
está repartida por todo el área estudiada. Esta mutación apareció en un período
comprendido entre los 26 y 15 mil años atrás.
La segunda mutación se llama V (por los Vascones) y apareció en
214 personas del estudio. Se trata de una mutación que está casi ausente en el
sur de los Balcanes, Turquía, Cáucaso y el Próximo Oriente. En el resto de
Europa se encuentra en todas las poblaciones, con una frecuencia máxima en el
País Vasco (el 12% de los vascos son portadores de este gen), la cual va
decreciendo a medida que nos alejamos de los Pirineos. Este gen V apareció hace 16.000 años en
la parte occidental de Europa. Al este del Rin y del Adriático apareció hace
8.000 años, lo que nos sugiere un movimiento migratorio del Oeste hacia el Este
de Europa. Los investigadores concluyen que hace 20.000 años los europeos se
refugiaron en el País Vasco y, cuando llegó el buen clima, se extendieron otra
vez por Europa hace 16.000 años, llegando a Escandinavia hace 10.000 años.
El gen pre-V apareció en Europa antes de
que los hombres se refugiaran en España.
Los investigadores saben que la relación entre los dos isótopos del oxígeno (16
y 18) varía en función de la cantidad de hielo aprisionado en los continentes.
En efecto, el vapor de agua de las nubes y el agua de lluvia son más ricos en
oxígeno 16 - más ligero- que en oxígeno 18, abundante en el agua del mar.
Durante las glaciaciones una parte del agua de lluvia queda aprisionada en
forma de hielo, disminuyendo así la cantidad de oxígeno 16 en los océanos. Al
contrario, durante un periodo cálido (interglaciar), el agua liberada por el
derretimiento del hielo retorna a los océanos, aumentando la proporción de
oxígeno 16 respecto al oxígeno 18. El estudio de los sedimentos de
conchas marinas y de los hielos pone en evidencia la sucesión de unas fases
llamadas estadios isotópicos, los
pares corresponden a fases frías y los impares a periodos cálidos. Actualmente
estamos en el estadio isotópico 1. El estado isotópico 2 corresponderá
al pasado, transcurriendo entre hace 32.000 y 13.000 años, época de máximo
avance del casquete polar sobre Eurasia, con un máximo de frío ocurrido hace
20.000 años en la que Europa quedó con un clima muy frío y seco, parecido al de
la actual Siberia
Como consecuencia del frío Europa se
despobló y, según Dolukhanov, sólo quedaron dos refugios con una población importante: al oeste de la
zona franco-cantábrica y en la zona peri glaciar de Ucrania y llanura de la
Rusia central, que se beneficiaban de la presencia de valles fluviales y lagos.
Dolukhanov piensa que estos refugios son el origen de las dos lenguas más
antiguas y no indoeuropeas: la proto-urálica
y la vasca-caucasiana. La primera
oleada de recolonización europea surgió del País Vasco y por el Bassin
parisino y el valle del Rin llegó a Lituania y Ucrania.
Esta repoblación está atestiguada por
centenares de nombres de pueblos, topónimos y ríos de Europa y África del norte
que contienen raíces de la lengua vasca, lo que surgiere que una población que
hablaba algo parecido a la lengua vasca se extendió por toda Europa. El idioma
de los íberos tiene este origen. Después esta lengua fue suplantada por la de
los primeros agricultores neolíticos que hablaban una lengua indoeuropea.
La lengua vasca - Euskera- forma parte del grupo déné-caucasiano que comprende seis ramas
geográficamente aisladas las unas de las otras. Cuatro de esas lenguas están
aisladas de las de sus vecinos, pareciendo no pertenecer a ninguna de las
lenguas conocidas: son la vasca, la caucasiana, el buruchaski (Paquistán) y el
Ket (Siberia). Las otras dos ramas son la familia na-déné (lenguas americanas como el apache, el navajo y
el tlingit) y la familia sino-tibetana.
Así pues, los argumentos genéticos, arqueológicos y lingüísticos parecen
sugerir que la Europa postglaciar fue recolonizada por una población procedente
del País Vasco. Para terminar, otro elemento surgiere que los vascos han
conservado los caracteres de una población europea primitiva: el porcentaje de
individuos del grupo sanguíneo Rhésus negativo (Rh-) es más elevado aquí que en
el resto del mundo.
Los humanos modernos aparecen por el Asia Central hace
128.000 años, ocupando una vasta llanura, situada entre los Cárpatos y los
Urales y entre el océano Ártico y el mar Negro, con una altura media de 300 m . y un clima frío y seco. Hace 40.000 años migraron hacia la Europa
Oriental.
Con anterioridad a estas fechas los humanos habitaban
los márgenes meridionales de esta llanura, que eran más cálidos: Korolovo (Mts.
Cárpatos) y Treugol'naya (norte del Cáucaso).
Al comienzo de la última glaciación (OIS4), hace
73.000 años, los neandertales empiezan a abandonar Europa Oriental: los que
quedan se refugian en las cuevas. Su falta de industria avanzada (agujas,
leznas...) les impedía la confección de trajes adecuados para soportar el frió
o fabricar coberturas para las tiendas.
Según F. Bordes
el homo sapiens fossilis aparece hace unos 30 ó 35.000 años en Europa,
ahora se acepta mejor la fecha de 45 mil años. Su morfología estaba adaptada a
climas cálidos y sus innovaciones tecnológicas fueron su única arma para
superar los fríos ambientes europeos, dominados por los neandertales, los
cuales basaban su superioridad en sus óptimas adaptaciones morfológicas al
frío, más que en sus capacidades tecnológicas.
Los cromañones entraron durante el OIS3, largo periodo
cálido que hubo entre hace 60 y 25.000 años, y fueron capaces de resistir el
máximo glaciar de hace 20-17.000 años, porque construían cabañas de huesos de
mamuts y hacían uso de la grasa animal como combustible.
Los prehistoriadores más clásicos distinguen tres "razas"
en Europa occidental, a las que se añade una cuarta en Europa oriental:
1. La "raza" de Combe-Capelle se señala por su escasa
estatura (1'60 m ), cráneo
alargado, estrecho y elevado.
2. Los hombres de Cro-Magnon
alcanzan elevada estatura, con 1'85 m de media. Su
cráneo. Se muestra más ancho y bajo. Se caracterizan por su cara ancha y baja y
por la ubicación bajísima de las órbitas. El Hombre de Cro-Magnon
se parece al hombre actual, pero tiene el cráneo más robusto y más alargado,
con una mandíbula ligeramente más maciza. Sus restos se han encontrado en
Solutré (Saône-et-Loire), cueva de Bouil-Bleu (La Roche Courbon), Cro-Magnon,
Grimaldi, Les Cottés, La Crouzade (Gruissan), la Gran Cueva de Bize (Aude),
Isturitz (Pirineos Atlánticos), Fontéchevade (Charente), Les Rois (Charente),
cueva del Castillo (Santander), cueva de Morín (España).
3. Con el hombre
de Chancelade
volvemos a hallar una estatura baja (1'60 m ); cráneo dolicocéfalo, abombado; las dimensiones de la cara vuelven a
ser armónicas con respecto a las del cráneo.
4. El cuarto grupo, el de los cromañones
orientales (los Hombres de Brno), es el más arcaico de
todos (hallazgos de Predmost, Checoslovaquia), con cráneo alargado, con el
occipucio saliente y la bóveda carenada y algo más abombada que los de
Cro-Magnon. El Hombre de Brno difiere del Cro-Magnon por su frontal
estrecho y hundido, con fuertes arcadas supraorbitales, con un rostro alto y
prognato. Su fósil tipo sería Brno II, que se aproxima al hombre de
Combe-Capelle (Dordoña). El hombre de Brno tiene en común con el de Cro-Magnon
un cráneo robusto, una frente recta, las órbitas rectangulares y la ausencia de
relieve continuo supraorbital y la presencia del mentón. Pertenecen a este tipo
los restos de Dolní
Vestonice,
Pavlov,
Predmost
(Moravia), Cioclovina
(Rumania), Kostenki
y Sungir'
(Rusia), Hahnöfersand
y Stetten 1 (Alemania), Zlaty-Kun
(Bohemia), Mladec
(Moravia), Velika
Pecina (Croacia), Bacho Kiro (Bulgaria) y Pestera cu Oase (Rumania).
Los más antiguos hombres de Europa son los
de Oase 1 (34 y 36.000 años), es decir, los restos encontrados en Pestera cu Oase
(Rumania) por Oana Moldowan y Erik Trinkaus entre 2002 y 2003, consistentes
en una mandíbula humana completa, dotada de cinco molares y unos huesos
faciales, datados en 35.000 años. Le seguirían en antigüedad los restos
del abrigo de Cro-Magnonn en Les Eyzies (Dordoña) datados de hace 28.000
años.
Reconstrucción de Richard Neave de los restos
encontrados en 2002 en Pestera cu Oase (Rumania), que fueron fechados entre 34
y 36.000 años de antigüedad
Los europeos somos descendientes de
nuestros antepasados paleolíticos, fundamentalmente de los portadores de la
cultura auriñaciense a Europa, cuyo representante en el registro fósil es el hombre de cromañon. Éste era de elevada
estatura, entre 1,70 y 1,85 m., caderas estrechas, dolicocéfalos y de cara
ancha. Pero durante la última glaciación vemos una evolución de éste tipo, que
tiende a ser más bajo, y cuyos registros conocemos como hombre
de Combe-Capelle, correspondiente a la cultura perigoriense, de
1,63m y dolicocéfalo, ya empieza a mostrar rasgos de la raza mediterránea que
tendrá su difusión en tiempos del mesolítico y neolítico por toda Europa. Lo
mismo se puede afirmar sobre Los hombres de Chacelade, que se consideran
descendientes del de Combe-Capelle. La razón de la disminución de estatura se
debee a la adaptación a un ambiente extremadamente frío, en donde los
individuos “redondos” o menos alargados, mantienen el calor mejor que los
individuos “alargados” o altos. Esto no implica una menor robustez, siendo las
poblaciones más bajas pero bien construidas.
Para el antropólogo Lionel Sims la pérdida de robustez se debe a la
desaparecieron los grandes animales, cuya caza implicaba un trabajo en equipo y
una vida nómada, más excitante y sana- Al desaparecer los animales el hombre se
vuelve sedentario, adopta la agricultura como modo de vida sedentario, lo que
ocasiona enfermedades típicas del sedentarismo y desconocidas para nuestros
antepasados hasta entonces, contribuyendo a un empeoramiento de la salud y, por
tanto, dando lugar a individuos con esqueletos más gráciles, afectando también
a la altura.
El color muy claro de los pobladores de las regiones del norte de Europa
se debe, según Marvin
Harris, a la pérdida de la intensidad de los rayos solares. Los
pueblos de fenotipo mediterráneo producían alimentos agrícolas, derivados
lácteos, y obtenían la vitamina D del sol. Pero al comenzar su lenta ascensión
hacia el norte, sufrieron un déficit de vitamina D (que se obtiene normalmente
del pescado marino) y de calcio que hizo que la selección natural favoreciese
la piel blanca, por su mayor receptividad frente a las radiaciones solares, y
también por su mayor capacidad para producir la enzima llamada lactasa que
posibilita la ingestión de grandes cantidades de leche fresca, alimento básico
en los territorios nórdicos. Esto favoreció la supervivencia de hijos de piel
clara, más fuertes y más sanos y dio como resultado una mayor proporción de rubios en las
poblaciones nórdicas. Para Harris la mayor proporción del tipo nórdico se
produjo hace 6.000 años, pero en realidad se puede asegurar que entre las
poblaciones paleolíticas (caucasoides o no) ya había individuos rubios, aunque
no fueran ni mucho menos mayoritarios con respecto a los morenos.
"Neandertales de transición"
es el término propuesto por Vlcek para los hombres musterienses que
presentan rasgos modernos, considerándolos como los ancestros del Hombre de Brno.
Serían de este tipo los restos encontrados en Kulna (Moravia), Krapina
(Yugoslavia), Starosel'e
(Crimea), Vindjia
(Croacia) y Saint-Césair
(Francia). Estos hombres son más gráciles que sus antepasados neandertales y,
según Fred Smith y Ivor Karavanic, serían el resultado de
contactos con los inmigrantes auriñacienses. Sin embargo, para los últimos
neandertales del Oeste de Europa, los de Zafarraya, los caracteres neandertales de
sus antepasados tienden a acentuarse. Sólo el esqueleto del joven de Lagar
Velho (Portugal) incumple la regla. Este joven se cree que es un
híbrido entre un neandertal y un cromañón.
Los neandertales y los homos sapiens convivieron en Europa. En Zafarraya
(Granada) se encontró un neandertal de hace 24.000 años. Se suele asociar
la cultura Auriñaciense con la aparición del hombre moderno. Para Kozlowski esta cultura llegó a Europa procedente
de las mesetas iranianas, llegando a Bulgaria hace 43.000 años (Bacho-Kiro)
y a España (Cueva
del Castillo) hace 40.000 años. Pero muchos piensan que este
Auriñaciense primitivo sería una evolución de la cultura musteriense practicada
por los neandertales.
Entrada de la cueva de Bacho-Kiro
Jean-Guillaume
Bordes y Tsenka Tsanova
en el número de febrero de 2004 de "La
Recherche" exponen que el hombre moderno llegó a
Europa más tarde de lo que se suele suponer. Para ellos el sitio Auriñaciense
más antiguo de Europa no es Bacho-Kiro,
sino un lugar de España que data de 36.500 años de antigüedad, y no hay porque
asociar esta cultura, necesariamente, con la llegada del hombre moderno. Maria Fernanda Sánchez Goñi
y Francesco d'Errico ( "La Rechcerche" nº 373, marzo de
2004) piensan que el hombre moderno llegó a Europa hace 36.500 años, como
consecuencia de un enfriamiento del clima (el enfriamiento H4 -Heinrich-, en el
que la temperatura media del mes más frío era de 10º C más baja que hoy, y las
precipitaciones anuales eran diez veces menos importantes) y no de un periodo
cálido. A cada periodo de enfriamiento de Heinrich se produce en el norte de
España una aparición de estepas de gramíneas, mientras que en el sur aparece
una estepa desértica. Los herbívoros, atraídos por las gramíneas, se instalaran
en el norte, y allí irán los hombres modernos, que no bajaran hacia el sur de
España hasta que se suceda una fase cálida después del enfriamiento H4.
1. Ornella Semino, Chiara Magri, Giorgia Benuzzi, Alice A. Lin, Nadia Al-Zahery, Vincenza Battaglia, Liliana Maccioni, Costas Triantaphyllidis, Peidong Shen, Peter J. Oefner, Lev A. Zhivotovsky, Roy King, Antonio Torroni, Luigi Luca Cavalli-Sforza, Peter A. Underhill, and Augusta Silvana Santachiara-Benerecetti. "Origin, Diffusion, and Differentiation of Y-Chromosome Haplogroups E and J: Inferences on the Neolithization of Europe and Later Migratory Events in the Mediterranean Area." American Journal of Human Genetics 74 (2004): pages 1023-1034.
1. Ornella Semino, Chiara Magri, Giorgia Benuzzi, Alice A. Lin, Nadia Al-Zahery, Vincenza Battaglia, Liliana Maccioni, Costas Triantaphyllidis, Peidong Shen, Peter J. Oefner, Lev A. Zhivotovsky, Roy King, Antonio Torroni, Luigi Luca Cavalli-Sforza, Peter A. Underhill, and Augusta Silvana Santachiara-Benerecetti. "Origin, Diffusion, and Differentiation of Y-Chromosome Haplogroups E and J: Inferences on the Neolithization of Europe and Later Migratory Events in the Mediterranean Area." American Journal of Human Genetics 74 (2004): pages 1023-1034.
Comentaris