Amaiur-Maya
En
nuestro viaje por tierras fronterizas, a 58 km de Pamplona, llegamos a un
desvío a la derecha del puerto de Otsondo, el cual nos conduce a Amaiur-Maya,
una villa ejemplo típico de pueblo calle, de no más de medio kilómetro de
longitud.
El
pueblo recibe al visitante con su peculiar arco de entrada. La población
construyó sus casas siguiendo el trayecto del Camino de Santiago del Baztan. La
falta de alineación y uniformidad de sus fachadas evita la monotonía y permite
la obtención de magníficas perspectivas.
El
característico color bermejo de la piedra procedente de las canteras de
Almándoz impregna, como en el resto del valle de Baztan, su caserío. La
arquitectura palaciega ha dejado magníficos ejemplares en la localidad como el
Palacio Arretxea, el Palacio Borda que obtuvo
la categoría de cabo de armería en 1728, o la Casa Arriada, en el que se celebraban
juntas (batzarres) en el siglo XVI.
Al abrigo del macizo Gorramendi, es el pueblo
del Baztan más próximo a la muga (frontera) francesa. La entrada a la localidad
está flanqueada por un arco (s. XVII) de
entrada que cumple las funciones de Portal, contribuyendo a definir los límites
del espacio urbano. Antes de este arco encontramos un crucero de finales del
siglo XVII.
Existen diferentes leyendas sobre este arco. Unas cuentan que una
terrible peste afectó al ganado de esta zona y cuando la epidemia llegó a las
puertas de Amaiur, milagrosamente el arco impidió la entrada de la enfermedad.
Otras leyendas afirman que el arco protegía los vecinos de todas las
enfermedades y, otras, aseguran que el arco simboliza a todos los vecinos que
murieron víctimas de la peste.
Pero
sin lugar a duda el lugar más emblemático de Amaiur es el monolito que evoca el
último intento de la dinastía navarra por recuperar su territorio. Desde el
molino arranca un sencillo paseo de 1,5 kilómetros que atraviesa la presa y el
canal y llega hasta el mítico monolito del monte Gaztelu (se traduce como
castillo y recuerda el lugar donde se ubicó la fortaleza). Hito conmemorativo
que recuerda que Amaiur/Maya fue el último foco de resistencia frente a la conquista
de Navarra y su incorporación a la corona de Castilla (S.XVI). Recientes
excavaciones arqueológicas han sacado a la luz algunas torres del ya
desaparecido castillo.
Su
antiguo castillo, asediado encarnizadamente por el ejército y la artillería del
Duque de Nájera y del Conde de Lerín, beaumonteses, fue defendido con obstinado
heroísmo por la guarnición agramontesa a cargo del Alcaide Jaime Velaz de
Medrano hasta que fue totalmente destruido en 1522.
El emblema de la villa, a diferencia de la
del resto del valle que es un ajedrezado, es la campana que se asocia al
ajedrezado. Se dice que la misma simboliza el centinela del rey navarro ante la
frontera francesa de Lapurdi. Se dice también que se trata de un recuerdo de la
campana que servía de aviso a la fuerza residente en el castillo para ponerlos
al corriente de acontecimientos populares y civiles de la villa.
La
Iglesia de la localidad, Iglesia de la Asunción, de origen medieval, ha sido
reconstruía varias veces en los siglos XVI y XVIII. La iglesia posee un
precioso órgano romántico “Cavaille-Coll”.
Uno de los rincones más emblemáticos de
Amaiur/Maya se encuentra a la entrada la localidad. Se trata de un molino
rehabilitado aún hoy en funcionamiento donde el visitante podrá comprar harina
de maíz o de trigo o degustar talos recién hechos. Unas finas tortas de maíz
que se consumen acompañadas de otros productos como queso, chocolate,
chistorra...
Acequias
para mover la muela del molino
Comentaris
Agradezco la oportunidad de recordar a mis mayores ,