Lamarkismo, la herencia de los caracteres adquiridos
La
herencia de los caracteres adquiridos
Superficialmente, las generaciones sucesivas
de los cuerpos de insectos-palo parecen constituir un linaje de réplicas. Pero
si se modifica experimentalmente a un miembro de dicho linaje (por ejemplo,
quitándole una pata), el cambio no pasa a la siguiente generación.
Dawkins, El gen egoísta.
No hay que ser tan ingenuo para poder
pensar que el lamarckismo pueda defender que una característica contraída en
vida por un organismo, pueda pasar directamente a su descendiente. Es obvio que
si se circuncida a alguien, esto no significará que sus descendientes nazcan
circuncidados. Lamarck habló de ciertos fluidos que se encargarían de fijar
esas adaptaciones, lo que permite pensar que suponía en los organismos la capacidad
de fijar evolutivamente las soluciones encontradas a los problemas planteados
por las circunstancias.
Quizá, más correcto sería decir
que si durante generaciones todos o la mayoría de los individuos de un grupo se
viesen sometidos a un traumatismo como la amputación de un miembro, con el
transcurrir de su evolución, tal circunstancia sería menos traumática y las
soluciones encontradas para sobrevivir en tales circunstancias, con el paso del
tiempo, podrían encontrase presentes en el pool genético del grupo.
Por otra parte, imaginemos que el grupo
hubiese logrado eludir la amputación, estandarizándose una estrategia,
igualmente se habría fijado.
El
efecto Baldwin
Hoy en día esto no es aceptado; pero,
para resolver casos parecidos a éste, en los que queda demostrado una respuesta
de la especie al ambiente, se acepta como posible solución el “efecto Baldwin”,
mediante el cual, la selección natural fijaría esas respuestas adaptativas.
James
Mark Baldwin
James Mark Baldwin
propuso que las habilidades que inicialmente requieren el aprendizaje
son finalmente reemplazadas por la evolución de sistemas genéticamente
determinados que no requieren aprendizaje. Así, los comportamientos aprendidos
pueden hacerse instintivos en generaciones subsiguientes sin invocar la
desacreditada herencia lamarckiana, pues, a diferencia de esta, no implica la
transferencia directa de habilidades aprendidas de generación en generación.
Supongamos una especie amenazada por un
nuevo predador y un comportamiento que hace más difícil al predador la caza de
su presa. Los individuos que aprenden más rápidamente estarán en ventaja. A
medida que el tiempo avance, la habilidad para aprender el comportamiento
mejorará por selección genética hasta que en cierto momento parezca ser un
instinto.
«Tomemos dos ejemplos chocantes: el
alcohol y la leche. La habilidad para digerir grandes cantidades de alcohol
depende en cierta medida de la excesiva producción de unas enzimas llamadas
alcohol deshidrogenasas llevada a cabo por un conjunto de genes del cromosoma».
Existe una relativa tolerancia al alcohol en los individuos de las sociedades
occidentales que debe suponerse producto de su contacto con el alcohol y que no
se da en los nativos de América del norte y de Australia.
Consumo
peligroso de alcohol de 1 (menos peligroso) a 5 (+ peligroso). Fuente: warren-whitfield-blog.org.za
Desde el lamarckismo, la explicación sería
que debido al contacto del hombre occidental con el alcohol, con el tiempo, sus organismos habrían
adquirido una mayor tolerancia. Los organismos se habrían habituado al consumo
de alcohol y esta característica, con el tiempo iría fijándose en el grupo de
individuos que ha estado en contacto con el alcohol.
La explicación darviniana sería que en el
transcurso de los años que hemos estado separados genéticamente (entre
35.000–15.000 años), aproximadamente 800 generaciones, los individuos con mayor
tolerancia al alcohol habrían adquirido la suficiente ventaja biológica como
para imponer en el acervo genético (pool, en inglés) esa característica de su genoma.
El acervo genético de una especie o
población es el grupo completo de alelos únicos presentes en el material
genético de la totalidad de los individuos existentes en dicha población. Un
acervo genético amplio se asocia a una diversidad genética amplia, que se
asocia con poblaciones robustas, que pueden sobrevivir a intensos eventos de
selección. Por el contrario, una baja diversidad genética (cuello de botella o
consanguinidad) conlleva una escasa adaptabilidad, lo cual aumenta la
posibilidad de extinción.
Un alelo es cada una de
las formas alternativas que puede tener un mismo gen que se diferencian en su
secuencia y que se puede manifestar en modificaciones concretas de la función
de ese gen (producen variaciones en características heredadas como, por
ejemplo, el color de ojos o el grupo sanguíneo). Dado que la mayoría de los
mamíferos son diploides, poseen dos juegos de cromosomas, uno de ellos
procedente del padre y el otro de la madre. Cada par de alelos se ubica en
igual locus o lugar del cromosoma.
En occidente la tolerancia al alcohol
puede representarse mediante una campana de Gauss: comienza con una serie de
sucesivos errores genéticos en el sentido de aumentar la tolerancia al alcohol.
A la izquierda pequeñas poblaciones no tienen tolerancia, en el medio un grupo
numeroso con mediana tolerancia y, a la izquierda, otro grupo pequeño con gran
tolerancia al alcohol.
Como desde el darwinismo no se puede
suponer tal direccionalidad, el "efecto Baldwin" vendría a auxiliar a
la selección natural para salvar este escollo, la selección natural habría
favorecido los hábitos adquiridos.
Otro ejemplo lo tenemos en la aparición de
la tolerancia a la lactosa en las poblaciones humanas con una larga tradición
de animales domésticos productores de leche.
Algo
similar ocurre con un gen del cromosoma 1, el gen de
la lactasa. Esta enzima es necesaria para la digestión de la lactosa, un azúcar
que abunda en la leche. Cuando nacemos todos tenemos este gen activado en
nuestro sistema digestivo, pero en gran parte de los mamíferos —y por lo tanto
en gran parte de las personas— se desactiva durante la infancia. […] Sin
embargo, de vez en cuando el gen que controla la desactivación del gen de la
lactasa sufre una mutación y la producción de lactasa no se detiene al final de
la infancia. Esta mutación permite a su portador beber y digerir la leche a lo
largo de toda su vida. Los hechos indican que, en primer lugar, tales personas
emprendieron una vida de pastoreo y posteriormente desarrollaron una capacidad
para digerir la leche en respuesta a ella, no que emprendieran una vida de
pastoreo porque estuvieran genéticamente dotadas para ello.
Matt
Ridley, Genoma, pp.220-221.
Pastores
Massai de Kenya. Fuente: fotage.framepool.com
Este descubrimiento citado en Luca y Francesco
Cavali-Storza, ¿Quiénes somos?
Historia de la diversidad humana (1994, Editorial Crítica),
según Matt
Ridley, Genoma, supone un ejemplo de
cambio cultural que conduce a un cambio evolutivo y biológico. Se pueden
inducir cambios en los genes voluntaria y conscientemente. Al emprender el
estilo de vida razonable de los pastores de ganado lechero, los seres humanos
crearon sus propias fuerzas evolutivas. Suena casi como la gran herejía
lamarckiana que confundió el estudio de la evolución durante tanto tiempo: la
idea de que un herrero que a lo largo de su vida ha adquirido unos brazos
musculosos tenía hijos con brazos musculosos. No es eso, pero es un ejemplo de
cómo la acción voluntaria y consciente puede modificar las fuerzas evolutivas
sobre una especie, concretamente sobre nuestra especie.
Otro ejemplo del efecto Baldwin
lo encontramos en la producción de herramientas, en la que
los individuos con genes que les proporcionaban mayor destreza y coordinación motora así como una mejor
visión espacial iban a confeccionar mejores herramientas lo que les permitiría
cazar mejor o cortar mejor la carne y alimentarse mejor. Dado que estas
habilidades se heredan, las siguientes generaciones tendrían cada vez una
habilidad mayor, con lo que les costaría cada vez menos aprender las técnicas.
El propio desarrollo del cerebro y del
lenguaje puede estar ligado a este mecanismo. En los estadíos iniciales en la
aparición del lenguaje el individuo que pudiera retener más palabras en la
memoria o combinarlas mejor se iba a expresar excelentemente e iba a tener una
ventaja evolucionista. Hay que aclarar que para que el efecto Baldwin exista,
además de que la característica en cuestión (la habilidad manual, p.ej.)
muestre una variabilidad y sea por lo menos parcialmente heredable, debe
afectar al éxito reproductor, asegura el psiquiatra Pablo Malo en El Efecto
Baldwin (Evolución
y neurociencias).
Esto es
importante. Si no afecta al éxito reproductor la selección natural no va a actuar sobre ella. El ser humano elige a su
pareja en buena medida por la inteligencia. La inteligencia va a influir en el
éxito del individuo a todos los niveles (a la hora de cazar, de relacionarse
con el resto del grupo...) y tanto las
hembras como los varones preferimos parejas inteligentes. El lenguaje (su
variedad, riqueza, precisión, etc.), es claramente un indicador o marcador de
la inteligencia de un sujeto. Para algunos autores, el gran desarrollo del
cerebro se debe precisamente a un mecanismo de selección sexual.
Para Pablo Malo cualquier cambio,
característica o costumbre cultural que dure un tiempo suficiente, conlleva
también, un cambio genético. ¿Cuánto es un tiempo suficiente? Un gen dominante
que suponga una ventaja de un 40% en supervivencia o reproducción sobre el
fenotipo recesivo lo puede reemplazar en el plazo de 20 generaciones pasando de
una frecuencia de 5% a 80% en ese intervalo. Veinte generaciones son 400-500
años en humanos, 40 años en perros y 1 año en una mosca. Un gen recesivo con el
mismo grado de ventaja necesitaría 60 generaciones para conseguir el mismo
cambio de frecuencia, un plazo pequeño si lo miramos en escala geológica. Por
lo tanto, un plazo de 500-1000 años es suficiente para ver cambios genéticos
debidos a cambios culturales.
Judíos
askenazi, grupo cultural dotados de gran inteligencia según podría explicar el
efecto Baldwin
Según Lamarck las especies se adaptaban a
las circunstancias y transferían las modificaciones experimentadas por los
organismos en vida al conjunto de la especie mediante un proceso lento y
sostenido. Sostuvo que si una «raza» (esto es, un grupo de organismos) estaba
sometida a las mismas condiciones ambientales y estas condiciones se prolongaran
durante mucho tiempo, se transformarían adaptándose a ese ambiente.
El mecanismo que propuso Lamarck, más o
menos, venía a decir que las
trasformaciones que los organismos experimentamos en vida sometidos a los
diferentes ambientes, con el tiempo se
fijarían en su descendencia, lo que hoy conocemos como transferencia
horizontal, que
no sé si confundir con La transferencia horizontal de genes, o HGT (de las
siglas en inglés de Horizontal gene transfer), también traslado de genes
lateral (LGT), es cualquier proceso en el que un organismo transfiere material
genético a otra célula que no es el su descendiente. Por contraste, la
transferencia vertical de genes sucede cuando un organismo recibe material
genético de su antepasado, como por ejemplo su padre, o de un individuo de la
especie en la que se convertirá.
Esquema
de la conjugación bacteriana.
1.- La
célula donante genera un pivotes.
2.- El
pilus se une a la célula receptora y ambas células se aproximan.
3.- La
bacteria dan hace pasar la información a través del pilus.
4.- La
célula donante sintetiza una segunda cadena y se queda como el principio
mientras y ambas generan nuevos pilus haciendo que sean donadores
Fuente: Biomedicina
en viñetas
Advirtió que ese proceso es un proceso tan
lento que desde nuestra capacidad de observación pasaría inadvertido. Según las
dos leyes que formuló, los cambios se producen no en el individuo sino en la
población (no en uno o varios individuos, sino en el conjunto de individuos del
grupo) y no son cambios inmediatos sino que se fijarían a lo largo de un
prolongado proceso.
Lamarck aseguraba que las variaciones del
medio ambiente producen cambios en las necesidades de los seres vivos, en sus
hábitos en sus alimentos… y que estos cambios originan modificaciones en los
órganos. De ello se debe inducir que insensiblemente todo cuerpo viviente
cualquiera debe variar en sus formas o sus caracteres exteriores, aunque
semejantes variaciones no llegasen a ser sensibles más que después de un tiempo
considerable.
Bahía de
Chesapeake la mayor desembocadura fluvial en estados Unidos miles de peces
muertos.
Para explicar esa consolidación de las
modificaciones que experimentaban los organismos, habló de una especie de
“fluido” presente en ellos. No existiendo en aquellos momentos ningún tipo de
conocimiento sobre los mecanismos de la herencia, sobre genética; esta parte de
la teoría carece de interés; y podría decirse que quedó inexplicado como podría
transferirse a la herencia tales caracteres adquiridos.
El problema para aceptar la herencia de
los caracteres adquiridos sigue siendo el mismo, ofreciendo aún más
dificultades desde la genética de Mendel y desde el actual paradigma genético,
donde un carácter sería la expresión de un gen o un conjunto de genes. Esa
transferencia difusa que operaría durante largo tiempo, no se contempla.
No hay transferencia difusa, pese a
explicaciones del tipo holísticas, como las de Casilda Rodrigáñez (Casilda Rodrigáñez, Sobre la
función orgánica y social de la sexualidad) basadas
en la Simbiogénesis de Lynn Margulis.
El holismo considera que el sistema completo se comporta de un modo distinto
que la suma de sus partes, de manera que defiende la existencia de iteraciones
difusas que a la larga producen grandes cambios. Por ejemplo, el caso de la
combustión de miles y miles de automóviles funcionando en Europa,
simultáneamente y de forma sostenida en el tiempo. Estos automóviles, por sí
solos no modificarían sustancialmente las condiciones en la Amazonía, pero el
efecto conjunto y sostenido sí se haría sentir en ella. Esta posibilidad no es aceptada
en la actualidad desde el estamento académico.
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