Magnitud de la caza de brujas


6. Magnitud de la caza de brujas

      Debido a la destrucción o pérdidas de gran número de las actas judiciales no puede fijarse con ninguna exactitud la cifra total de procesos y ejecuciones por brujería. Algunos cálculos son burdamente exagerados, como los nueve millones de ejecuciones de A. Dworkin, Woman Hatting  (Nueva York, 1974). Por su parte,  W. von Baeyer-Katte, Die Historischen Hexenprozesse: Der Verbürokratisierte Massen-wahn, en Massenwahn in Geschichte und Gegenwart (Stuttgart, 1965), calcula cerca de un millón de ejecuciones. Para una mejor aproximación  referente a finales del siglo XVIII ver a H. C. Lea, Materials toward of Witchcraft (Nueva York, 1975).

      El hecho de que muchos cazadores de brujas deseaban vanagloriarse de sus hazañas y la existencia de autores posteriores que deseaban acentuar la gravedad del proceso, hacen que surjan cifras desorbitadas, que actualmente se están analizando y reduciendo a sus verdaderas dimensiones. Así, en el proceso del Pays de Labourd –vascos franceses- a principios del siglo XVII se pensó que habían sido ejecutadas 600 brujas, pero en realidad no llegaban a 80. En Bamberga, entre 1624-1631, se  afirmaba que se habían ejecutado otras 600 brujas, pero la realidad está más próxima a las 300. En Escocia Henry C. Lea calculó que habrían sido ejecutadas 7.500 brujas, pero la cifra real no llega a las 1500.

      En la mayoría de las regiones la tasa de ejecuciones fue menor del 70%. La tasa de ejecuciones alcanzó el grave nivel del 90% sólo en el Pays de Vaud. Fuera de Alemania y Polonia las tasas de ejecución para Europa fueron del 45%. Las personas juzgadas por brujería en toda Europa no superarían las 110.000 según G. Schormann, Hexemprozese in Deutschland, Gotinga, 1981. La mitad de  ellas vivían en tierras germánicas, dentro  del Sacro Imperio Romano. Wolfgang Behringer (Hexenprozesse und Hexenverfolgungen in Europa, en Hexenvelten: Magie und Imagination vom 16.-20. Jahrhundert, Francfort, 1987) cree que hubo más de 20.000 ejecuciones en Alemania.

       El resto de las concentraciones importantes de procesos en Europa se da en los territorios colindantes con Alemania. En Polonia se celebraron unos 15.000 juicios (B. Baranowski, Procesy Czarownic w Polsce w XVII i XVIII Wiehu, Lodz, 1952). Hacia el sur, Suiza, reconocida durante mucho tiempo como el centro de la caza de brujas, se celebraron unos 10.000  (G. Bader, Die Hexenprozesse in der Schweiz, Affolten, 1945, da un total de 5417 personas ejecutadas, pero investigaciones posteriores como la de W. Behringer,  suben la cifra a 10.000 víctimas).

        En otras regiones la caza de brujas fue menos intensa, como en las Islas Británicas, donde se efectuaron unos 5000 juicios, más de la mitad de ellos en Escocia. La misma cantidad se efectuó en los reinos escandinavos. El número de juicios fue todavía menor en Bohemia, Hungría, Transilvania y Rusia, probablemente menos de 4000 juicios.

      Finalmente, en los países mediterráneos de Europa –los reinos españoles y los Estados italianos- hubo unos 10.000 procesos, entre 1560 y 1700, la mayoría efectuados contra formas secundarias de magia y superstición, en los que muy pocos concluyeron en ejecución. G. Parker, Some Recent Work on the Inquisition in Spain and Italy, en Journal of Modern History, 54, 1982, da una cifra de 3.687 personas juzgadas en España entre 1560 y 1700; esta cifra parece haber sido menor en Italia. En España, Italia y Portugal no se llegó a ejecutar ni a 500 brujas.

      Las comunidades europeas ejecutaron alrededor de 60.000 brujas durante la Edad Moderna, según Brian P. Levack. Estas cifras se aproximan a las de Monter, The Pedestal and the Stake: Country Love and Witchcrafgt, en Becoming Visible: Women in European History (Boston, 1977). W. Behringer, Erhob sich das ganze Land (Hexenprozesse und Hexenverfolgungen in Europa, en Hexenvelten: Magie und Imagination vom 16.-20. Jahrhundert, Francfort, 1987) calcula menos de 100.000 ejecuciones. J. Klaits, Servent of  Satan: The Age of the Witch-Hunt, Bloomington, 1985, calcula un total de 200.000 juicios. Algunas actas de tribunales eclesiásticos en las que personas calificadas de brujas presentaron acusaciones por difamación contra sus acusadores nos hacen saber que la cifra de acusaciones por brujería fue muy superior al número real de procesos por tal delito.

       El feminismo radical, en boga desde hace un par de decenios, especialmente en Europa y Estados Unidos, también formuló una teoría ideológica sobre el fenómeno de la brujería, según  lo afirma W. Behringer en su último libro "Brujas: Fe, Persecución, Mercadeo", aparecido a fines de 1998 en Alemania ("Hexen - Glaube, Verfolgung, Vermarktung", editorial C.H.Beck, Munich). El autor se refiere en especial al libro "Brujas, Comadronas y Enfermeras" (Witches, Midwives, and Nurses, 1973), de las estadounidenses Barbara Ehrenreich y Deirdre English, aparecido en 1981 y convertido en un clásico del movimiento feminista. La obra propugna la tesis de una conspiración de los médicos, que con la caza de brujas habrían pretendido eliminar la competencia de las mujeres en la medicina, hablando de "millones" de víctimas.


Parto en la Edad Media. Vemos a los médicos detrás divagando sobre el horóscopo y a las mujeres atendiendo el parto (Del libro "Brujas, Comadronas y Enfermeras" (Witches, Midwives, and Nurses), de las estadounidenses Barbara Ehrenreich y Deirdre English)

      Según la inglesa Diane Purkiss (Literature, Gender and Politics During the English Civil War, 2009) las mujeres "han sufrido más que todas las víctimas del racismo y el genocidio". En publicaciones entre un neopaganismo esotérico y el feminismo se afirma incluso que la caza de brujas superó con mucho, cuantitativamente, al holocausto judío bajo el dominio nazi en la última guerra mundial, llegándose a cifras superlativas de hasta 13 millones de víctimas.


       La matanza de brujas realmente fue importante en Alemania y Suiza. En el Estado territorial del príncipe obispo de Eichstätt fueron ejecutados por brujería 274 personas en sólo un año y en las tierras del convento de Quedlinburg se dio muerte a 133 brujas en un sólo día de 1589.

      Para las personas que vivieron en los siglos XVI y XVII la principal cuestión estadística no fue la del número de brujas ejecutadas, sino de cuántas quedaban aún en libertad. En 1587 el juez de la localidad francesa de Brieulles afirmó tener pruebas de la existencia de 7.760 brujas sólo en el ducado de Rethelois. En 1571 una bruja francesa llamada Trois-Eschelles comunicó al rey Carlos IX de que en su reino había 300.000 brujas. En 1602, el demonólogo Henri Boguet, Discours des sorciers se sirvió de esta cifra para extrapolar un total de 1.800.000 brujas en Europa.

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